DESTACAMOS

La red social ante el ‘derrumbe’ de las Islas

El Observatorio Ciudadano de Desprendimientos incorpora a la población en la gestión de este fenómeno

Gregorio Cabrera 1 COMENTARIOS 13/11/2021 - 09:28

Todo parecía venirse abajo el 16 de febrero de este año. Ese día, la acción del oleaje provocó un derrumbe en la plataforma de lavas centenarias que obligó al cierre de la carretera de Los Hervideros. La misma jornada, y también en Lanzarote, un nuevo desprendimiento hizo temblar el Risco de Famara.

Los desprendimientos forman parte de la agenda casi semanal de Canarias. Y basta con ver el calendario. El 3 de marzo, la amenaza de unas rocas forzó el desalojo de Las Bajas, en Tenerife. Seis días después, el Cabildo de Gran Canaria cerró la carretera de la cumbre por el derrumbe en una ladera. El día 11 de marzo, tuvo que hacer lo mismo en la vía de Los Olivos. El 15 de marzo, se produjo un derrumbe en un acantilado de El Hierro, al que sucedió otro más el 5 de abril cerca de la playa de Tacorón.

El 13 de abril, el mapa de colapsos trasladó el foco de atención de nuevo a Tenerife, con un corte en una carretera del sur. El 19 del mismo mes, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria cerró el acceso al espacio natural de El Confital, uno de los parajes preferidos de la población, a causa de un desmoronamiento. Esta quebradiza línea de puntos llega hasta Santiago del Teide el día 20 de abril, y el 21 a Punta Brava, cerca del Puerto de la Cruz.

En Gran Canaria, tres días después, se reabrió la carretera de Ayacata tras los graves desprendimientos de enero, a la vez que se confirmó otro corrimiento de tierra a la altura de Las Puntas, en El Hierro, que vivió episodios similares la fecha previa y también la posterior. El 25 de abril, una roca impactó contra un vehículo en La Almáciga tinerfeña, y junio se abrió con el corte de la arteria que conecta con Sabinosa, en El Hierro, y la bajada de Tamaimo en Santiago del Teide.

El 3 de julio, las autoridades cerraron la playa del Bollullo de La Orotava y el 18 una excursionista resultó herida en la desembocadura del barranco grancanario de Guiguí... Esta realidad ahorra buena parte de las explicaciones sobre las razones de ser del Observatorio Ciudadano de Desprendimientos de Canarias.

La iniciativa está enmarcada en el proyecto AGEO (Plataforma para la Gestión de Riesgos en el Área Atlántica), financiado por los fondos de desarrollo europeos para fortalecer los sistemas de riesgos regionales y nacionales por causas fundamentalmente geológicas con la implicación de la población.


Desprendimiento en el Risco de Famara.

El observatorio activado en el Reino Unido está centrado en los suelos de turba, en la sismicidad en Madeira, en los fenómenos en la costa en Francia y en una mezcla de todos ellos en el caso de Lisboa.

En Canarias, el eje son los desprendimientos recurrentes en un proceso liderado por el Instituto Geológico y Minero (IGME), la Universidad de La Laguna y La Palma Research Centre.

“Lo que perseguimos es potenciar la participación ciudadana en los sistemas de gestión de emergencias, además de mejorar la percepción del riesgo, aprender a convivir con él y contribuir a su estudio”, resume la geóloga Isabel Montoya.

“La implicación ciudadana permite aprovechar su conocimiento para fortalecer la resiliencia y aumentar el sentido de comunidad y la monitorización de los riesgos geológicos”, añade.

Hay fondos de la UE para reforzar los sistemas de emergencia por causas geológicas

El reto de AGEO es reforzar la protección civil, el conocimiento de los procesos, la elaboración de modelos, definir umbrales de riesgo asociados a la sismicidad, informar y formar a la población y a la comunidad educativa.

Asimismo, la información obtenida se vuelca en una plataforma para generar un retorno y ponerla a disposición de los servicios de carreteras, de los dispositivos de emergencia, de la ciencia y de la población en general con filtros que categoricen el flujo de datos.

Para ello, se ha desarrollado una aplicación que facilita que cualquier persona de cualquier isla pueda volcar información, desde la fotografía y el vídeo de un desprendimiento a las coordenadas, así como cualquier dato que considere de interés, para lo que también puede hacer uso de las redes sociales o el correo electrónico.


Tacorón (El Hierro). Foto: Irving Landaeta.

Igualmente, el AGEA cuenta con el apoyo técnico del Copernicus, red gestionada por la Agencia Espacial Europea (ESA) para la gestión del suelo, el medio marino y la atmósfera, que ha dado su salto al conocimiento del gran público por las imágenes por satélite que ofrece del avance de la lava y con ello de la destrucción del volcán de La Palma.

Precisamente, el Observatorio presta sus servicios en estos momentos en La Palma junto al Servicio de Trabajos Aéreos del IGME con el seguimiento de los desprendimientos en Tazacorte o Fuencaliente, al tiempo que ha inspeccionado varios puntos del litoral del municipio de Mazo por ser especialmente sensibles a derrumbes, sobre todo por la reiteración de sismos.

“¿Has visto desprendimientos en Canarias? Cuéntanoslo”, animan AGEO y el Observatorio. Es lo que hizo Irving Landaeta Quintero, que captó unas fotografías impactantes del momento en el que una masa de tierra y piedra se desgajaba del macizo cerca de la playa herreña de Tacorón.

UN PATRIMONIO MUNDIAL TROGLODITA ANTE LOS RETOS DE LA GEOLOGÍA


La geóloga Isabel Montoya.

La geóloga Isabel Montoya presentó el proyecto AGEO y el Observatorio Ciudadano de Desprendimientos de Canarias en las VIII Jornadas de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, en las que, además de abordar la preservación del patrimonio troglodita con un enfoque multidisciplinar, se avanzó en la búsqueda de fórmulas para propiciar el disfrute público con seguridad de los valores del Paisaje Cultural de la cumbre insular, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Este patrimonio se ha significado por ser un extraordinario ejemplo de adaptación al territorio y a sus características. Pero uno de esos rasgos es que se trata de un territorio volcánico relativamente joven. Una circunstancia que, en ocasiones, da lugar a problemas de estabilidad de los macizos rocosos en los que se encuentran esos bienes, algunos de los cuales contienen grandes poblados, zonas de enterramientos, graneros colectivos e importantes estaciones de manifestaciones rupestres.

El encuentro abordó las opciones existentes para garantizar la estabilidad de las cuevas 6 y 7, los elementos principales de Risco Caído para avanzar en las bases de un ambicioso proyecto de sostenimiento del conjunto principal. L

a jornada se desarrolló bajo el título ‘Los desafíos de la preservación del Patrimonio Troglodita, en el Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria’ y fueron organizadas por el Cabildo a través del recientemente creado Instituto para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria.

Comentarios

La solución que propondría Jacobo sería vallado metálico por todo el risco. Espero que no le dejen colocar ningún tipo de vallado en la carretera de Malpaso, en una zona donde con un simple muro de contención, forrado de piedra de la zona, se podría solucionar los pequeños desprendimientos que ocurren en esa zona cuando llueve, y no el vallado metálico que propuso ese señor en su día. No tiene visión estética alguna, no tiene ni idea de lo que significa el paisaje para Lanzarote. La gente de otras islas se reirá cuando le dicen de colocar vallado metálico en risco de de apenas 8 metros de alto, cuando ellos tienen acantilados de 1500 metros, con desprendimientos cada dos días.

Añadir nuevo comentario