La nueva creación del lanzaroteño Paco Delgado: lujo años 30 viste la 'Muerte en el Nilo' de Branagh
Con dos nominaciones al Óscar a mejor vestuario, el creador ha contado con un millón de doláres para el vestuario de 'Muerte en el Nilo', la última película en la que participa
El director y actor británico Kenneth Branagh vuelve a sumergirse en el mundo literario de Agatha Christie y a interpretar a su mítico detective Hércules Poirot en una nueva versión de 'Muerte en el Nilo', en la que el lanzaroteño Paco Delgado ha sido el encargado de diseñar el vestuario.
Nominado al Óscar a mejor vestuario por 'Los Miserables' (2012) y 'La chica danesa' (2015), Paco Delgado (Lanzarote, 1965) pone su talento al servicio de una gran producción, en la que solo en su departamento se ha invertido alrededor de un millón de dólares. "Parece mucho, pero siempre quieres más", comenta divertido a Efe.
"Me gustan los directores que tienen un concepto claro de lo que quieren y Branagh quería un vestuario de época que no lo pareciera, con el que el público pudiera verse reflejado", señala.
Eliminó bordados y estampados para trasladar el glamur sofisticado de los años 30 a piezas de lujo muy actuales, sin excesos, pero aderezadas con excepcionales joyas de Tiffany pertenecientes a su archivo y de sus colecciones más actuales, que incluye su mítico collar de diamante amarillo de 128,54 quilates.
La historia se desarrolla junto a las pirámides de Egipto, durante las vacaciones de Poirot a bordo de un bellísimo barco de vapor, un lugar idílico que se convierte en el escenario perfecto de varios asesinatos, durante la luna de miel de la que se supone es "la pareja perfecta".
Además de Branagh completan el reparto Gal Gadot, Emma Mackey, Tom Bateman, Annette Bening, Rose Leslie, Jennifer Saunders y Letitia Wright.
Al servicio de la historia
Delgado, Goya a mejor vestuario por 'Blancanieves' (2012) y 'Las brujas de Zugarramurdi' (2013), firma también el de 'La piel que habito' y en todos ellos sigue una constante con humildad: "Estar al servicio de la historia".
"Tengo mi ego, pero el vestuario no debe sobresalir por encima de ella", advierte este creador que es consciente de que su trabajo no es el mismo que el del diseñador que presenta su colección sobre las pasarelas. "No trabajo con referencias personales, ni espero los aplausos al final de un desfile".
La primera secuencia de 'Muerte en el Nilo' es crucial para enmarcar a los personajes, en especial a ellas. Gal Gadot (Linnet Ridgeway) luce un vestido plateado metálico. Delgado quería que tuviera que ver con el frío, que reflejara el poder, el dinero y la personalidad que representa el personaje para el que trasladó el estilo del Hollywood clásico con un aire a Carole Lombard.
Un personaje frágil, al que odian todos los que la rodean que viste con tonos claros para representar ese estado de "debilidad".
Su vestido de novia es el favorito del figurinista. "Fue muy compleja su confección", advierte. Realizado en gasa de seda, cortada al bies de los años 30, "ideado para modelar el cuerpo de la mujer", con las costuras estratégicamente colocadas, "es casi arquitectura; tardamos un mes en hacerlo".
Su tono nude se confunde con la piel para resaltar el diamante Tiffany, un complemento crucial para la historia.
Mientras que Emma Mackey (Jacqueline De Bellefort), su amiga y antagonista en el trío pasional que protagonizan junto a Armie Hammer (Simon Doyle), luce varios diseños en rojo espectaculares, el primero de ellos con un guiño en las mangas a los claveles en flor.
"Los malos son más sugerentes, quería que a través del vestuario reflejara la pasión y el odio", y el rojo la conecta con el poder. "A los malos hay que tratarlos con cariño porque siempre hay una razón detrás", dice sonriente.
Un vestuario que muestra la sensualidad del lugar en el que se desarrolla la acción, un Egipto "caluroso, donde las telas se pegan al cuerpo y el viento ondula".
Más de 160 trajes
Piezas artesanales, solo los personajes principales tienen entre 12 y 16 cambios cada uno, de un total que suma alrededor de 160 trajes.
Un trabajo que requiere pruebas y más pruebas, "no siempre sale a la primera el diseño que piensas", e incluso la confección de dos o tres vestidos para la misma secuencia ante el temor de que las delicadas telas se rasguen o una mancha pueda estropear una toma.
Delgado asegura que el hándicap del cine español frente al internacional está en el presupuesto, "el sector está lleno de buenos profesionales" y reseña orgulloso que él es un "producto del cine español, todo lo que sé lo he aprendido aquí".
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