Espacios naturales de Lanzarote convertidos en circuitos de vehículos 4x4
Científicos del CSIC en la Isla alertan de la degradación ambiental que suponen estas prácticas “tan ilegales como impunes” en áreas protegidas
Espacios protegidos de El Jable y el Monumento Natural de Los Ajaches han terminado convirtiéndose en rutas y circuitos ilegales de vehículos 4x4, sobre todo los fines de semana, cuando hasta una veintena de corredores dan rienda suelta a su afición, “en la más absoluta impunidad”, según denuncia el investigador predoctoral del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Alberto Ucero.
El investigador dice haber llegado a la conclusión de que esta supuesta permisividad de los responsables públicos competentes en la gestión de estos espacios es producto de una desidia institucionalizada. Habla, incluso, de una suerte de “conducta caciquil” por la inacción de las autoridades “en una Reserva de la Biosfera como es Lanzarote”.
En la zona de jable entre Famara, Soo y Muñique y en la parte alta de Los Ajaches, los vehículos se concentran, sobre todo, los fines de semana, “que es cuando no hay vigilancia”, aunque, de hecho, parece que no hay mucha el resto del tiempo. Cabe recordar que en la Isla está prohibido salirse de las pistas o circular a más de 30 kilómetros por hora con estos vehículos.
Los investigadores insisten en los graves perjuicios para las especies protegidas de estas zonas especialmente frágiles, que terminan desplazándose de sus hábitats, espacios que están catalogados en la Ley del Suelo y de Espacios Naturales de Canarias como de alto interés ecológico y ornitológico, con presencia de Avutarda hubara, (Chlamydotis undulata fuertaventurae), el Alcaraván común (Burhinus oedicnemus insularum) o el Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus dacotiae), que tienen en el jable de Famara su zona de cría (Zona Especial Protección para las Aves Islotes del norte de Lanzarote y Famara).
Ucero considera varios factores a la hora de explicar esta “impunidad” de los aficionados a los todoterrenos en estos parajes. Por un lado, está la escasez de efectivos con los que cuentan los cuerpos de vigilancia de medio ambiente, ya sea Guardia Civil o Cabildo: “Puede decirse que la institución insular prácticamente tiene desmantelada esta área, con dos agentes para toda la Isla. Ello por no hablar de la desidia de concejales y alcaldes, hasta la consejera y la propia presienta del Cabildo, que es la máxima responsable”, insiste el investigador.
Además de los todoterrenos, también se ha documentado, esta vez en la zona de extracción de áridos de Tiagua y Muñique, la presencia de motos de enduro para campo través, normalmente a cargo de conductores muy jóvenes. Estos vehículos se dispersan fácilmente por su agilidad y pequeño tamaño, lo que les permite maniobrar fuera de los caminos acondicionados y perderse o escapar de las patrullas que son alertadas. La dificultad para localizar estas motos es que van sin matrícula.
“El ruido de los motores obliga a los animales a desplazarse de su hábitat”
Aunque la normativa municipal de Teguise y la autonómica estipulan sanciones administrativas, lo cierto es que no se están aplicando. La “circulación, parada o estacionamiento de vehículos fuera de las pistas habilitadas al efecto” en los espacios naturales protegidos o sus zonas periféricas de protección, están calificadas como infracciones leves y conllevan sanciones de entre 600 y 6.000 euros.
Por su parte, la “alteración de las condiciones de un espacio natural protegido mediante la emisión de ruidos” y “cualquier otro acto prohibido por los planes y normas de los espacios naturales protegidos, así como el incumplimiento de los condicionantes previstos en el título administrativo para los actos autorizados” son considerados infracciones leves en la normativa y estipulan multas de entre 150 y 600 euros.
Sin embargo, la política sancionadora no se está aplicando, “lo que da sensación de impunidad, de que se están permitiendo abiertamente estas actividades, que, además, son repetitivas y con grupos que ni siquiera se esconden. Se están haciendo rutas a pleno día, a la vista de todo el mundo. Es un escándalo que haya cero preocupación por estos parajes y por la afectación de estas actividades en la naturaleza”, sentencia Ucero.
Daños en los espacios
Los científicos inciden en la riqueza natural y etnográfica que supone El Jable: “Tiene una parte agrícola, también acoge yacimientos paleontológicos y dunas móviles y es el hogar de especies endémicas protegidas, tanto de flora como de fauna, una biodiversidad afectada por la erosión del suelo que, además, deteriora el paisaje”.
Rastros muy visibles de esta degradación son “las marcas de las rodaduras”, pero también están los ruidos que producen los vehículos, “ruidos que son menos demostrables, como el de los motores de las motos, que afectan de tal forma a los animales que se tienen que desplazar de su hábitat. Otros son atropellados. Hemos encontrado bastantes ejemplares muertos tanto en caminos de tierra como en carreteras”, explica Ucero.
Comentarios
1 Anónimo Vie, 28/05/2021 - 08:52
2 Conejero Vie, 28/05/2021 - 08:57
3 Marita Vie, 28/05/2021 - 09:19
4 Tierra Vie, 28/05/2021 - 10:22
5 Pufete Vie, 28/05/2021 - 10:32
6 Sin Esperanza Vie, 28/05/2021 - 11:14
7 No importa Vie, 28/05/2021 - 11:40
8 Anónimo Vie, 28/05/2021 - 16:56
9 Desobediente Vie, 28/05/2021 - 21:07
10 Coherente Vie, 28/05/2021 - 21:19
11 Anónimo Vie, 28/05/2021 - 21:47
12 No importa Sáb, 29/05/2021 - 04:01
13 No importa Sáb, 29/05/2021 - 04:02
14 Mi isla Sáb, 29/05/2021 - 09:31
15 Anónima Sáb, 29/05/2021 - 13:28
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