La institución insular alerta al Gobierno del “coste medioambiental” de la acuicultura, la “pérdida de calidad del agua” y su “grave impacto turístico” para Lanzarote
El recurso del Cabildo a las jaulas: “atraen” tiburones y generan “malos olores” y lodos
La institución insular alerta al Gobierno del “coste medioambiental” de la acuicultura, la “pérdida de calidad del agua” y su “grave impacto turístico” para Lanzarote
El recurso del Cabildo de Lanzarote a la instalación de jaulas marinas en el litoral de la Isla contiene un catálogo de descalificaciones a una actividad, cuya falta de control ya levantó críticas en Playa Quemada. “La pérdida de calidad del agua”, señala la institución insular, afectaría a las playas y a la “vida marina”. La proliferación de jaulas “perjudicaría” a la “pesca artesanal tradicional” y supondría un “grave impacto turístico” para Lanzarote.
El Cabildo y ayuntamientos como el de San Bartolomé, que se ha sumado al recurso, han reaccionado a la ordenación de casi 9,3 kilómetros de costa, desde Arrecife a Puerto del Carmen.
Las instituciones reclaman al Gobierno de Canarias la suspensión de la orden porque su ejecución, advierten, “puede suponer perjuicios de imposible o difícil reparación” por el “coste medioambiental” de instalar jaulas en las zonas previstas “sin contar con todos los avales” técnicos.
En el recurso del Cabildo, al que ha tenido acceso Diario de Lanzarote, se argumenta que ni la institución insular ni los municipios afectados por las zonas contempladas para la ubicación de jaulas, prácticamente desde Costa Teguise hasta el faro Pechiguera, según el Plan Regional de Ordenación de la Acuicultura en Canarias, “han podido plantear cuestiones de máxima importancia en la explotación de la actividad”.
“Las especies que se explotan en este tipo de acuicultura con jaulas en Canarias”, señala el recurso, son, básicamente, la lubina y la dorada, “especies que, al ser criadas de manera masiva, pueden suponer un grave impacto en la fauna marina natural de la isla de Lanzarote”.
En concreto, añade el Cabildo, “la lubina, como depredador, podría suponer un desequilibrio en el ecosistema de la Isla, que revierte directamente en otra forma de explotación turística como es la pesca artesanal y el buceo”.
Así, argumenta que “aunque se trata de jaulas, nada impide que haya posibles escapes de las mismas, como ya sucedido en otros lugares”.
El recurso, dirigido a la Consejería de Pesca que dirige Alicia Vanoostende, subraya que “la acumulación de piensos en el fondo marino y de los excrementos de los peces supone la creación de una zona lodosa, que es materia orgánica en descomposición” y que “genera malos olores”. “Con las corrientes” del mar, todo eso “llegaría a las playas, afectando a la calidad de las aguas y la posibilidad de baño”.
En el recurso también se resalta que el litoral en el que se plantea la ordenación de las dos primeras zonas de acuicultura, que abarcan 12,3 millones de metros cuadrados de Arrecife a Playa Honda y enfrente de Puerto del Carmen, cuenta con playas de uso “residencial pero también turístico”.
“Peligro”
Por otra parte, desde el Cabildo también se asegura que “este tipo de explotaciones atraen a otros depredadores de gran tamaño, como tiburones y marrajos, con el peligro que ello supone para las actividades que se desarrollan en el litoral”, como deportes náuticos, surf, natación o buceo.
En el recurso se insiste en que por la “experiencia” de la acuicultura en Lanzarote, con las jaulas en Playa Quemada, se han apreciado efectos desfavorables. “La explotación de jaulas genera que, en función de las mareas y vientos, la masa lodosa de material orgánico” que produce la actividad llegue a la playa provocando “mala calidad del agua de baño, con aguas turbias y malos olores por la descomposición orgánica”.
Aunque la competencia para ordenar el espacio marino para la acuicultura y conceder las autorizaciones corresponde al Gobierno de Canarias, el Cabildo sugiere que es su responsabilidad pronunciarse, sobre todo “teniendo en cuenta las zonas donde se pretende instalar las jaulas”.
“Espacio de reflexión”
La consejera de Pesca abre la puerta a un “espacio de reflexión” en Lanzarote
En una intervención reciente en el Parlamento, la consejera regional de Pesca, Alicia Vanoostende, reconoció que “hay una confrontación social en Lanzarote con respecto a la actividad acuícola”, que en su opinión está “mal entendida”, pero que es “mucho más respetuosa en los últimos años”.
La consejera añadió que era un mandato del Plan Regional de Ordenación de la Acuicultura desarrollar las zonas donde se pueden instalar jaulas marinas. Vanoostende aseguró que en Tenerife hay jaulas “a 1.000 metros de playas con bandera azul” y “no generan ningún problema”.
“La acuicultura ha mejorado muchísimo”, defendió Vanoostende, quien no obstante reconoció que “la sociedad de Lanzarote tiene una actitud crítica” y dejó abierta la puerta a abrir un “espacio de reflexión” sobre las jaulas frente a Arrecife, Playa Honda y Puerto del Carmen.
Comentarios
1 Sin Esperanza Vie, 14/05/2021 - 10:13
2 Ojete Vie, 14/05/2021 - 15:11
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