En la última edición de las Jornadas de Historia de Teguise, el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Pablo Atoche, afirmó que la colonización de Lanzarote pudo ser muy anterior a lo que se creía hasta ahora, “en torno al año 1.000 antes de Cristo”. Atoche, junto a su equipo, comenzó a excavar en el yacimiento de El Bebedero en los años ochenta, y en estas últimas décadas también lo han hecho en Buenavista, Tinache, Los Corrales o la Cueva del Majo. Sus investigaciones intentan establecer una secuenciación cronológica y cultural, remontarse lo más atrás posible, para llegar a conocer los primeros momentos de la colonización o poblamiento de Canarias.

Esa misma semana, el pasado mes de octubre, el Monumento al Campesino acogió las Jornadas de divulgación Arqueología bajo el jable: pasado, presente y futuro de la investigación en el yacimiento de Fiquinineo-La Peña de Las Cucharas, organizadas por el Área de Patrimonio Histórico del Cabildo, para explicar los avances en la investigación de este yacimiento que se centra en otra época diferente y en el estudio de un poblado que pudo estar habitado durante más de cinco siglos a partir de la población morisca que llegó esclavizada.

Y en los mismos días, aproximadamente, se celebraron en Yaiza las VI Jornadas Rubicenses para dar a conocer algunos resultados de la exploración arqueológica del yacimiento de San Marcial del Rubicón, que se centra en el estudio del momento de la llegada de los normandos a principios del siglo XV y donde ya se han encontrado hasta 18 esqueletos.

Son tres yacimientos bien diferentes, con tres equipos distintos que llegan a conclusiones en ocasiones complementarias y en otras contrapuestas. Más allá de la coincidencia en las fechas de las tres jornadas, cabe preguntarse si la investigación del pasado está de moda: si hay más interés por el pasado, si hay más campañas, más presupuesto, más publicaciones, más estudios o más difusión. La asistencia a las Jornadas, tanto presencialmente como online, parece revelar un interés creciente por parte del público. Todos los organizadores se muestran satisfechos con el seguimiento.

Por otra parte, el libro Majos. La primitiva población de Lanzarote. Islas Canarias, editado por la Fundación César Manrique en 1999, que recoge un compendio del conocimiento sobre los antiguos pobladores de la Isla, escrito por Nona Perera, Antonio Tejera y José C. Cabrera Pérez, fue escogido por una encuesta como uno de los diez libros más relevantes de la historia de Lanzarote e incluida su reseña en un libro coral sobre esos diez libros editado por el Servicio de publicaciones del Cabildo. Parece que el interés existe.

El arqueólogo Jesús Cáceres, que participó en la búsqueda de la segunda ermita de San Marcial en Las Vistas del Santo, señala que parece que hay un mayor interés por parte de la sociedad en conocer su cultura o su historia, que antes no se demandaba. Destaca que además de esas tres grandes excavaciones y la de Zonzamas, hay otras más pequeñas, como esa de Maciot o la de la Cueva del Majo en La Degollada. Dice Cáceres que hay otro elemento novedoso a la hora de licitar obra pública, como carreteras u otras, ya que se obliga a que haya expertos en arqueología y hagan un seguimiento y control, por lo que no solo hay más sensibilidad ahora, sino que pueden aparecer nuevos yacimientos con mayor facilidad.

“Hay que invertir mucho en investigación y tener un corpus científico potente”

Ricardo Cabrera es inspector de patrimonio histórico del Cabildo de Lanzarote. Asegura que Lanzarote es la isla donde más excavaciones hay en activo, algunas de ellas sistemáticas o ya históricas y otras que se van encontrando. Por eso, afirma que “va a ir a más” ya que esos nuevos yacimientos pueden deparar “hallazgos relevantes”.

Como decía Cáceres sobre las obras, unos trabajos de canalización hicieron que se hallara un esqueleto, con unas mordeduras de perro, del siglo XII o XIII. También alude Cabrera a la conciencia ciudadana, ya que muchas personas avisan al Cabildo de posibles restos que se pueden encontrar cuando se hacen obras privadas. “Hay una concatenación de muchos factores”, señala.

Añade que el Cabildo está poniendo más énfasis en la arqueología con los yacimientos de Fiquinineo y Zonzamas, aunque los resultados lleven tiempo, pero cree que en breve podrá haber una exposición temporal sobre el yacimiento de Fiquinineo. También destaca un convenio de investigación con las universidades y con el Gobierno de Canarias para profundizar en el conocimiento de Zonzamas y analizar todo el material que se extrajo en el pasado, además de becas de investigación para formar doctores. “Hay una batería de medidas que deben cristalizar en avances”, señala.

Narrativa

Cabrera cree que es necesario el Museo Arqueológico, pero que hace falta contar con una narrativa histórica, invertir mucho en investigación y tener un corpus científico potente. “Siempre va a haber discusiones y está bien que las haya”, añade, pero hace falta investigar. También apunta que es muy importante la difusión, y apunta que un tercio del presupuesto se destina a difusión y divulgación porque es algo “estratégico”. A los yacimientos se les obliga a hacer visitas escolares y de otros colectivos y diseñar experiencias de aprendizaje para los centros educativos para que el profesorado pueda trabajarlo en clase.

Pablo Atoche dice que sus descubrimientos “le dan la vuelta a muchas convicciones que parece que había” y generan un interés que hace, a la vez, que se sigua investigando. Señala que los equipos de las universidades publican de manera periódica los resultados, pero que hay dificultades para publicar una monografía de calidad por su coste y que hace falta más implicación “para publicar estas realidades”, que alguien lo financie. También hace falta presupuesto para analizar muestras. Señala que hace falta continuidad y dice que no es lo mismo un proyecto de investigación que cuenta solo con intervenciones puntuales que uno que tiene un apoyo constante.

Según Atoche, parece que hay un interés también por el mundo amazigh, que habla de la identidad de Canarias a través del interés por estos pueblos, aunque ese interés tampoco es nuevo. “Nosotros hace 40 años que ya hablamos de esto y no hemos cambiado en ningún momento”, dice. Cree que Lanzarote está en la vanguardia de estos estudios y que la historia de Lanzarote es muy relevante respecto a la historia de Canarias porque sus excavaciones revelan las dataciones más antiguas. En el interés por lo que revele Lanzarote sobre la historia de todo el Archipiélago coinciden todos los expertos. Considera que “la difusión es fundamental” y que las jornadas o conferencias que han llevado a cabo en los últimos tiempos están generando mucho interés.

Exponer

Por su parte, María Antonia Perera, exdirectora general de Patrimonio del Gobierno de Canarias, dice que es importante exponer públicamente los resultados de una campaña y cree que ahora se da más difusión. Señala que en la Isla se sigue trabajando básicamente en los mismos yacimientos que hace años, pero lo que hace falta es más continuidad. “Más que para excavar hace falta dinero para investigación porque muchas veces con el dinero que hay no es suficiente y se excava pero luego no se analiza”.

“Cada excavación o cada estudio aporta una visión de la historia”

Pone el ejemplo de San Marcial del Rubicón, donde el análisis de los 18 esqueletos que han aparecido se va a llevar gran parte del dinero. “Hace falta más dinero para entender lo que se extrae”. También apunta a una concentración de las excavaciones en la parte central de la Isla. En el Sur solo está San Marcial del Rubicón y dos campañas en La Degollada, y en el Norte tampoco hay. 

Perera apunta a que sigue existiendo controversia en la cronología y en la forma de entender el poblamiento y se pregunta cómo se soluciona esto ya que hay dos visiones: la romana o púnica y la visión líbico-bereber que habla de una época más temprana de ese poblamiento. Dice que hay una “diferencia muy grande” y que faltan lugares de encuentro de los equipos y discusiones, aunque “debería tratarse de una discusión científica sin más”.

Imágenes del yacimiento de Zonzamas.

Difusión

Cáceres señala que ahora hay más interés por la difusión y que cree que falta más interés por parte de las instituciones: sacar antes los proyectos, que la licitación sea interesante y que haya continuidad tanto a lo largo del año como en diversos años. Y además de eso, empezar a investigar de forma más profunda. Cree que “los enfrentamientos están más que solventados” y que “son cosas del pasado”.

“Cada uno tiene un punto de vista diferente y cada excavación o cada estudio aporta una visión de la historia”, apunta. En breve, va a comenzar una excavación en Guanapay, en la base del Castillo. Señala que cada excavación responde a un momento o un aspecto de la historia y pueden ser complementarias.