La Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, dirigida por Sebastián Franquis, ha decidido este miércoles adjudicar por 1,1 millones de euros la elaboración del proyecto de una nueva autovía entre Playa Honda y Arrecife, por suelo rústico virgen, a la oferta del grupo de empresas del que forma parte la del exconsejero socialista José Francisco 'Caco' Henríquez.

El ingeniero, empresario y exdirigente del PSOE en Canarias fue concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y consejero autonómico de Política Territorial, y tuvo un papel decisivo en los estudios previos encargados por la Consejería de Obras Públicas, que concluyeron que el soterramiento de la LZ-2 a su paso por Playa Honda era la opción mejor puntuada desde el punto de vista medioambiental.

Sin embargo, los críticos con el proyecto de nueva autovía por el exterior de Playa Honda hasta Arrecife han denunciado que en los dos estudios previos se aplicaron distintos baremos, primando el aspecto económico frente al medioambiental, lo que hizo que en los informes de Henríquez tuviese mejor puntuación global la circunvalación frente al soterramiento.

Así, en un estudio firmado por tres ingenieros, uno de ellos José Francisco Henríquez, de octubre de 2020, sobre cuatro opciones de circunvalación a Playa Honda, el apartado medioambiental se valoraba con tres puntos, los aspectos socioeconómicos con cinco y los técnico-económicos con dos puntos. En el otro estudio, fechado en diciembre de 2021 y que comparaba las opciones de circunvalación con las de soterramiento, la puntuación medioambiental se reducía a dos puntos y la técnico-económica se aumentaba a tres puntos.

“Conocimiento de la zona”

Ahora, en la adjudicación del proyecto de la nueva autovía, ya denominada LZ-5 por el Gobierno de Canarias, la oferta en la que participa la empresa de Henríquez es la que obtiene mejor puntuación (42,5) en la valoración de uno de los criterios, que abarca, entre otros aspectos, el “conocimiento de la zona”, la “problemática a resolver” y las “posibles soluciones a aplicar”.

En la valoración de otro de los criterios, evaluable “automáticamente”, como es la oferta económica, hay dos propuestas con mejor valoración (45 y 44,05 frente a un 43,92). Sin embargo, la puntuación global inclina la balanza a favor de la oferta de la unión temporal de empresas Grusamar, Gestión Integral de Proyectos e Inversiones en Canarias y Henríquez Sánchez Ingeniería y Arquitectura.

Suelo de protección natural

La nueva autovía por la que apuesta el Gobierno de Canarias tendría una longitud de ocho kilómetros, principalmente sobre suelo rústico de protección natural. Aunque el foco se ha puesto en Playa Honda, más de tres kilómetros discurrirían por suelo rústico de Arrecife, también de protección natural.

La autovía, partiría desde las inmediaciones del aeropuerto, atravesaría la zona industrial de Playa Honda, en un espacio en el que ahora hay un grupo de naves en explotación, circunvalaría el polígono y se adentraría en el municipio de Arrecife, de forma paralela a la actual LZ-2. A la altura de la urbanización de La Bufona se abrirían tres ramales: uno hacia la costa para enganchar con la Circunvalación de Arrecife, otro continuaría hacia la misma Circunvalación, a la altura de las Maretas, y otro se dirigiría, por el exterior de Argana, en dirección a la carretera que conecta la capital con San Bartolomé.

Seis carriles

Las condiciones que pide la Consejería de Obras Públicas para la elaboración del proyecto de la nueva autovía es que se diseñe una carretera de “un mínimo” de dos carriles por sentido, pero ya se adelanta por parte del Gobierno que lo “previsible” será que cuente con un total de seis carriles, de tres metros y medio de ancho cada uno, y, de hecho, en las bases de la licitación se considera “preferible la sección de tres carriles” en cada dirección.

En uno de los estudios previos firmado por Henríquez, se estimó que la alternativa defendida por la Consejería de Franquis supondría la eliminación de 345.800 metros cuadrados de suelo rústico y otros 35.930 metros cuadrados de suelo urbano, con un coste de expropiación de 17,4 millones de euros. La alternativa del soterramiento del tramo de la LZ-2 a su paso por Playa Honda recibía en el estudio previo mejor puntuación medioambiental (11,6), mientras que la elegida por el Gobierno “es la peor valorada ambientalmente”, con un 8,4. En el apartado socioeconómico también se imponía el soterramiento: 37 frente a 36. Solo en el apartado económico sacaba ventaja la nueva autovía (16,8 frente a 12). Sin embargo, según el mismo estudio previo, el soterramiento costaría menos de 60 millones de euros y la autovía exterior más de 75 millones de euros.