El fútbol sala en Lanzarote, un deporte que agoniza
La falta de infraestructuras, de apoyos económicos y de compromiso de los jugadores no ayuda al desarrollo de una modalidad que llegó a vivir momentos de gloria en la Isla
El fútbol sala en la isla de Lanzarote ha sido testigo de glorias pasadas, de un presente lleno de retos y con un futuro que depende del esfuerzo conjunto de clubes, jugadores y administraciones. Recientemente se produjo la retira de la competición de Segunda División B del Trican Lanzarote, debido a la falta de apoyos económicos y del compromiso de los jugadores. Las personas relacionadas con el fútbol sala señalan que las malas instalaciones deportivas no ayudan al crecimiento de esta modalidad deportiva.
Lanzarote fue una vez el epicentro del fútbol sala en España, sede de la primera Copa del Rey de esta disciplina, donde estuvieron los mejores equipos del país. El Lanzarote Playas del Sur, por ejemplo, llegó a la División de Plata y estuvo a punto de ascender a la Primera División, con jugadores que posteriormente formaron parte de la selección española. Sin embargo, la renuncia de este equipo, debido a la falta de apoyo económico, marcó el inicio de un declive que todavía se siente hoy en día.
El fútbol sala en Lanzarote ha pasado por una transformación significativa, desde un auge impresionante hasta una lucha constante por mantenerse relevante y competitivo. Según Ginés Leal, presidente del Tinache FS, “desde mediados de los años 2010 este deporte es un enfermo que se mantiene a duras penas”.
Leal destaca la falta de instalaciones adecuadas y la competencia desleal con el fútbol 11, que dispone de más y mejores recursos. “El fútbol sala apenas cuenta con instalaciones dignas para entrenar o competir”, afirma Ginés, quien añade que muchas veces los equipos se ven relegados a canchas de cemento en colegios.
Carlos Vallejo, entrenador del Adassa, coincide en que el estado de salud del fútbol sala es mediocre y subraya la falta de compromiso por parte de los jugadores y la necesidad de entrenadores titulados que trabajen desde la base. “Si no, no hacemos nada,” advierte Vallejo. El técnico también menciona que “la doble participación en fútbol y fútbol sala” de algunos jugadores “perjudica a este último deporte, ya que cuando coinciden las competiciones, el fútbol sala es el que sale perdiendo”.
Ginés Leal: “Este deporte es un enfermo que se mantiene a duras penas”
Josué Pérez, entrenador del Gotiagua, describe “un panorama crítico, donde las categorías inferiores están prácticamente desaparecidas”. “Las instalaciones en la Isla son lamentables,” señala. También añade que la falta de motivación y las pocas jornadas de la Liga Preferente contribuyen a una desgana general. Además, “muchos juegan por el dinero y eso ha cambiado la motivación y las ganas”, agrega Pérez, refiriéndose a la pérdida de la ilusión entre los jugadores.
Roberto González, exdirector general del Lanzarote Playas del Sur y entrenador del Cofradía FS, añade que “los clubes no están trabajando en la base, lo que impide el desarrollo de una sensación de pertenencia y la práctica continua del deporte”. “La escasez de instalaciones y su mala gestión son los principales obstáculos,” afirma González. “Es difícil que los equipos se vayan nutriendo con el paso de los años sin una base sólida”, recalca.
Por otro lado, José García, entrenador del Trican Lanzarote y miembro del Comité de Fútbol Sala de la FIFLP, ofrece una visión más positiva, describiendo la situación actual como un “renacimiento”. García cree que “con más categorías inferiores y una mejor gestión de las ligas escolares, el fútbol sala en Lanzarote podría mejorar significativamente en los próximos años”. “Necesitamos tener una categoría cadete que enlace con las escolares”, sugiere.
Marcos Bergaz, árbitro de fútbol sala, también ve “potencial de mejora, especialmente en el fomento del fútbol sala desde edades tempranas y en la creación de más canchas adecuadas para la práctica del deporte”. Según Bergaz, la falta de un equipo en División de Plata limita la visibilidad del fútbol sala en la Isla y subraya la necesidad de incentivar a más personas a vivir el fútbol sala como árbitros.
Josué Pérez: “El panorama es crítico, las instalaciones son lamentables”
Finalmente, Manolo Hernández, presidente del Comité de Fútbol Sala de la FIFLP, reconoce que “el estado de salud no es el mejor”, pero destaca “los esfuerzos continuos para mejorar la situación a través de cursos de entrenadores y la eliminación de cupos de equipos para los ascensos de categoría”. “Desde el Comité de Fútbol Sala se trabaja en una sola dirección: mejorar el fútbol sala en todos los aspectos,” afirma Hernández. “Llevamos muchas temporadas queriendo empezar las competiciones desde prebenjamines, pero no lo logramos”, comenta, refiriéndose a los esfuerzos por fomentar la base desde edades tempranas.
Revivir años dorados
El fútbol sala en Lanzarote está en una encrucijada. Mientras algunos ven signos de renacimiento, otros observan con preocupación cómo las dificultades económicas, la falta de infraestructuras y la escasez de apoyo institucional continúan afectando negativamente al deporte. Sin embargo, la pasión por el fútbol sala sigue viva, y con el esfuerzo conjunto de todos los implicados, es posible que Lanzarote recupere su lugar destacado en este deporte.
El futuro del fútbol sala en la Isla dependerá de la capacidad de adaptación y la voluntad de invertir administrativamente en las categorías inferiores, así como de una gestión eficiente de los recursos y las instalaciones. Solo así, Lanzarote podrá aspirar a revivir aquellos años dorados y consolidar un futuro brillante para el fútbol sala.
Añadir nuevo comentario