El elevador para Tana aún no llega y ya ha tenido que aplazar una operación

El viernes 28 de abril, el Servicio canario de salud avisó a Tanausú Hernández de que la operación de su brazo derecho sería tres días después, el 1 de mayo, en el Hospital Insular de Gran Canaria. Llevaba esperando por esa operación, por diversos motivos, desde 2012. Si salía bien, le iba a permitir estirar el brazo y tener, por tanto, más movilidad y algo más de autonomía, en una persona que tiene una discapacidad del 95 por ciento y que no se puede mover de la cama sin ayuda.
El traslado fue "horroroso", dice su madre. Tana es muy grande y pesa más de cien kilos. Se quedó encajado en los asientos del avión y no salía. Ya en el Hospital, los médicos descartaron la operación porque tiene los músculos muy rígidos. Primero quieren desestimar que se trate de "algo en la médula", señala Tana, pero lo más probable es que la "pérdida de fuerza" en el músculo sea por la falta de actividad.
Tana pasa la mayor parte del tiempo en su cama. Sale de casa una o dos veces por semana cuando lo pueden sacar su hermano y un amigo. Vive en un segundo piso y tienen que bajarlo y subirlo por la escalera. "Hay días que le digo a mi hermano que no salgo porque tiene dos hernias y no quiero que acabe mal", dice.
Así que sale poco. "Es normal que los músculos se le atoren", dice su madre, que explica que hace dos años le quitaron la rehabilitación, pero puntualiza Tana que si tuviera elevador para salir de casa podría ir por su cuenta a la piscina y moverse.
Pero el elevador no llega. El Ayuntamiento de Arrecife le dio una subvención para instalarlo que debía justificar en el plazo de un año pero no le dio el permiso para hacer la obra porque la vecina de abajo se niega a permitirla. En enero logró un nuevo proyecto para el que no necesita el permiso de la vecina, y una prórroga para la subvención, que acaba en junio. El elevador va desde la terraza a la calle, directamente y sin foso. En la casa ya han puesto el transformador para que la instalación eléctrica aguante la potencia que necesitará el ascensor.
El Ayuntamiento tardó un mes en comunicarle a la familia que debía contratar a un arquitecto para redactar el proyecto
Solicitó el permiso a principios de febrero. La Oficina técnica hizo el informe técnico el 1 de marzo, y no es hasta el 3 de abril cuando el concejal de Urbanismo comunica a la familia que necesita contratar a un arquitecto para que redacte un proyecto de obra menor y para que garantice la seguridad de la estructura del edificio. Y le advierte de que con ese proyecto se debe dirigir a Recaudación para que le emitan la carta de pago de las tasas y los impuestos. La concejal de Ganemos, Leticia Padilla, asegura que deberían exentos del pago de esas tasas y señala que el proyecto lo podía haber hecho la Oficina técnica municipal.
Ahora tendrá que pedir una nueva prórroga para justificar el gasto y esperar que el proyecto cumpla con los requisitos. Mientras tanto, cada vez que va al médico tiene que llamar a los bomberos, "y son dos o tres veces al mes porque como se pasa todo el día encerrado, cuando sale se pone malo", dice su madre.
"De la Mesa de Transporte ya me dicen que a ver cuándo ponemos el elevador porque cada vez que llaman a los bomberos es muy caro", asegura. Recientemente, después de salir de Urgencias, tuvo que esperar dos horas para que fueran a buscarle los bomberos porque estaban apagando un incendio. "Y porque lo apagaron rápido, que si no me pago allí cinco o seis horas", dice Tana, que cree que "con todo lo que se han gastado en bomberos, me podía haber comprado una casa".
Comentarios
1 Hastalaspelotas Mié, 10/05/2017 - 16:10
2 Mi nombre para qué? Mié, 10/05/2017 - 17:52
3 Maria Mié, 10/05/2017 - 22:22
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