El Cabildo de Lanzarote ha incoado un nuevo expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con las categorías de Monumento y Jardín Histórico, los Jameos del Agua y su auditorio. El primer intento para proteger este espacio se remonta a abril de 1994. La nueva resolución se ha publicado este viernes en el Boletín Oficial de Canarias (BOC).

A la incoación de 1994 le siguió una ratificación en junio de 2003, pero en marzo de 2020 la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Canarias procedió a declarar la caducidad de diversos expedientes de bienes de interés cultural, entre los que se encontraba los Jameos del Agua y su auditorio.

El espacio se encuentra incluido en el catálogo de protección del Plan Insular de Ordenación (PIO) de 1991 y en el catálogo arquitectónico municipal de Haría, con un grado de protección monumental.

“En los Jameos del Agua, César Manrique define un peculiar sentido del espacio en el que incluye alguno de sus elementos más humildes”, señala la propuesta de resolución. “Están diseñados como una obra de arte global, que no se reduce a los límites de las artes tradicionales”.

El artista se ocupó de la demarcación de los espacios del complejo, incluyendo el logotipo de señalización del sitio en forma de cangrejo y su realización a gran escala, posicionado junto al acceso principal.

Escultura del cangrejo

“En el caso de los Jameos del Agua, la concepción artística empieza muchos metros antes de llegar al recinto”, ya que el artista quiso colocar en la actual carretera LZ-1, a menos de un kilómetros antes de la entrada al centro, una segundo ejemplar del mismo modelo escultórico que da la bienvenida a los Jameos.

“Esta escultura de cangrejo se erige como casi la única expresión humana en un paisaje dominado por malpaís y tabaibas. Se trata sin duda alguna de toda una declaración de intenciones del artista, una forma de interaccionar y condicionar al visitante desde minutos antes de su llegada al lugar”, añade la resolución, que concluye: “Se trata de un elemento que forma parte del Bien de Interés Cultural”.

Proyecto del Gobierno

Se da la circunstancia de que el proyecto de intervención en la carretera entre Guatiza y Órzola planteado por el Gobierno de Canarias, la Consejería de Obras Públicas consideraba, dentro de los “principales problemas” de la vía, buscar “una nueva ubicación” para el “monumento realizado por César Manrique”.

El Cangrejo de César, emplazado en una isleta, es uno de los elementos característicos de la red viaria en el norte de la Isla y anuncia la proximidad de los Jameos del Agua, a unos 700 metros de distancia. En las bases de la contratación del proyecto de la carretera por parte del Gobierno no se aportaban estadísticas ni datos de accidentes que justificasen que fuese peligrosa su actual ubicación.

Foto: Adriel Perdomo.

Valores

En la incoación del BIC se destaca que la visita comienza por el jameo Chico, al cual se desciende mediante una escaleras de caracol desdobladas en su tramo final y realizadas a base de piedra volcánica y un pasamanos de madera de riga quemada, sin aristas y barnizada. “La idea de descender al subsuelo genera toda una expectación por apreciar los valores naturales de un espacio que se presupone virgen de toda acción humana”, destaca.

Sin embargo, añade la resolución, “desde que se inicia el descenso se observa todo un conjunto de elementos diseñados y situados por el artista: mobiliario de la terraza, bancos, papeleras, jardineras colgadas para los helechos, velas en la cubierta... Se trata de un lugar en el que es evidente la acción humana pero su diseño y ejecución ha sido tan delicada que a veces cuesta distinguir donde empieza la acción del artista y donde acaba lo natural”.

Auditorio

En el extremo del jameo Grande se encuentra la entrada al auditorio, una de las piezas claves de este recinto. César Manrique desde el primer momento tenía la firme voluntad de crear en los Jameos del Agua un recinto para la danza y el teatro. Sin embargo, el discurrir de los trabajos y las continuas modificaciones del proyecto inicial, tuvieron como consecuencia que esta idea inicial fuera pospuesta varios años hasta que el 13 de octubre de 1977 se inaugura oficialmente.

Se trata de un teatro con capacidad para unas 600 personas aproximadamente que aprovecha la inclinación natural del suelo del tubo volcánico hasta la escena situada al fondo. “La propia naturaleza del espacio cuya estructura está conformada por las paredes y techo del tubo volcánico confieren a este lugar una carga sensorial única que envuelven y condicionan al espectador en una atmósfera casi mágica”, concluye la declaración del BIC.