“En relación con su escrito de fecha 28 de agosto de 2023, donde se nos solicita aportar el Informe de Costas del expediente de referencia en el que se indique que en el proyecto finalmente ejecutado se respetan los usos y cumplen las determinaciones de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, en la parte de la parcela que se encuentra en zona de servidumbre de protección, donde según la sentencia (...) se encuentra anulado el Plan General Supletorio de Yaiza, la propiedad ha solicitado con fecha 29 de agosto de 2023 mediante registro en la sede electrónica del Gobierno de Canarias-Demarcación de Costas de Canarias Las Palmas, dicho informe a la mayor brevedad posible”.

El Hotel Princesa Yaiza intenta conseguir de nuevo ante el Ayuntamiento de Yaiza la licencia urbanística. Y desde el año 2019 intenta conseguir también ante el Cabildo de Lanzarote la autorización del proyecto y la clasificación provisional del establecimiento hotelero. En ambos casos, de manera infructuosa, pero alargando el procedimiento. La propiedad del hotel está dando vueltas y más vueltas para llegar siempre a un punto muerto. Como ya informó el Ayuntamiento de Yaiza en 2016, el hotel, tal y como está construido es ilegalizable porque supera en más de 5.000 metros la superficie máxima permitida. En junio de 2021, el Ayuntamiento emitió un comunicado en el que afirmaba que su criterio no había cambiado y que seguía siendo desfavorable.

A pesar de eso, se sigue tramitando el expediente desde el año 2019. La petición con la que empieza este reportaje es uno de esos últimos intentos. El hotel pretende cambiar su categoría, de cinco estrellas a cinco estrellas gran lujo. En el año 2020, el departamento de Actividades Clasificadas del Cabildo emite un informe provisional por el que considera que sí cumple la legislación sectorial, pero el propio Cabildo aclara posteriormente que el informe no es definitivo y que Yaiza tiene que conceder la licencia urbanística correspondiente.

Es decir, el Ayuntamiento debe comprobar que cumple la normativa urbanística y el Cabildo debe conceder o no la autorización. “Dicho expediente debe terminar en todo caso con una resolución del Consejo de Gobierno Insular favorable o no a dicha solicitud, la cual no se ha producido dentro del expediente”, señala el Cabildo en uno de los informes incluido en el expediente.

El hotel utiliza la petición del cambio de categoría para mantener vivo el trámite de obtención de la autorización turística, a pesar de que no la puede obtener si no presenta un proyecto en el que derribe gran parte del edificio. En agosto de este año, Yaiza, dentro de esa petición, emite un informe de compatibilidad urbanística referido a la actividad solicitada, pero no al proyecto.

Respecto a la situación urbanística, señala que “el plan parcial ha sido recepcionado en las fases, áreas y servicios terminados conforme al proyecto de urbanización” y que, respecto a la parcela que ocupa el hotel, no faltan obras por ejecutar. “La actividad de hotel de cinco estrellas gran lujo y capacidad de 330 unidades y 660 plazas alojativas, a desarrollar en la parcela AB2, antigua parcela B, del Área Costa Papagayo, se ajusta a lo permitido por el Plan General Supletorio aprobado definitivamente el 29 de julio de 2014”.

No obstante, el Plan General está anulado por sentencia firme en la parte afectada por la servidumbre de Costas. Por eso, los servicios técnicos municipales señalan que se ajusta “en la parte de la parcela que se encuentra fuera de la servidumbre de protección”, mientras que en una parcela de 83 metros cuadrados que se encuentra dentro de esa servidumbre, la actuación deberá cumplir la Ley de Costas “para lo que se interesará preceptivo informe en el seno del expediente de tramitación de licencia”.

Informe

Para obtener este permiso, la propiedad del hotel, del empresario Juan Francisco Rosa, solicita al Cabildo que suspenda el procedimiento en tanto que obtiene dicho informe. El pasado 6 de septiembre, señalando esos antecedentes, solicita la suspensión del procedimiento y el plazo “para resolver mientras tanto se trámite en la Dirección General de Costas de Las Palmas el informe solicitado”.

Se sigue tramitando la autorización turística desde el año 2019

El consejero de Ordenación Turística, Jesús Machín Tavío, ordena “la paralización del plazo para resolver el expediente, hasta que obtengan la documentación requerida”, en un decreto en el que no se hace referencia al informe concreto de Costas, pero que se elabora en respuesta a la petición de la propiedad del hotel y en base a un informe del coordinador accidental de Actividades Clasificadas y Ordenación Turística, Antonio Cárdenas, que menciona la Ley del procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.

El caso es que solo unos días después de que el hotel pidiera el informe a la Viceconsejería de Planificación Territorial y Aguas del Gobierno de Canarias, el pasado 21 de septiembre, le remiten dicho informe firmado por el director general de Costas y Gestión del Espacio Marítimo Canario, Antonio Manuel Acosta Felipe. “La parcela en la que se encuentra el Hotel Princesa Yaiza -señala el informe- tiene una clasificación de suelo urbano (...). Se encuentra afectada en un extremo en aproximadamente 83 metros cuadrados de forma triangular en el lindero sur oeste del deslinde marítimo-terrestre, cuyos usos son cerramiento de la parcela y jardines, siendo usos no prohibidos y permitidos en la Ley de Costas”. Y añade: “Siendo este informe un acto administrativo de mero trámite que no decide ningún procedimiento, contra el mismo no cabe recurso alguno”.

Dos meses después de la emisión de ese informe, que no resuelve nada, el Cabildo no ha levantado la suspensión del procedimiento ni ha resuelto el expediente. No lo puede hacer de forma favorable porque para conceder la autorización definitiva, no la provisional, necesita la licencia urbanística del Ayuntamiento, que a su vez necesita que le presenten un nuevo proyecto que cumpla, pero mientras mantenga vivo el expediente puede justificar que está tramitando la autorización. Con la suspensión del plazo, el hotel mantiene la versión ante otras instituciones de que sigue tramitando la autorización turística.