Con un mar “planchadito” y un “regalo de día” empezaron a sonar los primeros acordes de Picarettas Reggae en el escenario Marina Lanzarote. La banda tinerfeña fue un imán para el público, que de cero a cien empezó a ambientar la plaza de Naos. Get up, stand up, “el himno de Amnistía Internacional” —un clásico de Bob Marley & The Wailers de 1973— tuvo un efecto automático: cabezas y caderas cimbreándose al sol de la tarde (cholas fuera, en algunos casos).

El repertorio de la banda pasó de Jamaican in New York, a Concrete Jungle, “un tema que habla de un problema antiguo: el progreso; ¿avanzamos o retrocedemos?”, se preguntaron. El viaje por los sonidos jamaicanos continuó con Stir it up y Waiting in vain, que rompió una de las cuerdas de la guitarra. Nada que no se solucione empezando a cantar un himno intergeneracional como No woman, no cry a capella. Siguieron Jamming y Exodus y para despedirse eligieron la divertidísima Monkey Man, de The Specials que generó brincos al ritmo de ska, dub y reggae a los que sumó el Rey Buli, preparado con su dedo señalizador para poner rumbo al siguiente concierto.

En el escenario Pampero Lanzarote estaban listos Labelle, la banda liderada por Alicia Montesquiu, con Pedro Herrero a la guitarra, Mey Alean al bajo y Carlos Mirat a la batería. Potencia, mucho juego de guitarras y sensualidad. El público, heterogéneo como siempre: niños, adolescentes, adultos, abuelos, familias, parejas, grupos… El rock de Labelle bebe de los años 50, se revoluciona y cambia de década por momentos (la portada de su primer disco, Cinema, producido por Juanma Bajo Ulloa lo dice todo: Alicia con una careta de Elvis Presley, amagando con volarse la tapa de los sesos).

De un twist cantado en francés y reconvertido al género (“Os dije que era un poco diferente”, advirtió la cantante), a leves reminiscencias ska, que la guitarra disipó rápidamente. Versiones como Tainted love y Be my baby (revolución y ‘dirty rock dancing’). “Vamos a brindar por este pedazo de festival que tenéis. Gracias por traernos”, saludó Alicia, cerveza en alto. Sus temas propios, como Ring the bell o Sunny Days, se alternaron con las versiones retro, siempre pasadas por su poderosa batidora rítmica, hasta llegar a Vulcan, el primer single de su segundo disco, Accidentes. These boots are made for walking, de Nancy Sinatra y Bang, bang fueron las guindas finales al espectáculo.

Nueve de la noche. Escenario del Bar Asturias, reino de los contrabajos y los ritmos rockabilly. Sobre el escenario, los Lucky Dados, un trío con 20 años de trayectoria y tres discos. De nuevo los extraordinarios Carlos Mirat a la batería y Pedro Herrero a la guitarra, completados por un no menos genial  Carlos López al contrabajo.

Electrizantes de principio a fin, a pesar de algunos problemas de sonido y el cansancio de hacer doblete con su otra formación paralela, Labelle. Su psycobilly revolucionó al público, entregado al endiablado ritmo que marcaban sus cuerdas y a los divertidos duelos de instrumentos. Se sucedieron temas de Ramones (Let´s go), Deep Purple (Smoke on the water), The Doors (Roadhouse blues) y temas de sus tres álbumes: Struck the nerve, Missing revolution y Crash'em down.

Con el ambiente caldeado, los espectadores se trasladaron en desfile charanguero hasta el Parque Islas Canarias, para asistir al último concierto de Arrecife en Vivo 2015, el plato fuerte de la noche: Corizonas. Dos bandas, de consolidada trayectoria y más que demostrada calidad (Los Coronas y Arizona Baby)  se reunieron hace cuatro años en  torno a un amor común: Black Sabbath. El resultado: una formación con una potencia instrumental asombrosa, virtuosa y litúrgica, unos temas que mezclan rock forajido, folk, sonidos de los 60 y los 70, para muchos, lo mejor que le ha pasado a la música española en los últimos años. Están liderados por un maravilloso maestro de ceremonias llamado Javier Vielba, el imprescindible Fernando Pardo a la guitarra (encargado del anecdotario), el virtuoso Rubén Marrón (guitarra y maestro de las introducciones instrumentales), David Krahe (guitarra), Javier Vacas al bajo, Roberto Lozano a la batería y Yevhen Riechkalov a la trompeta.

La sinergia no puso ser mejor y más positiva. Si por separado son grandes, reunidos en Corizonas reusltan enormes. Lo demostraron desgranando los temas de su disco The News Today sobre el escenario capitalino: Hey, hey, hey (have you heard the news today?), luego Run to the river, incluso un bolero carcelario colombiano, el I wish you were here de Pink Floyd y el poderoso The falcon sleeps tonight, y una gozosa  reinterpretación de Piangi con me coreada con placer por el público, y el Supernaut de Black Sabbath, y una explosiva versión de Danger! High Voltage, de Electric Six…  Vielbas, que no paró de interactuar con el público, reivindicó “el bel arte del directo” y pidió a la gente que siga disfrutando de la música y que las islas se conecten con la  Península a través de viajes sonoros más frecuentes. I wanna believe cerró el concierto con toda una declaración de intenciones: “Queremos creer. Que cada uno crea lo que le funcione, amigos”. Apoteosis final.

Arrecife en Vivo concluye así su tercera edición, con cinco nominaciones en los premios Fest (Mejor Festival de Pequeño Formato, Mejor Campaña de Comunicación, Mejor Producción, Mejor Festival con Actividades Paralelas y Mejor zona de Restauración). Los Fest —una iniciativa de bythefest.com, la Asociación de Promotores de Música de España (APM) y Radio 3— nacieron para reconocer, valorar, celebrar el trabajo y la creatividad de los diferentes festivales de música que se celebran en España.

Este festival de música en directo itinerante es una oferta cultural que es posible gracias a un patrocinador oficial, el área de Turismo del Ayuntamiento de Arrecife, a los patrocinios institucionales de Promotur, Turismo de Canarias, Canarias Cultura en Red (a través del programa Canarias Crea Canarias) y Turismo Lanzarote, los patrocinios de Iberia Express, Tropical, Grupo Chacón, Pampero y Ampate; las colaboraciones de Hi-Visión, Hotel Diamar, Coca Cola, Furgolanz y Autos Cabrera; y la implicación y colaboración de 17 establecimientos (Tasca La Raspa, La Bulla, Naia, Restaurante Pizzería Divina Italia, Bar Asturias, Pampero, La Tentación, El Pequeño, Gambrinus, La Botica, La Cervecería, La Pepa, Paía, Kopas, Cappucino Gran Café, Lizarran y Hotel Diamar).