Caminando el Jable: la búsqueda del tesoro en el paisaje creado por el mar
El colectivo profesional n’UNDO y el arquitecto Luis Díaz Feria proponen un taller para conocer esta franja del territorio isleño
El colectivo de profesionales n’UNDO, que se centra en la búsqueda de una arquitectura más sostenible, y el arquitecto lanzaroteño Luis Díaz Feria, proponen en Lanzarote el taller errante Caminando el Jable, que se desarrollará del 15 al 19 de julio en esta franja de territorio, de unos tres o cuatro kilómetros de ancho y 21 de largo, que cruza la Isla de norte a sur.
Como en un mapa del tesoro, la zona de El Jable esconde cultivos, pastoreo y construcciones e infraestructuras centenarias pre y postaborígenes. El taller cuenta con el apoyo de la Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote (EUTL), la Academia de Ciencias, Ingenierías y Humanidades de Lanzarote y la Fundación César Manrique.
La zona de El Jable es “perfecta” para practicar senderismo con interpretación del territorio, por lo que se propone la visita con guías locales a los pueblos aborígenes sepultados por las arenas; a la flora y fauna adaptadas a escasas precipitaciones y altas temperaturas o a lugares de interés geológico.
El taller está abierto a estudiantes y profesionales y propone “el caminar, la sustracción y el no hacer como herramientas de análisis del paisaje; un medio de conocimiento cercano que investiga y explora el territorio y sus límites que conectan lo urbano con lo natural, lo marítimo con lo terrestre, lo agreste con lo humanizado, valorando los impactos a nivel turístico, medioambiental, económico y cultural, ya que solo lo que se conoce, se puede proteger”, explican los organizadores.
Así “se provocará a los participantes a realizar una mirada crítica a través del registro y análisis de experiencias y conocimientos durante el paseo: dibujo, fotografía, mapeo, grabación... Que darán lugar al Atlas de El Jable”, indican.
Las cinco jornadas previstas contarán con especialistas en paisaje, biodiversidad y agricultura, astronomía, patrimonio, arquitectura o turismo, que dirigirán las caminatas, con los que profundizar en la exploración y el análisis del entorno. Participan la historiadora del arte Arminda Arteta, el arqueólogo Pablo Atoche, el astrónomo Gustavo Muler, el biólogo Domingo Concepción y el arquitecto Luis Díaz Feria.
El jable, como elemento, es el conjunto de restos marinos de diverso tamaño, depositados en el fondo del mar y que, desde la orilla, los vientos alisios transportan hacia el interior, cubriendo esta peculiar franja isleña, atravesando la Isla y creando un paisaje, “apenas modelado por el hombre, pero vinculado a una cultura, un folclore, una economía y una comunidad”, explican los organizadores del taller. Frente al resto de la Isla, cargada y condicionada por el turismo, el Jable se muestra como un “paisaje olvidado” y, en consecuencia, frágil y amenazado, explican.
El biólogo y profesor de la EUTL, Domingo Concepción, destaca las bondades del jable para la agricultura de secano: “Proporciona gran contenido de materia nutritiva, permite mantener la humedad del suelo, conserva la temperatura de la tierra, evita la evaporación, facilita la infiltración e impide que se produzca escorrentía”.
Asimismo, reflexiona sobre las posibilidades de recuperar la agricultura tradicional de jable, que en Lanzarote tuvo una boyante actividad hasta finales de los años 80, con cultivos como la tradicional batata, “que se plantaba en el centro”, pero también tomate, melón y sandía. “Paradójicamente salían más dulces más cerca de la costa por el efecto de la maresía”, dice.
Millones de kilos de batata se exportaron a Inglaterra hasta que la actividad decayó, con la llegada del turismo. También señala el poder del jable para conservar la humedad “incluso más que en La Geria. En Lanzarote se decía que en años secos ‘escapaba’ la gente que vivía del cultivo de batata porque la humedad estaba debajo”.
De hecho, el Jable es el único sitio donde a la tierra fértil que está subyacente se le llama madre. “Eso ya indica todo. Ves el jable, lo ves seco, te parece que estás en la playa y no te explicas que debajo haya humedad y se pueda dar una planta tropical, una liana centroamericana como es la batata. El concepto es la madre oculta”, insiste el experto.
La buena noticia es que en los últimos años se está recuperando la modalidad tradicional de cultivo, “como hace cincuenta años, completamente ecológica, sin plaguicidas, a los que aquí se llamaba venenos y sin abonos sintéticos. Solo estiércol curado o fermentado (lo que se conoce hoy como compostaje)”, asegura.
El taller propone la visita con guías locales a los pueblos aborígenes sepultados por las arenas, la flora y fauna adaptadas a escasas precipitaciones y altas temperaturas o lugares de interés geológico
Aunque Concepción es contrario a la explotación turística de el Jable, “para evitar que termine convirtiéndose en un parque temático”, sí admite cierta actividad muy controlada, como es la observación de aves para grupos reducidos.
La zona se incluye en la ZEPA Islotes del norte de Lanzarote y Riscos de Famara (Red Natura 2000) y la presencia de aves esteparias autóctonas “del máximo interés”, como la avutarda, el alcaraván y el engañamuchachos, atrae a grupos de turismo francés y norteamericano, que parten en barco de Florida y visitan Brasil, las Malvinas (incluso acercándose al borde de la Antártida si el tiempo lo permite), Sudáfrica, Namibia y Canarias, “donde visitan dos islas, una fija, que es Lanzarote, y otra que es Tenerife o La Palma, para ver la laurisilva”.
El también profesor de Turismo Sostenible explica que “siempre que se visita el Jable, se evita pisarlo, se observan las aves desde la carretera con prismáticos”. Y señala el concepto de capacidad de carga como la mejor medida para gestionar la actividad humana en parajes tan sensibles como esta zona, un tesoro oculto en la Isla de Lanzarote.
Durante cinco días, se prevé un programa de paseos, conferencias, encuentros con protagonistas de el Jable, como agricultores o pastores y una jornada, la del viernes, que se dedicará a recopilar el material producido y su discusión.
El lunes 15 de julio, será la presentación metodológica y de participantes, comenzando con una visita al Taro de Tahíche. El martes, 16, dirige Arminda Arteta el día dedicado a patrimonio. Los participantes harán a pie el recorrido Famara-Teguise, conociendo los valores patrimoniales históricos: ruinas, aljibes, muros, canalizaciones o salinas.
Por la tarde, a las 17.30 horas, en la biblioteca municipal habrá una charla abierta al público de Pablo Atoche, arqueólogo que explicará la excavación que viene realizando con su equipo en el Jable. La jornada terminará con una reunión astronómica en la Vega de San José, también de entrada libre, dirigida por Gustavo Muler.
El miércoles, Domingo Concepción dirigirá la interpretación del medio natural en su más amplio sentido, mientras el taller errante se desplazará caminando desde Teguise a San Bartolomé. Por la tarde, en la Casa Ajey se celebrará una charla en abierto, con la participación de dos veteranos de la agricultura de El Jable.
El jueves, 18, será Luis Díaz Feria quien dirija la jornada dedicada al territorio. “Trataremos la diferente tipología de asentamientos lanzaroteños entre costeros e interiores y nos detendremos un poco más en Caleta de Famara y Playa Honda”, explica.
El arquitecto indica que ambos núcleos comparten “haber partido de ser unos enclaves mínimos de pescadores para desarrollarse desde el advenimiento del turismo como lugares apreciados por la población, uno como lugar vacacional relativamente ajeno al flujo de turistas principal, y el otro como población residencial mejor estructurada socialmente de la Isla. También comparten el hecho de haberse configurado con razonable orden y calidad sin disponer de planeamiento urbanístico formal”, aduce.
Se hablará, asimismo, de la problemática reciente con el ‘transporte natural de arenas’. “Las playas de Puerto del Carmen no reciben el flujo natural de arena suficiente para el gasto que realizan. No es un problema solo de temporales, el uso intenso humano transporta más arena de la deseable hacia el fondo del mar y hacia otros lugares ajenos a la playa. La propia limpieza de las playas supone un consumo de arena”, dice Díaz Feria.
Finalmente, el sábado a las 12.00 horas en la Casa del Miedo se hará una presentación pública de las conclusiones provisionales que saldrán a final de año en una publicación digital y en papel.
Más información e inscripciones en www.nundo.org/taller-errante-nundo
Comentarios
1 E. Dom, 14/07/2019 - 12:32
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