CULTURA

Blas Cabrera: pionero de la física moderna y personaje de novela

Verónica Pavés publica ‘Blas Cabrera. Una vida magnética’, que reivindica la figura del científico nacido en Lanzarote hace 145 años

Saúl García 3 COMENTARIOS 24/06/2023 - 08:51

Blas Cabrera Felipe nació en Arrecife hace 145 años y murió en México hace 78. Sus restos mortales llegaron el pasado mes de octubre al cementerio de San Luis, en La Laguna, ocho décadas después de su exilio. La inhumación se convirtió en un acto público de reivindicación de su figura, en el que participaron sus descendientes: su nieto Luis y su bisnieta Marta, que contaron que el hijo de Blas le contaba a Luis, para dormir, historias sobre el científico.

Esta anécdota la recogió en su crónica del día siguiente en El Día y La Provincia la periodista, especializada en información científica, Verónica Pavés, y la editorial Gaveta Ediciones pensó que podía ser el punto de partida de un libro sobre Blas Cabrera. Así nació Blas Cabrera. Una vida magnética, que después de varias presentaciones, llegó a la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz, en Arrecife, este mes de junio.

Pavés propuso a la editorial novelar la vida de novela que vivió Blas Cabrera “para que la gente conozca su vida maravillosa” y para acercar esa vida y su trabajo al gran público. “Es un formato distinto pero está bien para que se conozca a Blas Cabrera más allá de sus conocimientos científicos y poder empatizar un poco con él, con su vida y con sus miedos, bajarlo del pedestal y llevar a tierra su figura humana”, destaca la autora.

Pavés rebuscó en la hemeroteca, en los periódicos de la época, habló con los familiares del científico, leyó sus conferencias y cartas y se basó, principalmente, en la biografía de José Manuel Sánchez Ron, Blas Cabrera. Científico español y universal, “un libro muy profundo y amplio, pero que es difícil de leer para el público en general”, señala.

La proporción entre lo real y lo ficcionado está en un noventa frente a un diez por ciento. “Los diálogos, por supuesto, son inventados, pero buscamos la verosimilitud, lo que pudo haber pasado”. Dice Vero Pavés que se sabe poco de la vida de Blas Cabrera en Canarias. Del poco tiempo que pasó en Arrecife, unos tres años, casi nada, y de La Laguna algo más.

Nace en 1878, con la crisis de la cochinilla como contexto, que era el motor económico de la época, en un lugar tan pobre como era el Arrecife de entonces. Su padre era notario y decide cambiar de aires y mudarse a Tenerife. De la época que vivió en Madrid se sabe mucho más. Fue uno de los físicos más importantes de esa época, “podría haber llegado a ser Premio Nobel y se codeó con todas las figuras de entonces”, como Einstein, Schrödinger o Marie Curie.

Fue el pionero de la física moderna en España. Llegó a ser rector de la Universidad Central de Madrid, dirigió el Instituto Nacional de Física y Química, fue miembro de la Academia de Ciencias de París, secretario general de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas y miembro del Consejo Científico del Instituto Internacional de Física Solvay.

Cuando él empezó a estudiar, por no haber no había ni siquiera laboratorios de física. “Se traducía lo que venía del extranjero y poco más -señala Pavés- y rompió con todo lo que se había hecho hasta ese momento”. Fue uno de los precursores de la física cuántica y estudió en profundidad el magnetismo. De hecho, “la existencia de las resonancias magnéticas, por ejemplo, se las debemos a él”.

Blas Cabrera fue una persona valorada, reconocida, en Canarias. En los periódicos del Archipiélago, en las primeras décadas del Siglo XX, se seguían su trayectoria, sus logros, sus viajes... “Después -dice Pavés- pasó del todo a la nada, desaparece su nombre”. Desaparece de la vida pública y de la vida privada: “Ni su propio hijo hablaba de Blas por miedo a ser repudiado”.

Pavés propuso a la editorial novelar la vida de novela que vivió Blas Cabrera

La autora destaca que a partir de 1934 deja de tener presencia en los papeles. Señala Pavés que Cabrera no quería posicionarse ante la guerra, entrar en conflicto, al igual que en el campo de la Física. Al comienzo de la Guerra Civil se exilia primero en París y luego en México. En plena guerra, el Gobierno republicano le pide que vuelva a Madrid, pero no lo hace y le quitan el sueldo. Se queda en Francia. Schrödinger le manda una carta animándole a que se fuera a América, pero piensa que quizás pueda volver a España.

Cuando Franco toma el poder, en lugar de mejorar, su situación empeora. Fue depurado como catedrático y decidió exiliarse en México. Cruza la Península en tren, sin poder bajar por miedo a ser detenido, para embarcarse en Portugal. Le espera una cátedra de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México. Allí vuelve a trabajar y se siente reconocido pero ya son sus últimos años de vida. Está enfermo de Parkinson y muere el 1 de agosto de 1945.

Tuvo tres hijos, Blas, Luis y Nicolás, que siguieron los pasos de la ciencia. Uno fue médico, otro arquitecto y otro físico. Uno de sus nietos continúa esa tradición en la Universidad americana de Stanford. Han pasado muchas décadas para poder recuperar sus restos y alguna menos para empezar a reivindicar su figura y su trabajo.

Comentarios

Obviar al Prof. González de Posada, en cuyos textos se basa el libro de Sánchez Ron y que tanta cultura trajo a Lanzarote.... es triste.
Ya era hora de que se le reconociera. Me parece muy triste que sepamos tan poco sobre este científico universal en la tierra que lo vio nacer.
Otros científicos canarios célebres y que han sido olvidados: Antonio González y González, químico. Nominado 3 veces para el premio Nobel y premio Príncipe de Asturias en ciencias. Juan Negrín, polémicas políticas aparte, fue un gran investigador en el campo de la medicina, siendo incluso profesor del Nobel de ciencias Severo Ochoa.

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