Activa Unidad de Memoria abrió por primera vez sus puertas en marzo de 2016, convirtiéndose en la primera unidad de rehabilitación multidisciplinar de Lanzarote destinada a tratar patologías derivadas de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson.

Su metodología consiste en la realización de circuitos, talleres y terapias individualizadas, dirigidos siempre por profesionales cualificados. Desde su apertura hasta la actualidad, el Centro se ha ido dotando de un equipo de profesionales (logopedas, terapeuta ocupacional, fisioterapeutas, trabajadora social) que abarca también otras áreas como la infantil, adolescencia y adultos.

Desde entonces, y con el afán de ir mejorando sus servicios, Teresa Melián (psicóloga especialista en Neuropsicología) y Elizabeth León (fisioterapeuta especialista en Geriatría) fundadoras de Activa, han ido desarrollando proyectos de prevención del deterioro cognitivo para las personas mayores. Además, destacan los servicios prestados a las personas derivadas de la Administración pública.

Desde 2020, Activa Unidad de Memoria se convirtió en el primer centro en Lanzarote acreditado como Servicio de promoción de la autonomía personal para personas mayores, formando parte de la red de recursos de dependencia de Canarias.

Este nuevo año, no exento de dificultades, pero con el objetivo claro de dar cabida a un mayor número de usuarios y mejorar los servicios hacia este colectivo, tuvo lugar la apertura de la nueva unidad, llamada Activa Unidad Terapéutica. Situada en la Calle Méjico Nº 17, en Arrecife.

Los nuevos programas de atención están destinados a personas con pérdidas de memoria, afectación física o funcional, derivados de enfermedades neurodegenerativas, ictus, demencias o deterioro cognitivo. En general, van dirigidos a personas que deseen llevar una vida más activa y prevenir limitaciones asociadas a la edad.

La intervención está basada en un enfoque multidisciplinar, de modo que las profesionales (neuropsicóloga, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, logopeda, trabajadora social y psicólogo sanitario) trabajan de forma integrada e interconectada en torno a un plan de atención individualizado con objetivos compartidos.

El objetivo es ofrecer la atención y apoyos que requieran las personas, otorgándoles autonomía como derecho y favoreciendo su calidad de vida y la de sus familiares.