La Audiencia Provincial de Las Palmas ha absuelto Abdellatif B., para el que la Fiscalía solicitaba un total de 14 años y cinco meses de cárcel. Fue acusado de ser el patrón de una patera que chocó contra las rocas en Lanzarote, en mayo de 2019, un suceso en el que falleció uno de los ocupantes de la embarcación.

La Fiscalía le acusaba de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, por lo que pedía ocho años de cárcel, en concurso con un delito de homicidio imprudente, por el que solicitaba otros dos años de prisión, así como un delito contra la salud pública, por el que reclamaba cuatro años y cinco meses de privación de libertad.

El juicio se celebró el pasado mes de enero en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, que le ha absuelto. La patera llegó en la madrugada del 8 de mayo de 2019 a la playa de los Marisqueos, en Tinajo, y colisionó contra las rocas. En el naufragio falleció una persona, identificada como Said El Mataoui.

Además, fueron localizados 12 inmigrantes indocumentados de origen magrebí, entre ellos cuatro menores de edad. En la embarcación había dos fardos con 21,7 kilos de hachís, valorados en 34.437 euros en el mercado ilícito, según indica la sentencia de la Audiencia Provincial.

En la embarcación viajaba el acusado, “sin que conste que actuara de acuerdo y en connivencia con las personas organizadoras del viaje”, subraya la Audiencia Provincial.

La única prueba de cargo contra el acusado era la declaración de tres testigos protegidos, quienes declararon haber pagado al investigado unos 1.000 euros por trasladarles desde Marruecos y haberle visto dirigir la embarcación.

La Fiscalía solicitaba 14 años y cinco meses de cárcel por delitos contra los ciudadanos extranjeros y tráfico de drogas

Sin embargo, las pruebas testificales “adolecen de un conjunto de circunstancias que las debilitan”, señala la sentencia, que resalta que la Policía Nacional no efectuó una “ronda de entrevistas” con los demás miembros de la expedición para contrastar las acusaciones.

Tampoco existía en su contra ninguna “corroboración objeción objetiva y externa a la propia declaración de los testigos protegidos”, como una fotografía que muestre quién pilotaba la patera. Asimismo, no se acreditó que el acusado tuviera en su poder el GPS o un teléfono móvil.

La sentencia resalta que también se apreciaron “contradicciones” entre los testimonios de los testigos protegidos en la sede de la Policía Nacional y en el Juzgado de Instrucción, así como entre las versiones que relataron.

De esta manera, uno de los testigos protegidos llegó a declarar que llegaron dos personas con trajes de neopreno para ayudar a la patera en la costa, pero que al ver que venía la policía les dejaron allí, “mientras que tales circunstancias se omitieron en su declaración judicial”.

La Audiencia resalta “la ardua labor investigadora de la defensa” para que varios testigos pudieran ser citados a juicio

Otro testigo protegido también aseguró que había dos patrones e identificó como uno de ellos al acusado, mientras que como segundo patrón identificó al tripulante que se ahogó y que fue encontrado en las rocas.

El tribunal aprecia “serias contradicciones” entre las declaraciones de los testigos protegidos y la versión que ofrecieron en el juicio los testigos de la defensa, varios menores a los que no se tomó declaración al llegar a Lanzarote sino que fueron derivados al centro de La Santa.

La Audiencia resalta “la ardua labor investigadora de la defensa” para que los menores pudieron ser citados a juicio. Según su testimonio, el patrón “llevó todo el tiempo la cara tapada” y “solo se subía la máscara hasta la boca”.

Además, “en un momento dado de la noche, antes de llegar a la costa, llegó una zodiac, subiéndose a ella el patrón”. Otro de los menores también corroboró que el patrón fue recogido por una zodiac roja.

Cuando el patrón se marchó, tras decirles que le quedaban ocho horas y se buscasen la vida, los mayores se pusieron a manejar la patera, recoge la sentencia de la Audiencia Provincial.

Por otro lado, la sentencia también destaca que el acusado se despertó en el Hospital Doctor José Molina Orosa, por las malas condiciones en las que llegó. Aseguró que le bajó mucho el azúcar y que no recordaba lo sucedido.