Vicente Martín-Montañez es doctor en Optometría, ha trabajado en el Instituto de Oftalmobiología aplicada de Valladolid y en el Hospital Moorfields de Londres y cuenta con multitud de publicaciones en revistas científicas y exposiciones en congresos americanos y europeos. Actualmente trabaja como optometrista especializado en visión infantil en Óptica Moncar, en Lanzarote, y en diversas consultas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

-¿Qué se debe conocer sobre la visión infantil?

-No vale sólo con ver la letra más pequeña a seis metros y conocer las dioptrías. Hay que explorar cómo trabajan los dos ojos a la vez, cómo enfocan, cómo se mueven en lectura y como procesa el cerebro la información que le llega. Muchos problemas visuales no se solucionan con gafas y es necesario emplear entonces la terapia visual.

-¿Cómo se puede saber que la visión está provocando un problema de aprendizaje?

-Los síntomas son diversos. Los más comunes suelen ser la imposibilidad de aguantar más de 15 minutos delante de un libro, en general que no le guste leer, que prefiera cuentos con dibujos o cómics, que en la lectura se salte renglones y necesite el dedo para no perderse, que cambie el orden de letras en una palabra, o de palabras en una frase, o incluso se invente palabras por querer ir más rápido. Además, normalmente hablamos de niños que tienen una comprensión lectora muy baja y deben leer varias veces el enunciado de las preguntas.

-¿Qué papel tiene la optometría en la lectura?

-Los problemas de lectura pueden convertirse en una barrera que puede menguar la capacidad de rendimiento y aprendizaje. El aprendizaje de la lectura es un proceso que se realiza a lo largo de la primera etapa de escolarización, por lo que es justo en esta época donde debemos poner especial hincapié y conocer de manera exhaustiva el estado visual del niño. Normalmente pensamos sólo en la miopía, hipermetropía y astigmatismo, que se compensan con gafas o lentillas, pero existen otras disfunciones que deben ser descartadas en un completo examen visual optométrico: problemas de visión binocular (puede provocar visión doble), fallos en la acomodación (hará que el niño tenga visión borrosa en la lectura o al mirar a la pizarra), disfunciones en el movimiento de los ojos (puede llevar a que el niño se salte las líneas al leer), o tener una percepción visual alterada (cambiará las “b” por las “p”, por ejemplo...). A diferencia de lo que ocurre con la actividad de otros profesionales como los psicólogos, psicopedagogos o logopedas, la labor de los optometristas es todavía poco conocida en el ámbito escolar.

“El optometrista es el único profesional que realiza terapia visual”

-¿En qué consiste la terapia visual?

-Para explicar la terapia visual siempre me gusta poner el ejemplo de la rehabilitación que hacen los fisioterapeutas tras las lesiones, porque, al fin y al cabo, la labor que hacemos como optometristas y terapeutas visuales es la rehabilitación visual de nuestros pacientes. Después de un riguroso examen visual se diseñan y plantean las sesiones de terapia visual que pueden desarrollarse directamente en consulta, en casa, o de manera combinada. Las sesiones constan de diferentes ejercicios visuales que estimulan la parte cerebral responsable de la función a restablecer. La terapia visual puede ayudar a niños con problemas de aprendizaje.

-¿Qué casos se benefician de la terapia visual?

-Muchos. Además de en los casos mencionados anteriormente, uno de los más frecuentes es el ojo vago o ambliopía, que tradicionalmente se ha abordado únicamente con el uso del parche. Actualmente usamos la terapia visual, que complementa al parche y ayuda a tener una recuperación más rápida y eficiente en el ojo vago. También la terapia visual suele ser tratamiento de primera opción en la rehabilitación visual de pacientes que han sufrido un ictus o un traumatismo craneoencefálico, cuyas secuelas visuales pueden resultar muy incapacitantes.

-¿Se ha visto un incremento de problemas visuales en niños tras la pandemia?

-La pandemia fue un antes y un después en el comportamiento frente a las pantallas. Los tiempos a los que nos exponemos delante del móvil han incrementado drásticamente en los últimos años, basta con analizar las estadísticas de tiempo en aplicaciones como Instagram o TikTok. Sabemos que esta sobreexposición en visión de cerca es un factor de riesgo para el crecimiento del ojo, es decir, para la famosa miopía. Muy pocas personas son conscientes de los riesgos asociados a miopías altas (a partir de seis dioptrías), donde entra en juego un gran riesgo de sufrir patologías retinianas graves. Afortunadamente, se puede controlar el crecimiento de la miopía en consulta a través del uso de lentillas especiales o de unos lentes determinados para gafas que causan desenfoques periféricos y ralentizan el crecimiento del ojo, es decir, el incremento de la miopía.

“En plena vuelta al cole es importante una revisión visual optométrica”

-¿Qué aconsejaría en el inicio del curso escolar?

-Ahora que estamos en plena vuelta al cole es importante una revisión visual optométrica especializada para descartar problemas visuales que puedan comprometer el rendimiento académico de los más pequeños. Aunque los optometristas somos los únicos profesionales sanitarios que realizamos terapia visual, desde el ámbito escolar nuestra labor sigue siendo poco conocida, al contrario de lo que ocurre con la de los psicólogos o logopedas. Ante un niño con problemas de aprendizaje, un abordaje multidisciplinar, que incluya también el estudio de la visión del niño por optometristas especializados, debe ser fundamental.