“Han tapado el litoral de Lanzarote con cemento”
Francisco Betancort comenzó a pintar tras jubilarse y a sus cerca de 80 años ha elaborado ya unos 40 cuadros
Francisco Betancort expone hasta el 20 de septiembre un total de 23 cuadros sobre el litoral de Arrecife en la Sociedad Democracia. Este artista, autodidacta y que comenzó a pintar lienzos tras su jubilación, tiene cerca de 40 cuadros culminados, un estudio en Argana y nuevas exposiciones en mente, con las que tan solo desea que la gente joven vea cómo era el frente marítimo en el pasado y que la gente de su generación recuerde su tan añorada capital, de la que piensa que se la “han cargado” con el paso de los años.
Betancort empezó a pintar cuando se jubiló. “No estaba aburrido, sino que me faltaba algo”, explica. Tras toda una vida trabajando, desde los 14 años, cuando se jubiló salía a pescar con su caña, pero a veces le “sobraban días”. Comenzó a pintar porque siempre le ha gustado dibujar. “Lo primero que hice fue comprarme un lienzo, pintura y ponerme a pintar”, señala. Su primer cuadro fue la Calle Real, con una perspectiva desde el Puente de Las Bolas, donde se aprecia el gran detalle dedicado a las casas, así como el ya extinto bar Janubio y el Cabildo viejo. “Me gustó, a mis amigos también, después pinté otro, y otro y así llevo unos cuantos”, comenta.
Algunos de los cuadros de los que se encuentran en el antiguo Círculo Mercantil reflejan el litoral de Lanzarote, algo que, para este artista, “han tapado con cemento”. “El Puerto de Naos es uno de los muelles pesqueros más bonitos de Canarias, que también han enterrado y ya ni los barcos se pueden ver”, critica. A sus “cerca de 80 años”, añora el entorno de la antigua fábrica de Las Nieves, donde iban a bañarse los chicos y chicas. “Conocí cómo era el litoral de Arrecife y lo echo de menos”.
Sobre el Charco de San Ginés, Paco recuerda que cuando ibas en un bote y mirabas al fondo “veías a las anguilas corriendo”, mientras que en la actualidad el agua “la mayoría de las veces está turbia y cuando llueve parece chocolate. No es como antes, que era trasparente”, asegura.
Paco rememora su juventud en Arrecife: “Salías del Charco remando, pasabas por el puente y te ibas a Puerto Naos, donde estaban todos los barcos pesqueros y salías a mar abierto. Yo salía con el bote de mi abuelo y me ponía a pescar en aguas limpias. A uno le da pena ver cómo esto se lo han cargado”. “Por eso pinto cuadros, para que la gente que los vea sepa cómo era Arrecife antes”, reflexiona.
Óleo
Betancort compra trementina para aclarar la pintura. En cuanto a la técnica, asegura que no se anda “con florituras” y para los colores los mezcla “al ojo”. “Uso la trementina y pintura al óleo, no pinto con acuarela”, señala. No ha tenido a nadie que le asesorase, pintaba lo que le salía. “Lo que trato es plasmar lo que el ojo ve o ha visto, practico el realismo”.
“Conocí cómo era el litoral de Arrecife y lo echo de menos. Se lo han cargado”
El taller de Paco Betancort se encuentra en Argana. Ahora está esperando a encontrar algo que le motive. Compra los lienzos o los elabora él mismo. Durante toda la vida ha sido carpintero ebanista. Para los lienzos compra una lonilla, le da una imprimación y en blanco, y aplica una pintura especial para que la madera “no se engrife”, y después lo lija.Betancort presume de no usar cuadrículas, es decir, pinta sin referencias. Por eso hay cuadros que no son idénticos a la fotografía que toma como modelo. “Alguna casita me queda un poquito más baja, aunque el que ve la fotografía piensa que es idéntica, pero siempre hay alguna diferencia”, resume.
Para realizar cada uno de sus cuadros no se pone límite. Nunca pinta un cuadro solo sino que tiene varios lienzos a la vez. El que más tiempo le llevó fue precisamente el primero, el de la Calle Real. “Aquel tiene por lo menos un mes de trabajo. Tiene mucha ventanita, muchas casas y también tuve que borrar muchas cosas”, admite el artista.
Ahora le está dando vueltas a la imagen de un marinero tirando una red, con mujeres, niños y un barco. “Creo que lo voy a pintar, aunque puede que lo termine cuando las ranas críen pelo”, bromea. Lo que sí adelanta es que ya no va a pintar más litorales de Arrecife, sino barcos. En su casa tiene pintado el Bluenose, un barco canadiense utilizado para el rodaje de la película Capitanes Intrépidos de 1937. Además, en el salón tiene el Warrimoo y en su estudio cuenta con dos cuadros de vela latina.
Imágenes
Su primera exposición fue en la Casa del Miedo. Para cuando acabe la muestra en la Democracia, que es la segunda que realiza, tiene apalabrada otra en el Torrelavega. Destaca que no pinta ni expone por afán de lucro, sino porque le gusta que la gente conozca su obra.
Comentarios
1 Pariente Jue, 19/09/2024 - 08:03
2 marias Jue, 19/09/2024 - 08:56
3 Lola Jue, 19/09/2024 - 09:27
4 Santiago González Jue, 19/09/2024 - 21:30
5 Marta Mar, 24/09/2024 - 22:42
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