ENTREVISTA

“El principal riesgo en comunicación es vender algo que no tienes”

Marta Armas, periodista y responsable de la Agencia Marmas Comunicación

M. Riveiro 2 COMENTARIOS 25/04/2022 - 05:02

En una de las paredes de la oficina de Marmas Comunicación se puede leer, destacada, una máxima del inversor Warren Buffett, conocido como El oráculo de Omaha: “Se necesitan 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla”. Marta Armas prefiere referirse a ese concepto, el de reputación, que “lo es todo”, en vez de al marketing o simplemente a la publicidad. Su agencia cumple ocho años este mes de abril. Todo un hito en un ecosistema árido para las empresas de comunicación como es Lanzarote.

-En Madrid trabajaba en una de las grandes compañías del sector de la comunicación como es Llorente y Cuenca. ¿Cómo decide volver a Lanzarote y empezar de cero?

-Me licencié en Periodismo en 2008, un año maravilloso para salir al mercado laboral, en plena crisis. En Llorente y Cuenca trabajé en comunicación corporativa, interna, de litigios y de crisis. Estuve cuatro años y fue una suerte como aprendizaje. Teníamos proyectos con compañías como Repsol o Telefónica, con posibilidad de una visión a largo plazo, más estratégica que táctica. Por motivos personales decido volver a Lanzarote e intentar adaptar esa metodología a la Isla. En aquel momento tenía una visión un poco romántica. Lo que no han cambiado son las ganas de aportar y de ayudar en lo que más me gusta, que es conectar a las personas.

-¿Cómo fueron el aterrizaje en la Isla y los comienzos de Marmas?

-Venía con la ilusión de ayudar a las empresas y organizaciones a que comunicaran mejor y que obtuvieran mejores resultados. Evidentemente, al empezar te topas con el mundo real y te das cuenta de que casi tienes que ir evangelizando sobre la importancia de la comunicación, porque no se le da el valor que tiene. En el entorno de una empresa pueden predominar las inercias, pero no evolucionar es negativo. Ahora, las organizaciones, también en Lanzarote, se dan cuenta de la relevancia de la comunicación interna y de valores como el orgullo de pertenencia o la cultura corporativa. Hace ocho años visualizamos la posibilidad de crear en Lanzarote una agencia con visión estratégica e integral de comunicación y marketing 360 grados. Ahora, la agencia está a punto de evolucionar hacia un proyecto de mayor dimensión.

-Si echa la vista atrás, ¿recuerda cuál fue su primer cliente propio?

-Sí, Líneas Romero, y además se encargan de recordármelo (sonríe). También con el Consejo regulador Vinos de Lanzarote empezamos a colaborar casi desde el principio. En los comienzos nos centramos en hacer ver lo trascendental que es tener un relato corporativo, contar una historia y conectar con las emociones del público. Casi al mismo tiempo de lanzar Marmas me quedé embarazada y fue como tener dos hijas a la vez... Recuerdo ir al Hospital contestando correos.

-¿Cómo compatibiliza ser una empresaria emprendedora y madre?

-Siempre que me piden dar alguna charla, por ejemplo en colegios, introduzco una parte personal. Como mujer, madre y empresaria me gusta transmitir que hemos avanzado mucho, pero también que queda un camino por recorrer, porque todavía es muy difícil la conciliación y que las mujeres se puedan desarrollar personal y profesionalmente de la misma manera que los hombres. Lo digo de forma objetiva, sin caer en extremismos. Si en algo ha beneficiado la pandemia es que ha permitido normalizar que una madre se conecte a una reunión de trabajo con su hija al lado.

-Desde hace dos años, con la irrupción del Covid, la crisis económica y las turbulencias a escala internacional, como la reciente guerra de Ucrania, con efectos globales que también se notan en Lanzarote, da la impresión de que hay empresas que se olvidan de comunicar. ¿Todavía no se ve como una prioridad?

-Hoy en día, si una empresa no comunica es como si tuviera una tienda sin escaparate, sin la opción de que el potencial cliente la conozca. Eso sí, lo primero es identificar qué ofreces y en qué te diferencias de la competencia. En estos ocho años hemos visto progresos en la cultura empresarial de la Isla. Le pongo un ejemplo: en el sector alojativo, con la pandemia, hay empresas que se han dado cuenta de que a largo plazo es más rentable innovar y mejorar el producto que acomodarse. Eso redunda individualmente, pero también en el plano colectivo. Ahora, todo el mundo entiende que la estrategia digital y la venta online son caminos a seguir. Hay que dedicarles tiempo y recursos, pero vale la pena.

“La agencia está a punto de evolucionar a un proyecto de mayor dimensión”

-¿Todavía hay empresas que consideran que pueden abordar esos retos sin profesionales especializados?

-Eso lo hemos vivido, sobre todo al principio, pero detectamos una tendencia de las empresas por profesionalizarse. Incluso quien antes ni se lo planteaba ahora, por lo menos, se informa. Hay quienes todavía te dicen que “eso de las redes sociales me las lleva un conocido”, pero luego terminan comprobando que los resultados no son los que esperaban. En comunicación, lo barato suele salir caro. También cuesta hacer entender que en este mundo los objetivos no se cumplen de hoy para mañana, que toda estrategia requiere tiempo y algo de paciencia. Se quiere un impacto inmediato, con buenas métricas, pero no podemos perder de vista la necesidad de comunicar de forma adecuada. Se ven campañas súper agresivas, pero hasta mal escritas. No todo vale.

-Como destino, Lanzarote lleva un tiempo inmersa en un proceso para reposicionarse en el mundo turístico, para lo que también es fundamental ver qué se comunica y de qué forma. ¿Basta con ponerle a la Isla el apellido Premium?

-Para responder a esta cuestión, lo primero es que debe haber un discurso coherente. El principal riesgo es vender algo que no tienes y recibir críticas por ello. Partimos de la base de que hay una parte de la opinión pública muy desencantada y cualquier narrativa que se quiera comunicar va a ser puesta en tela de juicio si no hay bases sólidas. Por eso, con el reposicionamiento turístico es importante explicar dónde estamos ahora y a dónde queremos llegar, y eso supone implicar a la ciudadanía en el proceso. Si el ciudadano se siente partícipe, será un prescriptor, más que un detractor. Tenemos una isla maravillosa, un destino único, pero también hay mucho trabajo por hacer. Ahora mismo se aprecia voluntad en el sector privado pero tiene que acompañar el sector público.

Comentarios

Me quedo con la pregunta, a mi criterio, muy bien formulada, de si basta con poner el apellido premium a Lanzarote. Lo demás de la entrevista muy bien, pero el título de “El principal riesgo en comunicación es vender algo que no tienes” y esta última pregunta, lo dicen todo.
A mí como ciudadano que no me utilicen para vender productos turísticos. La mercadotecnia turística se basa en procesos de infantilización. Si los empresarios quieren vender su marca turística que lo hagan, lo que no entiendo es por qué las administraciones terminar pagando millones de euros paga el negocio de unos pocos. Harto ya de tanto monocultivo turístico

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