-¿Cómo ha impactado la pandemia en el municipio de Yaiza?

-La verdad es que ha supuesto un antes y un después. Primero se paró la vida, tuvimos que tomar decisiones drásticas pero necesarias y luego ha emergido una crisis económica que se ha notado y mucho. Como municipio turístico, casi toda la actividad laboral gira en torno a este sector. Antes, con 60.000 euros para ayudas asistenciales nos daba para todo el año. Ahora vamos por los 300.000 euros. Al principio, priorizamos las ayudas de alimentos porque prestaciones de otras administraciones, como las destinadas al alquiler, el Ingreso Mínimo Vital o el Ingreso Canario de Emergencia se retrasaron.

-Yaiza roza los 2.000 desempleados, prácticamente el doble que antes de la crisis de la COVID, y en verano se llegó a rozar los 4.000 trabajadores en un Expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). ¿Hay capacidad de respuesta para esta situación?

-Es cierto que muchos trabajadores se han quedado en un ERTE, cobrando menos del 70 por ciento de su salario habitual, y ha aumentado significativamente el paro. Servicios Sociales es un departamento que se ha visto desbordado y hemos tenido que reforzarlo con contrataciones temporales, además de reubicar a empleados de otras áreas con escasa actividad, como Festejos o Cultura. Sinceramente, creo que hemos hecho todo lo posible para llegar a las familias que se han quedado en situación de vulnerabilidad.

-A estas alturas del año, ¿qué porcentaje de la planta hotelera del sur de la Isla está abierta?

-Tal vez exagero, pero creo que cuento antes los hoteles que están abiertos que los cerrados. Incluyendo aparthoteles habrá unos cinco o seis establecimientos, con alguno que acoge a visitantes de larga estancia. Hubo bastantes que abrieron en verano, pero luego tuvieron que cerrar. La segunda ola y las diferentes restricciones que se han producido, por ejemplo del Reino Unido, han sido duras. Hay hoteles que no han vuelto a abrir desde marzo. Habrá que esperar a ver si se puede empezar a reactivar la actividad en diciembre, un mes en el que hay muchas esperanzas puestas.

“En el mes de noviembre la recaudación del IBI era del 8%. Es un termómetro”

-Por la situación económica, a muchos residentes en el municipio les está costando afrontar el pago del alquiler de su vivienda. De forma paralela, el Gobierno de Canarias ha establecido una partida de nueve millones para vivienda pública en Lanzarote y Yaiza es uno de los municipios en donde se podría invertir. ¿Es más útil comprar viviendas que ya existen o ponerse a construir?

-El problema de la vivienda nos preocupa y también que se produzca el fenómeno de las okupaciones ilegales. Me consta que muchos arrendadores están haciendo un esfuerzo y tratando de ser flexibles, aunque entiendo que hay quien vive también gracias a esas rentas. El Ayuntamiento ha dado un buen número de ayudas de emergencia para el pago del alquiler. Si ya existía un problema con la vivienda antes, imagínese ahora. Nuestra primera propuesta a la Consejería de Vivienda del Gobierno de Canarias ha sido que compre viviendas construidas y que se pongan al servicio de familias necesitadas bajo un alquiler social, porque es una solución a corto plazo y quizás más efectiva. También se ha dado alguna promoción de vivienda de protección privada, que es otra opción. Pero ese tipo de vivienda hay que comprarla y, si antes de la pandemia el banco te daba una hipoteca, a lo mejor ahora no. En cualquier caso, el Ayuntamiento tiene suelo y lo cede al Gobierno para construir unas 200 viviendas de promoción pública. Eso sí, con un plazo de ejecución definido. En Lanzarote, solo Yaiza y Arrecife están incluidos en el Plan de Vivienda de Canarias.

-¿Cómo está afectando la crisis turística que mencionaba a las arcas municipales?

-Ahora se demuestra lo beneficioso que fue el proceso de saneamiento de años anteriores, cuando pasamos de deber más de 33 millones a bancos y proveedores, a liquidar la deuda. Eso nos ha permitido ir incorporando remanentes de tesorería e ir afrontando inversiones y mejoras en todo al municipio. Además, ahora tenemos cierto margen de maniobra. Este año lo hemos afrontado con cierta tranquilidad, pero preocupa el año 2021 y cuadrar el presupuesto no va a ser sencillo. Se nota que merman los ingresos por tributos municipales, especialmente la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles. A finales de noviembre estaba en torno a un ocho por ciento del total. Es un termómetro de la situación.

-¿De qué manera se pueden sortear esas dificultades en la recaudación?

-Hay muchos contribuyentes que están fraccionando los pagos. Se han producido devoluciones de recibos de cuantías considerables, probablemente de hoteles, que tendrán que fraccionar o aplazar los pagos. En general, se está produciendo un aluvión de fraccionamientos entre los ciudadanos de a pie. Por ejemplo, de contribuyentes que son pensionistas, lo que significa que probablemente están ayudando a familiares que se han quedado en una situación precaria. Lo que está haciendo el Ayuntamiento de Yaiza es flexibilizar los pagos y dar más plazo para los abonos. El llamado bloque de financiación canario, que transfiere el Gobierno, ha mermado en un 20 por ciento, por la caída de la recaudación del IGIC, y eso representa casi un millón de euros que no nos entra. De cara al año que viene las previsiones tampoco son muy halagüeñas. Los ayuntamientos, que estamos en primera línea de batalla de esta crisis, estamos exigiendo que se nos garanticen las previsiones que teníamos a principios de este año. Hay que buscar fórmulas porque la puerta que toca el ciudadano es la de su ayuntamiento.

“Se han destinado 300.000 euros para ayudas asistenciales, cinco veces más”

-Con este panorama que dibuja, ¿tiene el Ayuntamiento posibilidad de estimular la economía mediante la inversión?

-El Ayuntamiento de Yaiza logró acumular en remanentes de tesorería unos 28 millones de euros, que al final se deben al esfuerzo de los vecinos. De esa cantidad, dispusimos unos 13 millones para inversiones y podríamos disponer de otros 10 millones. Tampoco se puede incorporar el total, hay que reservar cierta cantidad por si fuera necesario. El objetivo del Ayuntamiento de Yaiza es continuar con la obra pública, porque es un pilar generador de empleo. No solo con fondos propios sino con la colaboración del Cabildo, del Gobierno de Canarias, del Gobierno central o de la Unión Europea si hiciera falta. [Yaiza ha presentado 22 proyectos valorados en 23,6 millones para el Plan Nacional de Recuperación Económica que contará con fondos europeos].

-Ha incidido en la obra pública para generar empleo. ¿Qué proyectos serán una realidad en el corto plazo?

-Había una prioridad, que eran los planes de reasfaltado. Se dedicó 1,3 millones a intervenir en calles de Uga, Las Casitas, Femés o Las Breñas. Con fondos propios adjudicamos el centro deportivo de Playa Blanca, con pabellón y piscina cubierta. Se adjudicó por cinco millones y se está tramitando una modificación por 1,6 millones más. Está avanzada otra obra importante, que podemos considerar un enlace vital para desahogar el tráfico en el centro de Playa Blanca, que es la conexión entre la Avenida Papagayo con la salida a Femés. El Parque Atlántico, que se ha vuelto a adjudicar por 2,4 millones después de problemas con la anterior empresa que se llevó el concurso, ahora marcha a buen ritmo con una constructora local. Hemos conseguido recursos del Ministerio de Turismo y también estamos recurriendo a fondos propios.

“Cedemos suelo al Gobierno para construir 200 viviendas, pero con un plazo”

-Uno de los problemas estructurales de muchos pueblos es la falta de saneamiento. ¿Hay solución?

-Para el saneamiento de El Golfo hay un millón de euros, nominado por el Gobierno central, y cuatro millones más para el resto de municipios de la Isla, a los que también queremos optar. En el caso de El Golfo el objetivo era terminarlo a finales de 2021, pero habrá que pedir una prórroga. Se está a la espera de conseguir las autorizaciones medioambientales por parte del Gobierno de Canarias. Este proyecto es muy importante por varias razones. Por un lado, porque se trata de un núcleo enclavado en el Parque Natural de Los Volcanes y cuenta con una gran actividad de restauración, por lo que es una necesidad que cuente con saneamiento. Y, por otro, damos un pasito más hacia la consolidación de El Golfo como pueblo, desde el punto de vista urbanístico. Hay sentencias que inciden en que el saneamiento es un servicio básico para tener la consideración de núcleo urbano. También se ejecutará una depuradora, que irá mimetizada con el entorno y estará preparada para no generar olores. Una vez se haya ejecutado la red de saneamiento, para lo que hay levantar las calles del pueblo, se acometerá otro proyecto, que ya tiene el visto bueno de Costas, que es el reasfaltado y peatonalización de la avenida principal, con la ordenación del tráfico, porque a veces se generan conflictos entre los coches, los peatones y las terrazas.

-Para El Golfo también han planteado la ejecución de unas piscinas en el litoral. ¿Tiene ya la aprobación de Costas?

-Todavía no hemos recibido respuesta al proyecto de las piscinas, que tratamos que sean lo menos impactantes posible. Hay que dejar claro que esa es una demanda del pueblo. No es que el alcalde se levante un día y lo decida. Los residentes se han quejado de que no hay una zona segura de baño, por lo que se hizo un estudio de la costa, con tres posibles ubicaciones y se determinó por los expertos un espacio idóneo, en frente del último restaurante. La intención es utilizar material del fondo para hacer los muros y que sean lo menos impactantes que se pueda. Entiendo que haya sentimientos encontrados. En otras islas, como El Hierro o en ciertas zonas de Tenerife, el baño en la costa es en piscinas, de las que hay ejemplos también en Lanzarote. En El Golfo se hizo una asamblea con todo el pueblo y la inmensa mayoría votó a favor. Es cierto que se discutió sobre la ubicación, pero para eso se encargó un estudio. La ejecución rondaría los 300.000 o 400.000 euros y puede suponer un atractivo más para El Golfo y, sin duda, un servicio para los residentes. Esperamos que Costas conteste cuanto antes.

“Al Cabildo se le ha pedido que asuma la carretera de Femés, que necesita obras”

-En cuanto a las carreteras, hay alguna, como la subida a Femés,  que tiene deficiencias y que soporta mucho tráfico. ¿Qué planes tiene el Ayuntamiento?

-Es cierto que esa vía soporta mucho tráfico, aunque se haya eliminado el tráfico pesado y prohibido las bicicletas, porque en ocasiones se formaban colas y era arriesgado para los ciclistas. Esa carretera lleva un proyecto importante, porque o bien hay que ganar espacio hacia el interior o bien rellenar con muros de contención. Es una carretera municipal pero su carácter de eje insular, si se le quiere llamar así, es indiscutible y hemos pedido al Cabildo que la asuma. Tanto al Cabildo como al Gobierno de Canarias también se le ha pedido que desdoble el tramo de Playa Blanca a Yaiza y utilizar la carretera vieja solo para bicicletas, o bien usar la carretera vieja para una dirección del tráfico y la nueva en otra. Es un tramo que ya soporta mucho tráfico, que aumentará en un futuro, con la ampliación del muelle de Playa Blanca, que no tardará en culminarse. Ya va siendo hora de que se invierta en carreteras en Lanzarote. Vemos como en Fuerteventura se están acometiendo inversiones millonarias y a Lanzarote también le toca.

-¿Cómo ha quedado el mapa de las urbanizaciones de Playa Blanca, muchas de las cuales estaban en manos todavía de sus promotores?

-Faltan formalidades, pero la mayoría de las urbanizaciones se entienden recepcionadas por el Ayuntamiento de Yaiza, a excepción de Montaña Roja, que está en plazo para las obras de urbanización y que recepcionaremos cuando estén las obras terminadas, y Castillo del Águila, que están terminando una serie de obras. El resto de planes parciales se entienden recepcionados, con informes que acreditan las deficiencias que tienen. Lo que estamos haciendo es requerir a los promotores para que ejecuten las obras necesarias y, si no lo hacen, utilizar los avales que se depositaron en su momento. Si la inversión es superior, luego se le reclama lo invertido a los promotores. En el plan parcial Playa Blanca, por ejemplo, incautamos un aval de unos 34.000 euros para terminar dos calles en las que, por actos vandálicos, se habían llevado hasta los cables. Al igual que en el resto del municipio, en los planes parciales de Playa Blanca se llevará a cabo una intervención para mejorar la eficiencia energética.