Virginia Carretero

Setenta mil euros para la Sociedad Democracia

La Democracia  es una sociedad cultural de la capital que ya cumplió cien años, de esas que  nacieron cuando se necesitó, ante la inexistencia de estímulos culturales y de ocio. Prestó sus servicios a una comunidad que agradecía esa ventana. El Torrelavega es otra sociedad, esta de carácter  deportivo y el Casino, luego Club Náutico, que de entidad recreativa y de ocio, pasó a un fin eminentemente deportivo y, más residualmente, de entretenimiento aunque en los juegos de mesa ha sido sobresaliente.

El Torrelavega se las ingenia para seguir adelante, y el Real Club Náutico lo hace con aparente desahogo acumulando premios náuticos.

Si alguna de ellas no se entiende en los tiempos que corren esa es la Democracia. Sin vocación cultural, lleva tiempo en un proceso agónico cediendo sus instalaciones para actos puntuales.

Algunos años atrás, el mismo Cabildo que hoy compromete setenta mil euros para un proyecto de remodelación, ya pagó un caro ascensor que no ha servido para mucho. Fueron cincuenta mil euros justificados en que, a menudo, la sociedad cedía las instalaciones para diversas actividades. El ascensor no dinamizó lo que ya era cadáver, y un proyecto de remodelación tampoco lo hará.

Si el  Cabildo regala ciento veinte mil euros a la Democracia, -la sociedad que subsiste con las cuotas y derramas de sus socios, igual que las otras dos- no hay motivos para que no aporte la misma cantidad al Torrelavega  y al Náutico por las mismas razones. Estas parecen fundamentarse en que es dinero público no le duele al que debe gestionarlo. Ello me conduce a un acuerdo de años atrás, en que el mismo Cabildo, en el que sus representantes actúan con tanto desapego al dinero que deben administrar con rigor, decidieron pagar el tratamiento médico en la sanidad privada a una consejera que decidió que la sanidad pública no era para ella. Lo que tenían que haber hecho los consejeros que lo decidieron era pagarlo a escote. La caja pública da para mucho, pero no cubriría las demandas de la población que, con idéntico derecho, quisiera que les trataran de la misma forma. Nadie se ruborizó ni dio explicaciones.

En algún momento se dijo que a la Democracia lo que le falta es un acceso al mar. De ser así, les animo a que vendan el edificio que vale un potosí y que compren en primera línea y con atraques. Lo que los ciudadanos no deberíamos contemplar, seamos o no socios, es que el dinero público se destine a estos fines. Es cierto que  las asociaciones andan con la mano tendida  embarcadas en la política de las subvenciones, pero una cosa es un club deportivo o una asociación de mayores y otra otorgarle una subvención a un bar con terraza. A eso se reduce hoy la Democracia.

Setenta mil o la cantidad que sea, debe revertir en la comunidad, y en el caso que nos ocupa lo hace a una entidad privada a la que sólo acceden los socios, por mucho que la abran para charlas, conferencias o encuentros. Al Cabildo no le corresponde contribuir a engordar el patrimonio de nadie, que es justo lo que está haciendo. Nos rodean los dispendios, los del Ayuntamiento de Arrecife, que no parecen tener fin, y ahora se le suma a las políticas populistas la primera institución insular.

Lamentablemente, al Torrelavega no parece quedarle tampoco demasiado recorrido, con o sin subvenciones, y mira que se lo curran.

Estos son otros tiempos. Que lo suyo lo paguen los socios, como hacen los del Náutico.

 

Comentarios

Y digo yo, ¿esto no es un delito de malversación? Si no lo es ¿por qué no lo es?
Completamente de acuerdo contigo Virginia. La sociedad democracia ( curioso nombre a tenor de lo que hoy es y hace ) es una entidad privada y no solo reclaman dinero publico sino que molesta a los vecinos de la zona con sus fiestas y verbenas con música a todo volumen y cuando quieren cual discoteca . Es indignante que no solo no se les impida esas actividades por incumplir las normas de insonorización ( lo que se exige a las discotecas ) e impedir el descanso de los vecinos ( en realidad pasan literalmente de los vecinos ) sino que encima les dejan 70000 euros de regalo. No es justo lo que hace el señor vicepresidente del Cabildo y confiar en que lo piense y retire esa subvención ( en realidad regalo ).
Las Sociedades (Democracia, Torrelavega. Real Club Náutico otro hora Casino o El Porvenir de San Bartolomé ) pertenecen a otra época, tuvieron su ventana de oportunidad y la aprovecharon, hicieron tarea social y se lo debemos agradecer. Pero los tiempos han cambiado. La oferta de ocio que tenían antes (en ausencia de competencia), ya lo valen para estos tiempos. Renovarse o morir, hay que ir con los tiempos, es ley de vida. Parece que la única sociedad que consigue este objetivo es el Náutico. Al resto, si no aplican un plan exitoso de renovación, ya les queda poco tiempo.
Totalmente de acuerdo con el artículo pero lo de la consejera me ha dejado estupefacto, ¿es que nadie denunció a esa tipa y a los que ordenaron abonarle los gastos médicos en la sanidad privada?. El aborregamiento que se ve por estos mares es incomprensible, aunque, en realidad, está extendido por todo este país.
Estoy de acuerdo con muchas cosas de este texto. Creo firmemente que la Democracia ha tenido falta de liderazgo de sus anteriores presidentes. Personas, algunas serias, pero con una capacidad muy corta de miras. Las Entidades de este tipo que existen en cualquier ciudad, tienen en su mayoría, un gran prestigio porque abanderan una serie de actividades de la que los socios se sienten orgullosos. No hay que ir más lejos y ver como en Tenerife están estas entidades, que muchas veces las oímos en los Carnavales con sus rondallas, o equipos deportivos, en cualquier caso, con actividad constante. El Club Náutico de Arrecife, es en muchas cosas, bastante diferentes de las de La Democracia. Ahora bien. Al igual que el Cabildo subvenciona las fiestas de tal pueblo, o las actividades de tal equipo de futbol o vela, etc., debería exigir un plan cultural de esa entidad cultural o deportiva. Estas entidades en una sociedad, son importantes y es necesarias para la vida de los pueblos, pero tienen que tener un liderazgo y sobre todo un planteamiento de lo quiere ser.

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