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“El Jable es el lugar del mundo más importante para la hubara”

Dos de los mayores expertos mundiales piden “que se prohíba por completo la extracción de arena y que se aplique la totalidad del marco legal vigente”

Saúl García 6 COMENTARIOS 18/12/2023 - 06:53

“La expansión de la extracción de arena en El Jable será uno de los golpes más graves jamás infligidos al futuro de la especie en las Islas Canarias”. La afirmación se refiere a la hubara y es así como termina la carta incluida en las alegaciones por parte de Ecologistas en Acción a los posibles permisos mineros.

La carta está firmada por dos de los mayores expertos mundiales en este ámbito, Nigel Collar y Mimi Kessler, copresidentes del Grupo de Especialistas en Avutardas de la UICN, la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza. En esa carta manifiestan la “profunda preocupación de la comunidad científica internacional sobre el efecto de la extracción de arena en el Jable, en Lanzarote, sobre las hubaras africanas”.

Consideran que la hubara africana (Chlamydotis undulata) es una especie globalmente amenazada, clasificada como vulnerable en la Lista Roja de la UICN. Está presente en todo el norte de África, pero también tiene una población pequeña “pero importante” en La Graciosa (con un número ínfimo), Lanzarote y Fuerteventura. “Las aves españolas son ligeramente diferentes de las africanas y, por lo tanto, han sido designadas como una subespecie endémica separada, exclusiva de las Canarias orientales”, destacan. Por su reducida población, esta especie está protegida por la legislación española como en peligro de extinción.

En la carta señalan que la hubara, en África, es objeto de caza incontrolada, “hecho que ha provocado que se encuentre comprometida a nivel genético debido a la liberación de un número excesivo de aves criadas en cautividad que puedan dar respuesta a la demanda cinegética”. La caza ha reducido la capacidad natural de la población silvestre para sobrevivir y reproducirse en los niveles necesarios.

Pero en Canarias no existe caza ni liberación de aves y esa excepción de estas dos amenazas hace “que la población española tenga una importancia excepcional para la conservación de toda la especie”. No obstante, esta población no está exenta de amenazas, como pueden ser “la pérdida de su hábitat (incluyendo la construcción de aerogeneradores, el abandono de la agricultura tradicional, el sobrepastoreo por cabras, etc.), molestias (por turistas, entrenamiento militar, recolectores de trufas, paseantes con perros sueltos, etc.), colisiones con tendidos eléctricos y, en los últimos años, un aumento de la extracción de arena para la construcción en el lugar de cría más importante que queda en Canarias”.

Un estudio reciente concluye que en Fuerteventura “la hubara se encuentra actualmente al borde de la extinción” con un descenso del 65 por ciento en el número de machos en los últimos 23 años. En ese estudio se proponía la restauración del matorral de launaea arborescens y de las gavias disfuncionales abandonadas; la restricción de nuevas carreteras, edificios y tendidos eléctricos en todas las zonas de la hubara; el soterramiento de los tendidos eléctricos existentes y la limitación de la velocidad en las carreteras que discurran a través de hábitats clave.

La carta señala que la población genéticamente no contaminada más importante que queda de toda la especie española se encuentra ahora en Lanzarote. “Por tanto, la Isla tiene tanto la oportunidad como la obligación de asegurar el futuro de la hubara africana como elemento clave del patrimonio de biodiversidad canario, español y mundial”.

Esa población se evaluó en 2018 en unos 450 ejemplares, de los cuales el veinte por ciento estaría en la zona de El Jable, que sería “con diferencia, el lugar más importante para la especie en las Islas Canarias y, por tanto, en el mundo para la subespecie fuertaventurae; y, de hecho, dada la incertidumbre que rodea a la conservación de la hubara africana en todo el norte de África, “el Jable es posiblemente el lugar más importante para la especie en el mundo”. Además, señalan que “la propia Oficina de Turismo de Lanzarote” está promocionando este lugar como zona de excepcional belleza natural.

Los expertos consideran, por tanto, que la extracción de arena en El Jable “es incompatible con la obligación de España de proteger una ZEPA, una especie amenazada a nivel mundial y una especie amenazada a nivel nacional, así como con los propios intereses de la Isla por conservar un gran atractivo natural y cultural para un nuevo mercado turístico exigente”.

“La extracción de arena -insisten-  daña irreversiblemente el paisaje semidesértico al penetrar hasta el lecho rocoso de sustrato arcilloso, en el que no crece vegetación alguna. Lo que queda tras las extracciones no es un hábitat funcional para la hubara ni para ninguna otra especie, es, además, feo a la vista e inútil para cualquier otro fin, ya sea económico o ecológico”.

La extracción “es incompatible con la obligación de proteger una ZEPA”

Consideran estos expertos que las hubaras y otras aves no utilizarán este suelo desnudo porque no les proporciona alimento ni refugio. “Además, la extracción de arena se lleva a cabo en forma de mosaico desordenado, lo que convierte el hábitat restante también en un mosaico, y dichos mosaicos (fragmentos de hábitat) albergan menos aves que las zonas más grandes y continuas, ya que los fragmentos suelen ser individualmente demasiado pequeños y estar demasiado desconectados como para ser habitados por animales que necesitan un hábitat continuo para sobrevivir en buenas condiciones”.

Terminan señalando que el daño ya causado a El Jable es considerable. Si en 2018, las aves contadas allí fueron 86, siete años antes había 122. Ese descenso “es el resultado del agotamiento del hábitat causado por la extracción de arena” sumado a los efectos de los camiones y excavadoras sobre las aves. “Cualquier nueva extracción de arena sólo causará nuevas pérdidas desproporcionadas de aves en El Jable y debilitará gravemente la inmensa importancia del lugar como defensa crucial contra la extinción local, nacional y mundial de la especie”.

Por todo ello, los expertos solicitan “que se prohíba por completo la extracción de arena en El Jable y que se aplique la totalidad del marco legal vigente rigurosamente”.

Comentarios

Sobre todo los lugares con parras
<Si en 2018, las aves contadas allí fueron 86, siete años antes había 122. Ese descenso "es el resultado del agotamiento del hábitat causado por la extracción de arena” sumado a los efectos de los camiones y excavadoras sobre las aves.> 1: no podemos comparar el censo de 2018 con los censos de años anteriores ya que las metodologías fueron distintas. Hasta 2018 los transectos se realizaban a pie, mientras que en 2018 se hizo desde un todoterreno en marcha, además de usar otros métodos estadísticos que ya fueron criticados en su día: https://www.diariodelanzarote.com/opinion/%C2%BFcu%C3%A1ntas-hubaras-hay-en-lanzarote 2: actualmente no existe un estudio científico publicado que determine la causa de ese descenso putativo y por lo tanto demuestre un nexo causal en esta correlación y no en otras correlaciones como las sequías. 3: El ritmo de extracción de arena en esa zona no se relaciona con cambios en el tamaño de las poblaciones desde los años 70. De ser normal una reducción del 70% de la población de hubaras cada 7 años, sería extremadamente difícil avistar hubaras en la zona, lo cual no es el caso si aceptamos esas localizaciones GPS como válidas. 4: el grupo de investigación de Alonso ha presentado unos datos que interpretan como una zona de exclusión en el entorno de las excavaciones en el jable. Hay varios problemas con esta conclusión: los rastreadores GPS usados daban una localización cada 5 minutos, por lo cual no aparecería la localización dentro de una cantera si la hubara hubiera permanecido ahí menos de 5 minutos. No parar por no haber comida no es lo mismo que evitar la zona. Hablamos de canteras muy pequeñas. 5: no se ha valorado si la existencia de estas zonas mineras tienen un efecto negativo en depredadores de hubara como el cuervo o molestias como los quads y motos por el peligro que suponen los bruscos desniveles, teniendo así un posible efecto neto positivo sobre la hubara. 6: los datos de las localizaciones GPS no fueron recopilados para esta finalidad, por lo que se comete una hipotetización post-hoc, que es como disparar hacia un muro y luego dibujar el centro de la diana sobre la mayor agrupación (los datos presentados no están contextualizados, por lo que no se puede verificar que estas putativas zonas de exclusión solo se dan en las zonas extractivas o si existen otras en jable virgen y por lo tanto no exista significancia estadística). 7: no existe estudio estadístico que valore la certidumbre en la existencia de esta putativa zona de exclusión. Ustedes pueden ser los mejores científicos del mundo, pero si no hacen buena ciencia, la cual requiere de su publicación y rigurosa revisión por pares, su opinión seguirá siendo opinión y no ciencia por mucho que apelen a la autoridad. Estoy dispuesto a cambiar de opinión si me presentan datos científicos y metodologías que despejen las 7 dudas que acabo de exponer.
Curioso concepto el de la "contaminación genética" de una subespecie.
Pues si son dos expertos los que lo dicen tendremos que hacerles caso. Millones de expertos dicen que el tabaco es malo y se sigue vendiendo. Millones de expertos dicen tantas cosas en el mundo a diario y nadie les hace caso y aquí vienen dos iluminados y la isla entera tiene que claudicar..
"ya que los fragmentos suelen ser individualmente demasiado pequeños y estar demasiado desconectados como para ser habitados por animales que necesitan un hábitat continuo para sobrevivir en buenas condiciones” Esto es falso. Miren la foto en esta noticia: https://www.diariodelanzarote.com/noticia/las-alegaciones-de-ecologistas-en-acci%C3%B3n-canteras-y-conservaci%C3%B3n-incompatibles-en-el-jable y díganme donde ven un solo fragmento de hábitat separado del resto. Está todo conectado. Evidentemente, un fragmento está desconectado, de ahí que sea un fragmento. Por lo tanto no tiene ningún sentido la expresión "fragmentos demasiado desconectados". En todo caso hablamos de pérdida de hábitat o de reducción de la conectividad del hábitat, no de su fragmentación. Si no entienden la diferencia y la importancia de tal distinción, lean "Forty years of bias in habitat fragmentation research", por Lenore Fahrig: https://carleton.ca/glel/wp-content/uploads/Fahrig2017Ch5inKareivaetal.pdf
Es una sobre-simplificación afirmar que la diversidad genética se reduce porque se liberan demasiadas aves criadas en cautividad, ya que depende de los métodos de cría utilizados: https://www.nature.com/articles/s41598-021-87436-z Una mezcla adecuada de los métodos de conservación in-situ y ex-situ acorde a mejores prácticas es la estrategia que más garantías da para la conservación de la especie. En cierto modo, la población de hubaras en Fuerteventura hoy depende de la cría "ex-situ" en Lanzarote. Pongo ex-situ entre comillas porque la hubara se mueve sin ayuda entre las islas orientales, aunque por la distancia suele ser poco frecuente. Por ser puntilloso, no debemos hablar de contaminación genética a menos que podamos demostrar que esas mutaciones reducirán la adaptabilidad de la especie a un ecosistema que está cambiando debido al calentamiento global y a la presión antrópica. Se podría hipotetizar que la hubara criada en cautividad es menos asustadiza frente al ser humano y eso puede ser una ventaja evolutiva en lugares como Lanzarote donde no es cazada.

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