Los ecologistas consideran que la actividad de extracción está causando un impacto negativo sobre el hábitat de la subespecie canaria de avutarda hubara
Las alegaciones de Ecologistas en Acción: canteras y conservación, incompatibles en El Jable
Los ecologistas consideran que la actividad de extracción está causando un impacto negativo sobre el hábitat de la subespecie canaria de avutarda hubara
Ecologistas en Acción Lanzarote ha presentado alegaciones a tres proyectos de canteras para los que ya se había abierto el plazo de exposición pública. Las alegaciones, presentadas ante el Servicio de Minas de la Dirección general de Industria de la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Autónomos del Gobierno de Canarias, abordan todos los aspectos de la posible autorización, desde el contexto urbanístico hasta el estudio de impacto ambiental. Las alegaciones se hacen a los proyectos Arenero Guerreo, Arenero Dorado y Jablillo. La asociación ecologista analiza los detalles de cada una de las solicitudes de forma individual, pero también realiza alegaciones genéricas muy similares para las tres.
La asociación ecologista pide a la Consejería que emita una Declaración ambiental negativa para esos proyectos por “la incompatibilidad de la actividad solicitada con la obligación legal de las administraciones públicas y el órgano ambiental de velar por la conservación de los espacios y especies protegidas presentes en el ámbito”.
Entre sus solicitudes está que se retrotraiga el expediente a la fase de consulta a las administraciones públicas y personas interesadas llevada a cabo por el órgano ambiental “al no haberse dado traslado durante la misma a esta asociación, lo que ha provocado que tanto el documento de alcance emitido por dicho órgano como la Evaluación Ambiental estratégica carezcan de los contenidos mínimos exigibles para la correcta evaluación de los impactos en el ámbito”. El Gobierno confundió Ecologistas en Acción Lanzarote con El Guincho, que también está asociada a la misma confederación de asociaciones ecologistas, pero que no tiene actividad.
También solicitan la denegación de la concesión de la explotación “por ser incompatible con la planificación ambiental vigente”, el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, que se aprobó este mismo verano. En este sentido, piden la suspensión “de todas aquellas concesiones mineras existentes en el ámbito, hasta la rehabilitación de la totalidad de las extracciones abandonadas que garanticen que no se produce un efecto acumulativo y sinérgico exponencial en el ámbito, ejecutando al efecto los planes de restauración pertinentes”.
Piden al equipo redactor que subsane el Estudio de Impacto Ambiental para que se analicen todos los factores ambientales adecuadamente, “con base en el mejor conocimiento científico disponible, así como la inclusión de los contenidos mínimos exigibles en la legislación vigente y la adecuada evaluación, conforme a las guías publicadas, incluyendo las repercusiones del proyecto en la Red Natura 2000”. Y solicitan que se cambie el método de evaluación empleado, “instando a utilizar indicadores y valoraciones técnicas no subjetivas como las empleadas en el documento expuesto a información pública”.
Además, piden que se incluya una valoración específica de los efectos del proyecto en el paisaje cultural de El Jable y un estudio específico de su recuperación tras la finalización de la actividad minera.
Señalan en estas alegaciones que la extracción de áridos en El Jable ha tenido una naturaleza cíclica en función de las fases de mayor desarrollo urbanístico y de las infraestructuras acontecidas en la Isla. “El último ciclo siguió hasta cerca de 2008, cuando, con el estallido de la burbuja inmobiliaria, se dejaron abandonadas y sin restauración alguna las explotaciones que habían sido autorizadas hasta ese momento”. Los ecologistas recuerdan que, ya en 1998, un artículo en la Revista de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias ponía la voz de alarma sobre las extracciones de áridos.
Evolución de las canteras.
“La minería a cielo descubierto desfigura el paisaje cultural de la zona”
“La minería a cielo descubierto -señalan las alegaciones sobre El Jable- desfigura su paisaje cultural, al aniquilarlo, y por ello El Jable deja de ser singular ya que se paraliza su continua trasformación, y esta parte de Lanzarote deja de ser original y única”. Las extracciones conllevan el abandono de la agricultura de secano asociada a técnicas tradicionales de cultivo y la disminución de suelo cultivado “pone en riesgo la necesaria soberanía alimentaria de Lanzarote que garantiza el futuro, destruye la conexión histórica entre paisaje y vida humana insular y devasta el recurso más valioso que tenemos: el paisaje como medio de vida, como reflejo identitario y como conciencia insular”.
En las alegaciones se incluye el informe del Grupo de Investigación sobre Ecología y Conservación de Aves del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que desarrolló el proyecto titulado Áreas de campeo y movimientos de la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuertaventurae). El informe concluye que la actividad de extracción en El Jable está causando un impacto negativo sobre el hábitat de la subespecie canaria de avutarda hubara, al provocar un área de exclusión en una de las principales zonas de distribución de la especie en Lanzarote.
Ecologistas en Acción se ocupa en sus alegaciones del incumplimiento de las medidas restauradoras por parte de las empresas concesionarias, lo que conlleva que las canteras se utilicen “por la población no concienciada para el vertido de escombros y enseres, creación de circuitos ilegales para motos todoterreno, quads o coches 4x4”. “Todo ello pone en riesgo la supervivencia de cualquiera de las especies que habitan El Jable”, destacan.
Protección
La mayor parte de las superficies donde se pretenden explotar las canteras está incluida dentro del área protegida por la Red Natura 2000. El PORN recientemente aprobado extiende sus efectos más allá del Parque Natural del Archipiélago Chinijo e incorpora a su área de protección a la superficie que conforma la Zona de Especial Protección para las Aves dentro de dicha Red.
Los ecologistas señalan que el artículo 116 de la Ley 4/2017 establece que para el caso de los espacios incluidos en la red Natura 2000, formen parte o no de la red de espacios naturales de Canarias, que no cuenten con plan de protección y gestión, “los cabildos insulares fijarán las medidas de conservación y protección necesarias para responder a las exigencias ecológicas de los tipos de hábitats naturales y de las especies presentes en tales áreas”.
Es decir, que como la ZEPA no tiene su propio plan de gestión, el Cabildo “debe velar por la conservación y protección que sea necesaria para garantizar el correcto desarrollo de las especies que motivaron la declaración del espacio, impidiendo las actuaciones que vayan en contra de estos objetivos”.
“La expansión de las extracciones será un golpe grave al futuro de la hubara”
Respecto a los distintos estudios de impacto ambiental, destacan que “se nota cierta carencia por cuanto desde el inicio no realizan una descripción de los factores ambientales en presencia”, entre otros factores. Destacan, por contra, que la extracción de arena daña irreversiblemente el paisaje al penetrar hasta el lecho rocoso de sustrato arcilloso, en el que no crece vegetación alguna.
Además, los desniveles generados por la extracción suponen una trampa a la circulación normal de la arena, por lo que el daño excede el ámbito de extracción. “Así pues, los desniveles generados por las extracciones de arena en El Jable afectan a este movimiento de arena y repercuten en los suelos circundantes que también requieren la renovación eólica de esa capa de arena superficial”.
Además, en los estudios de impacto ambiental se plantean los daños en la avifauna “como si solo dependiera del impacto de la maquinaria durante el periodo de extracción en relación con sus periodos de nidificación y no respecto del que produce la desaparición del suelo en el que se desarrollará la vegetación necesaria para su supervivencia”.
“Lo que queda no es hábitat para que especies como la hubara canaria, el corredor sahariano u otras aves puedan utilizar este suelo desnudo porque no les proporciona alimento ni refugio”, añaden.
Por otra parte, la evaluación ambiental obvia el daño que sobre un espacio productor de alimentos genera la extracción del material que durante siglos ha sustentado una peculiar agricultura de secano con características únicas a nivel mundial. Dicho perjuicio resulta enorme e irreparable pues se está eliminando, precisamente, el material que por su capacidad de infiltración, capacidad aislante y contenidos en nutrientes como fósforo y potasio permite producir cosechas en condiciones de estricto secano.
Comentarios
1 ciudadano Jue, 14/12/2023 - 10:39
2 Ciudadano 2 Jue, 14/12/2023 - 15:03
3 Anónimo Jue, 14/12/2023 - 20:05
4 Conejera Jue, 14/12/2023 - 20:26
5 Al 3 Vie, 15/12/2023 - 17:19
6 Al 5 Vie, 15/12/2023 - 19:52
7 RP Vie, 15/12/2023 - 20:48
8 Anónimo Sáb, 16/12/2023 - 06:48
9 El Chacho Sáb, 16/12/2023 - 12:32
10 Al 5 Mar, 19/12/2023 - 12:42
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