Guillermo García, ex director general de RadioTelevisión Canaria (RTVC), asignó pocos meses antes de abandonar el cargo hasta cinco contratos por un valor total de 1,3 millones de euros a Report Line Producción Audiovisual, propiedad del periodista y cineasta Lucas Fernández, persona del círculo más estrecho del exalcalde de Santa Cruz de Tenerife y exsenador de Coalición Canaria Miguel Zerolo.

Estas adjudicaciones coincidieron en el tiempo con el proceso de compra por parte de Plató del Atlántico, otra de las empresas de Fernández, del 51% de las acciones del grupo de comunicación propietario del periódico Diario de Avisos y de Teide Radio, entre otras compañías multimedia. Esta operación se materializó el pasado 8 de febrero.

En la última remesa de contratos del ente público antes de la salida de García y de la elección, el 25 de marzo, del Consejo Rector presidido por Santiago Negrín, Report Line figura como la principal beneficiada. Las tres primeras adjudicaciones se firmaron la víspera del Día de Reyes, según un documento interno del ente público al que ha tenido acceso este periódico.

Uno de estos contratos, por un montante de 295.100 euros (22.700 por cada uno de los 13 programas de 50 minutos de duración), estaba destinado a la producción del magacín Abriendo Puertas, que se emite los miércoles a las 23.25 horas desde finales de febrero.

Este espacio, según explica la página web de la Televisión Canaria, “entra en los edificios más destacados del patrimonio arquitectónico y ofrece su historia y sus datos desde un punto de vista novedoso”. Subraya además que para la grabación de las tomas aéreas se han utilizado drones.

El segundo de ellos, Parranda canaria, sigue la estela de producciones musicales como La bodega de Julián o Parrandiando y ha costado 260.000 euros. Con una duración de una hora y media, se emite los viernes y sábados a las 21.15 horas. En comparación con otro de los espacios dedicados al folclore de las Islas, Noche de taifas, de la productora Siete Mares, el precio es bastante superior (20.000 euros por programa frente a 6.000).

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