Colegios de la Biosfera: el aula en el volcán
Ya se ha abierto el plazo de solicitud de plazas para las escuelas rurales, una oferta educativa singular vinculada al territorio y a los valores de la sostenibilidad
La Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias mantiene abierto hasta el 14 de abril el periodo de solicitud de plazas para Educación Infantil y Primaria. La oferta involucra tanto a los CEIP como a la red de escuelas unitarias, un modelo educativo diferencial reconocido por su importancia como servicio público en las zonas rurales.
El texto de la moción por la que el Parlamento de Canarias instó al Gobierno a declarar el 5 de junio como Día de las Escuelas Rurales en Canarias, en el año 2014, ponía de relieve su aportación al cuidado del medio natural, y por tal motivo se hizo coincidir con el Día Internacional del Medio Ambiente.
Se materializaba así la voluntad de las instituciones de fortalecer una fórmula educativa que va mucho más allá de garantizar los conocimientos contenidos en el currículo escolar y que se mantiene en todas las islas del Archipiélago. Según los últimos datos, en Canarias funcionan actualmente 121 escuelas unitarias, a las que asiste un total de 2.386 estudiantes: 32 de ellas se encuentran en Gran Canaria, 29 en Tenerife, 28 en La Palma, 13 en Lanzarote, nueve en Fuerteventura y otras cinco tanto en La Gomera como en El Hierro.
La Ley Canaria de Educación no Universitaria dispone que el Ejecutivo regional promoverá una atención específica a las escuelas rurales, de tal manera que éstas serán consideradas “centros singulares”. Asimismo, establece que la administración dotará a estas escuelas de los medios suficientes, diseñará las medidas necesarias para garantizar la igualdad de oportunidades y el éxito educativo del alumnado que curse en ellas sus estudios, y establecerá procedimientos y medidas específicas de apoyo para atender las unidades que escolaricen alumnado de diferentes edades en el medio rural.
Además, el colectivo de escuelas unitarias de Canarias fue distinguido en el año 2017 con el Premio Viera y Clavijo, el máximo galardón en el ámbito educativo de las islas.
En Lanzarote
Aunque no ha sido siempre así, la Red de Escuelas Rurales (CER) de Lanzarote goza de excelente salud. Tras el progresivo cierre de las escuelas de Máguez, Órzola, Teseguite y Tiagua, esta alternativa ha cobrado un nuevo vigor con el cambio de valores sociales y el aumento del compromiso público con estos centros. En la actualidad, se mantienen con alumnado estable y un reconocimiento en aumento los CEIP María Auxiliadora, Güime, La Vegueta, Los Valles, Soo, Muñique, Tiagua, Nazaret, La Caleta, El Cuchillo, Mararía, Las Breñas y Tao.
“Ser Colegio de la Biosfera supone habitar el territorio con consciencia”
La apertura de comedores y la puesta en marcha de prestaciones de recogida temprana y tardía han sido fundamentales para dotar de mayor atractivo esta escolarización, en un contexto social en el que la conciliación laboral y familiar es el primer criterio a la hora de elegir colegio. El coordinador del CER de Lanzarote, Chano Acosta Luján, explica que, a día de hoy, de las 13 escuelas rurales, nueve disponen ya de servicio de comedor y de atención a los menores antes y después del horario escolar, mientras que el resto está en distintas fases del proceso para obtenerlos.
Por otra parte, considera que el factor del multigrado en grupos mezcla de edades “es un elemento positivo de convivencia, junto a la estabilidad del profesorado, que da confianza a las familias”. “Tal vez abogaría por instaurar la figura del director, que se responsabilizara de la parte administrativa y relacional junto al docente o docentes de cada escuela”, matiza.
Lo cierto es que la escuela rural cumple otras múltiples funciones: posibilita que los niños puedan acudir al colegio en su propia localidad, a pie o en bicicleta, potenciando un sentimiento de pertenencia y enraizando a la población con su entorno.
Colegios de la Biosfera
Las escuelas rurales de la Isla participan en el programa Colegios de la Biosfera, promovido por la oficina de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote a partir del año 2015, con un proyecto piloto desarrollado en el CEIP Tao, y al que se han ido sumando la totalidad de centros, con el CEIP Las Mercedes, en el año 2022, como último fichaje.
Se trata de una iniciativa de intervención educativa y comunitaria que persigue el desarrollo de actuaciones en las escuelas unitarias de Lanzarote, con el fin de acompañar hacia un modelo sostenible y comprometido con el desarrollo social y ambiental de la población a la que pertenece.
Las escuelas rurales fomentan nuevos valores de sensibilidad y convivencia
Para el consejero de la Reserva de la Biosfera, Samuel Martín, “en un mundo donde la desconexión entre el ser humano y la naturaleza se hace cada vez más evidente, estos centros educativos representan una oportunidad única para inculcar valores de respeto, cooperación y armonía con el medio ambiente”.
También considera que mientras que en las zonas urbanas el contacto con el entorno natural es limitado, en las comunidades rurales los niños y niñas crecen rodeados de ecosistemas vivos y en vecindad con los ciclos naturales. “Esta cercanía permite una educación basada en la experiencia y en la observación directa, lo que fomenta un aprendizaje significativo sobre la biodiversidad, los recursos naturales, los valores culturales y patrimoniales y la importancia de su conservación”, agrega.
Además, las escuelas rurales contribuyen a una educación alineada con la sostenibilidad, al orientarse a la agroecología, el reciclado y otras prácticas que enseñan a los más pequeños a gestionar los recursos de manera equilibrada. De esta forma se interioriza la idea de que la naturaleza no es una fuente inagotable y que es responsabilidad colectiva garantizar su protección.
Cogobernabilidad
El coordinador del CER de Lanzarote destaca como principal ventaja de las escuelas rurales la mayor y más fácil comunicación con las familias, al generarse lazos estrechos entre el colegio y la comunidad. “Hablamos de cogobernabilidad, de un esfuerzo conjunto con las AMPAS y con la sociedad, esa tribu necesaria para educar a un niño. Son los viejos nuevos valores: buscar una realidad más justa, resiliente y solidaria; con plena conciencia de que todos y todas educan y todos y todas enseñan, hasta quien tira una colilla al suelo y da un mal ejemplo”, argumenta. Y en esta misión, considera que ser Colegio de la Biosfera “supone habitar el territorio con consciencia, reforzar el vínculo con el entorno, actuar con respeto y proteger el medio en el que nos desenvolvemos”.
Las unitarias de Canarias fueron distinguidas con el Premio Viera y Clavijo 2017
En su opinión, reitera, las escuelas rurales fomentan nuevos valores de sensibilidad, humanismo y convivencia. En estos colegios se puede implementar una pedagogía basada en el respeto mutuo y la cooperación, donde se refuercen la empatía y el trabajo en equipo, tanto entre estudiantes como con la comunidad en su conjunto. Además, la vida en un entorno natural permite reconocer la interdependencia entre humanos, animales y ecosistemas y promueve una ética del cuidado que trasciende la relación entre personas e incluye a todos los seres.
Chano Acosta Luján lleva un cuarto de siglo de docencia en la Isla y desde el año 2006 ocupa la responsabilidad de la coordinación del CER. Según su criterio, el modelo educativo de las escuelas rurales es ejemplar, y recuerda que hay profesorado que lo busca, y alumnado que, tras formarse, ha vuelto a los campos para dar clase. “Durante años trabajé con una maestra y ahora soy compañero de su hijo”, cuenta. Y añade: “Para el personal docente de las unitarias, es mucho trabajo y muy exigente, y hasta puedes sentir la soledad, pero la tarea es preciosa y las sonrisas en el aula curan todos los males”.
El Colegio de Educación Infantil y Primaria La Destila, en Arrecife, elabora cada día en su cocina-nodriza las comidas de su propio alumnado y las que se reparten entre nueve escuelas unitarias de San Bartolomé, Tinajo y Teguise, garantizándose la prestación de un servicio complementario esencial para la pervivencia de estos centros, como medida de conciliación familiar y laboral. Según las cifras facilitadas por la Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, se preparan menús diariamente para los 130 comensales de la escuela de Arrecife y para otros 150 estudiantes, con destino a los CEIP María Auxiliadora (30 servicios), Güime (22 servicios), El Cuchillo (17 servicios), La Vegueta (11 servicios), La Caleta de Famara (25 servicios), Los Valles (10 servicios), Muñique (11 servicios), Soo (siete servicios) y Tao (19 servicios).
La distribución del alimento está garantizada gracias a un servicio especial de transporte, financiado por la Consejería de Educación, y cuyo importe ha ascendido, para el presente curso, a un total de 87.801 euros.
También está en marcha el programa Ecocomedores, una acción colaborativa de la comunidad educativa de los centros, el Cabildo de Lanzarote, los ayuntamientos y las Consejerías de Agricultura y Educación del Gobierno de Canarias, basado en la incorporación de productos ecológicos, frescos, locales y de temporada en la dieta escolar.
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