Se supone que la secuencia debería ser esta: primero conocemos los hechos y después opinamos sobre ellos. Aplicamos nuestra ideología sobre la realidad para interpretarla. Pero los hechos deberían ser los hechos.
Hace tiempo que esto va tomando una deriva peligrosa. Lo que se ha llamado posverdad consiste en una realidad alternativa. Se podría decir que es una mentira, sí, pero en el fondo es la conversión de la secuencia: aplicamos nuestra ideología para adaptar la realidad a nuestros intereses, independientemente de los hechos.
Lo que hacen las redes sociales, ente otras cosas, es amplificar estas visiones individuales, estas versiones carentes de hechos, hacia otras personas que, aparentemente, están de acuerdo con nosotros. Si podemos conformar la realidad a nuestro gusto, para qué preocuparse por soportar una verdad más incómoda.
Sin que se sepa aún quién es el autor ni su motivación, miles de personas ya adaptan públicamente la realidad a sus intereses, sin importar los hechos. Para unos es violencia vicaria, para otros un ajuste de cuentas, para otros una banda latina y por supuesto, que no falte, para otros, cualquier otro extranjero, y si es magrebí, mejor.
Pero los hechos son tozudos. Han asesinado a un niño y hay miles de personas preocupadas en envolver el horror en el papel que más les gusta.
Comentarios
1 Infowar Lun, 19/08/2024 - 12:48
2 Medios Lun, 19/08/2024 - 15:11
3 Sara Jue, 22/08/2024 - 12:38
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