“El Charco de San Ginés está en un punto de no retorno”
Emilio Soler Onís, doctor en Ciencias del Mar
-¿Qué son las microalgas?
-El término microalgas engloba a un grupo grandísimo de organismos. Lo que las aúna es que son organismos unicelulares que tienen como característica común que realizan la fotosíntesis, que tienen evoluciones muy diferentes, con estrategias y ciclos de vida muy diferentes y sobre todo que habitan en lugares también muy diferentes. Han sido durante millones de años los únicos pobladores de la tierra. Son los que cambiaron precisamente con esa actividad fotosintética el planeta tal como lo conocemos ahora, y son básicos para el mantenimiento del ecosistema.
-Sin embargo hay algunas que son nocivas o perjudiciales para la propia fauna o para el ecosistema...
-Hay ejemplos de todo tipo. Realmente no son tantas. De las 5.000 especies de microalgas citadas hasta ahora en el ámbito marino, solo unas 300 son capaces de crecer en gran cantidad y solo unas cien producen toxinas muy potentes que pueden afectar al ser humano y al medio. Este pequeño grupo que puede causar daños potenciales genera pérdidas económicas enormes. Ese es el problema. Afectan a la acuicultura, a la salud pública, al ocio, al medioambiente, al turismo... Algunos lagos de Europa hay que cerrarlos al baño porque hay cianobacterias que incluso pueden matar al ganado. La concentración siempre viene dada por perturbaciones, pero son fenómenos naturales. Ya estaban recogidas en la Biblia, con las famosas plagas de Egipto... Hay escritos de los grandes viajeros cuando ya empezaron a circunnavegar, que escriben en sus libros de bitácora fenómenos que observan o que observaron de gente que comió pescado y que murió. Siempre ha ocurrido pero desde hace unos cincuenta años, la frecuencia y duración de estos fenómenos es mayor.
-¿En Lanzarote y Fuerteventura hay lugares con una especial concentración de este tipo de microalgas?
-No hay un lugar fijo donde ocurra, ocurre cuando se dan los factores necesarios. Desde hace veinte años vemos que en Canarias es más frecuente la presencia de mareas rojas o crecimientos masivos de microalgas y cianobacterias, como la ostreopsis, que puede aparecer más en primavera y verano y puede provocar irritación o inflamación en la piel.
Foto: Cedida.
“Si seguimos así vamos a perder uno de los símbolos de la ciudad”
-Y aunque sea un fenómeno natural, la acción del hombre a veces puede influir precisamente en acelerarlo, en poner las condiciones para que se dé...
-Claro, es un acelerante. No todas las especies se comportan igual ante los mismos factores. Por ejemplo, esas famosas manchas oscuras que hay en el Charco de San Ginés, una cianobacteria, trichodesmium erythraeum, que no necesita de una fuente de nitrógeno orgánica que venga de los vertidos de aguas urbanas... Son independientes de la actividad humana. Incluso la calima puede actuar como fertilizante natural aportando fósforo. Se ve favorecida por esa independencia del nitrógeno que tiene, por esa independencia del carbono que tiene y por la calima que la fertiliza.
-Entonces son difíciles o imposibles de prevenir.
-El problema es cuando el crecimiento masivo se acumula en bahías cerradas, porque crecen y crecen y generan alarma social porque es feo y huele mal.
-¿Y eso es lo que pasa o lo que puede pasar en el Charco de San Ginés? Se habla desde hace años de que se pueda volver a abrir hacia Puerto Naos para que haya corriente pero después se dijo que eso acabaría ahora con las bolas de valonia...
-Lo que está claro es que el Charco de San Ginés está en un punto de no retorno, porque se ha cerrado lo que generaba que ese Charco fuera tan especial, un régimen de mareas que le permitía un régimen turbulento, por así decirlo, con un fondo de limos, que no es arena... Si cierras un régimen de mareas en un sistema tan simple, cambias las reglas del juego por completo.
-Pero hace mucho tiempo que se cambiaron esas reglas en el Charco.
-Valonia ya existía, siempre existió, crece en esos ambientes. El Charco antes era la cloaca de Arrecife, eso se mejoró, pero sigue habiendo unos usos excesivos que no permiten que el sistema tenga una estabilidad o un nivel de bonanza.
-Además, cada vez que llueve o que hay un vertido, acaban todas las aguas sucias ahí.
-Puede que eso sea inevitable y que en su origen, además, el Charco sea producto de un sistema de escorrentías, y llueve poco. Eso es un tema puntual, que incluso ayuda al reseteo del sistema. El problema es que hay un abuso de barquillas, y la cantidad de muertos y cableado que hay...
“Debe haber un uso regulado del atraque y la recuperación de las mareas”
-Cuando dice que es un punto de no retorno, ¿se refiere a que si no se abre a la corriente no mejorará?
-No es un solo factor el que afecta a ese deterioro. La solución vendría por un conjunto de acciones que creo que sería bueno para todos. Hay zonas del Charco donde no hay una regeneración y hay exceso de sedimentación. Cada vez es menos profundo. Sería muy beneficioso que el sistema volviera a sus condiciones iniciales: un charco de marea con entrada y salida. Hay que evitar los vertidos, que es complicado de resolver porque hay pozos negros. Sigue habiendo exceso de uso, que tiene que ser regulado... Hay una gran cantidad de cabos abandonados y puntos de atraque. Eso crea un entramado en el fondo que no permite que se renueve o se airee ese sedimento. Hay un desequilibrio y es una trampa para las especies que ya existían, porque tienden a ir donde pueden mantener sus niveles de bonanza. La distribución de valonia cada vez es menor y es una especie interesante porque permite la vida de otros organismos. Un pequeño cambio afectaría al conjunto del Charco, se trata de que haya un uso controlado o regulado del atraque, una prohibición de vertidos y la recuperación de las mareas.
-Se intervino en otro charco muy distinto, como el Charco de los Clicos, del que se temió por su pérdida, y parece que funcionó…
-Es un problema totalmente diferente. La playa estaba invadiendo el Charco y se estaba perdiendo superficie y profundidad. Consistía en evitar esa asfixia por el pisoteo y por los temporales. Aquello simplemente se dragó. Yo participé en aquel proyecto, mi labor fue identificar todas las especies de algas o microalgas que había y, sobre todo, procurar que las especies que dan ese color característico verde, si ocurría algún desastre, pudiéramos inocularlas. Afortunadamente no hizo falta, se hizo de una manera muy cuidada y el Charco está con el aspecto que tenía hace décadas. Hubo un consenso y todo el mundo lo entendió, pero en el Charco de San Ginés el uso es más controvertido porque hay una relación directa entre el Charco y la ciudadanía. La prohibición de bañarse no es solo por conservación, sino porque no es bueno por cuestiones sanitarias para el ser humano... Lo ideal es que un grupo de expertos presentara una iniciativa de la mano de todos los entes que tienen que actuar, Gobierno, Cabildo, Ayuntamiento... Tiene que haber, por un lado, un alineamiento político, que entiendan que no es una cuestión ideológica, sino de sentido común, porque si seguimos así vamos a perder uno de los símbolos de la ciudad de Arrecife.
-¿Una de las consecuencias nocivas de las microalgas es la ciguatera?
-Es importante no caer en alarmar. En Canarias el tema de la ciguatera efectivamente se detecta en 2004 y se identifica el organismo productor de la toxina que es una microalga. La ciguatera es el síndrome gastrointestinal no bacteriano que más afecta al ser humano y además puede tener consecuencias nefastas. Afortunadamente Canarias es de los lugares del mundo donde ya existe un protocolo y los casos de ciguatera son inexistentes desde 2009. Solo hay brotes de ciguatera que vienen de la pesca recreativa que no pasa por los puntos de venta o de la pesca furtiva. Canarias es de los lugares del mundo más seguros para consumir pescado siempre y cuando haya pasado por un punto de primera venta. Está controladísimo, Canarias es un ejemplo en ese sentido. En cuanto a otros problemas, existen y lo peor de todo es que van a seguir existiendo con más frecuencia y con más duración. Lo que es importante es que la ciudadanía entienda que tenemos que acostumbrarnos a vivir con ellos, que tenemos que tener sentido común y atender a las recomendaciones que hacen las autoridades. Esto es producto del cambio climático, acelerado por la actividad humana, de actividades como el tráfico marítimo que no se está gestionando bien y de todas las alteraciones que estamos provocando.
-¿Otra de las consecuencias es la pérdida de los sebadales?
-Son praderas de plantas marinas y en las islas más orientales su superficie es mucho mayor. En Lanzarote, de hace veinte años para acá, ha desaparecido casi la mitad de toda la superficie que había, por varios factores, pero sobre todo por el calentamiento que permite que crezcan cianobacterias sobre ellas. Esto, unido a que cada vez hay más temporales, destrozan los sebadales, con una clara tendencia a desaparecer, y es un serio problema en relación a la diversidad y pérdida de hábitat.
Comentarios
1 Vecina Vie, 19/01/2024 - 08:26
2 Anónimo Vie, 19/01/2024 - 09:09
3 Rey Vie, 19/01/2024 - 11:26
4 UN VECINO DEL CHARCO Vie, 19/01/2024 - 11:33
5 Sera Vie, 19/01/2024 - 14:25
6 PLAN PECERA Vie, 19/01/2024 - 15:29
7 Flora Vie, 19/01/2024 - 21:35
8 Gurfin Vie, 19/01/2024 - 23:21
9 Anónima Sáb, 20/01/2024 - 01:15
10 Yo Sáb, 20/01/2024 - 04:06
11 Anónimo Sáb, 20/01/2024 - 09:18
12 Verguenza Sáb, 20/01/2024 - 09:24
13 Educación Sáb, 20/01/2024 - 10:48
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18 Juan Lorenzo Pa... Lun, 17/06/2024 - 23:57
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