Herodes, fue un rey de Judea que gobernó el territorio con la aprobación del imperio de Roma. A pesar de que Judea era un reino independiente.

El Evangelio de Mateo (Mateo 2:1-23) describe a Herodes como un monstruo que intentó matar al niño Jesús y como no pudo encontrarlo, ordenó asesinar a todos los bebés en Belén y toda su comarca en un evento conocido como la “matanza de los inocentes”. El hecho provocó la huida a Egipto de la Sagrada Familia.

El viernes 1 de diciembre, desoyendo los llamados internacionales a la continuación de un alto el fuego, Israel reanudó con mayor violencia si cabe los bombardeos sobre la Franja de Gaza. "¡Los resultados son impresionantes! Hamás solo entiende la fuerza", afirmó ufano el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, quien participó ese mismo día en los bombardeos a bordo de un avión de combate.

Muchos esperábamos que esta pausa en los combates se prolongara e incluso culminara en un alto el fuego definitivo.

Nos equivocábamos, el genocidio contra el pueblo palestino ordenado por Netanyahu continúa, sobre todo con los niños. Veamos algunas informaciones.

El Ministerio de Sanidad palestino informa, que tras más de dos meses de intensos bombardeos y asedio han muerto más de 18.000 gazatíes, entre ellos 7.000 niños y otros 3.500 han desaparecido. Presumiblemente fueron aplastados bajo los escombros de los edificios derrumbados.

La ONG israelí 'Breaking the silence', publicó que los soldados israelíes han reconocido recibir órdenes del alto mando israelí de disparar a matar contra niñas y niños en Palestina. La situación ha llegado a tal grado que hasta el secretario

general de la ONU, Antonio Guterres, aseveró que “Gaza se convirtió en un cementerio de niños”. “Israel está inmerso en una guerra de venganza desenfrenada que está produciendo escenas apocalípticas”.

Según la Organización Mundial de la Salud cada diez minutos se mata a un niño palestino. Los pocos que sobrevivan a tales ataques sufrirán deformaciones (quemaduras, piernas y brazos amputados) de por vida.

Un alto funcionario del organismo de ayuda humanitaria de la ONU afirma que “ningún niño palestino tiene acceso a cuidados, nutrición o agua. Se avecina una hambruna”.

La ONU informa que Israel dispara misiles sobre viviendas, donde los menores se refugian junto a las mujeres de la familia y se quedan sepultados bajo toneladas de bloques de hormigón.

También la ONU informa que en octubre había unas 50.000 mujeres embarazadas atrapadas bajo los bombardeos, sin agua, comida, electricidad, medicinas. No se sabe cuántas han muerto bajo las bombas y escombros con sus bebés, ni cuántos niñas y niños perdieron la vida durante el parto de sus madres.

En Gaza, afirma Save The Children, el número de niños asesinados durante las tres primeras semanas de bombardeos israelíes había superado el número anual de niños aniquilados en todas las zonas de conflicto del mundo desde 2019.

Pocas veces en la historia reciente se ha producido una matanza tan intensa y masiva de niños y civiles como la de estos momentos en Gaza, uno de los lugares más densamente poblados del mundo.

Es necesario parar este drama inhumano que se vive en Palestina. Hay que parar la acción militar desproporcionada e indiscriminada israelí en contra de la población civil palestina. Hay que parar esta catástrofe humanitaria.

Está claro que la ONU está dominada por potencias occidentales aliadas de Israel que no tienen ningún interés real en llegar a una solución.

Por tanto, hacemos un llamado a la movilización ciudadana para presionar a los gobiernos de todo el mundo a romper de inmediato todos los acuerdos, especialmente los relacionados con la colaboración militar e imponer sin demora sanciones económicas y diplomáticas a Israel. Hace falta una acción internacional contundente que termine con la impunidad israelí.

La sociedad canaria no puede permanecer indiferente ante este infanticidio. No podemos quedarnos impasibles a las tremendas imágenes que circulan en el mundo sobre el holocausto que se vive en territorio palestino. No podemos hacer la vista gorda ante los permanentes asesinatos de niños y mujeres que comete el gobierno inmoral y criminal del Herodes Netanyahu.