La Escuela de Pesca de Lanzarote imparte desde hace veinte años los estudios de acuicultura. Sus docentes creen que se trata de un sector estratégico, aunque el Plan del Gobierno para su desarrollo haya nacido ya obsoleto
La discutida acuicultura en Lanzarote: una oportunidad con muchas alternativas
La Escuela de Pesca de Lanzarote imparte desde hace veinte años los estudios de acuicultura. Sus docentes creen que se trata de un sector estratégico, aunque el Plan del Gobierno para su desarrollo haya nacido ya obsoleto
La Asociación de empresas de acuicultura (Apromar) publica cada año un informe sobre la situación del sector. El último, del pasado mes de septiembre, revela que la acuicultura española generó 342.867 toneladas de pescado en 2019, con un valor de mercado de 501 millones de euros. Por especies, son mayoría el mejillón, la lubina, la trucha y la dorada.
El Archipiélago no está entre los primeros puestos y el Gobierno de Canarias acaba de publicar, después de una tramitación que ha durado once años, el Programa Regional de Ordenación de la Acuicultura de Canarias (PROAC), que ordena los lugares donde este sector puede colocar las jaulas de engorde.
En Lanzarote es la costa este y sur de la Isla, no muy lejos de tierra, y ha salido ya la ordenación de una franja de más de nueve kilómetros. La zona coincide con la de mayor población de la Isla y donde se concentran las playas más turísticas. Fue el propio Cabildo de Lanzarote el que escogió esta ubicación. La experiencia de Playa Quemada, donde se han multiplicado las jaulas muy cerca del litoral, con las consiguientes quejas de los vecinos, anuncia que el desarrollo cerca de la costa va a generar problemas.
En el caso de Playa Quemada, lo que era un permiso para menos de diez jaulas para atún se ha acabado convirtiendo en más de cuarenta jaulas de dorada y lubina. Así que este nuevo Plan ya ha generado una gran oposición, tanto de partidos políticos, como de los empresarios turísticos, el propio Cabildo y los ayuntamientos de San Bartolomé, Arrecife, Teguise y Tías.
El rechazo ha llegado al Parlamento canario de la mano del parlamentario y alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, que trasladó que las cofradías de pescadores de Arrecife, La Tiñosa, Playa Blanca y La Graciosa han presentado un recurso de reposición contra esa ordenación. El rechazo se puede resumir en esta frase: “Nos oponemos a este proyecto por lo dañino que es para nuestros fondos marinos y para el desarrollo turístico y medioambiental de la Isla”.
Por otra parte, el subdirector del Instituto Universitario EcoAqua de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Ricardo Haroun, apunta que este plan debe ser revisado y adaptado a las nuevas técnicas de cultivo y especies aptas para criar, mientras que el director general de Pesca del Gobierno de Canarias, Carmelo Dorta, señalaba que cambiar ahora el marco normativo supone entrar de nuevo en un proceso de cinco años de duración. “Hay que ser realistas porque el sector está demandando que se aplique el Plan”, añade.
Hay dos cuellos de botella: hallar especies adaptadas y buscar fuentes de alimentación
De hecho, mientras que el alcalde de Teguise dice que espera que el Gobierno retire la concesión a las instalaciones de Playa Quemada, las jaulas, que estaban en manos de empresarios de Murcia, han pasado a pertenecer a una empresa griega.
En Lanzarote se imparte desde hace casi veinte años el Grado de acuicultura en el Instituto Politécnico de Formación Profesional Marítimo Pesquero de Canarias. Es decir, en la Escuela de Pesca, donde hace tres años la oferta se ha ampliado con el ciclo superior. “La acuicultura es un sector estratégico”, señala Carmen Déniz, profesora de biología marina y jefa del Departamento de cultivos acuícolas.
Este sector aporta a la Isla unos ochenta puestos de trabajo directos y muchos indirectos y tiene aún un gran margen de desarrollo, ya que la acuicultura en agua salada todavía es reciente. Déniz dice que tampoco es partidaria de llenar la costa sur de jaulas marinas, pero cree que hay alternativas para conjugar los intereses medioambientales, los turísticos y los de la acuicultura, además de los del sector pesquero tradicional, que pueden ser complementarios.
La profesora señala que la acuicultura se puede convertir en una oportunidad porque, por un lado, se deja descansar el recurso pesquero y se abaratan las proteínas de alta calidad. Asegura que la tecnología actual permite colocar las jaulas en la costa norte o alejarlas lo suficiente a aguas más profundas, donde no compitan con los intereses del sector turístico. Pone como ejemplo Andalucía. “Allí le han dado la vuelta y tienen una marca de pescado de estero asociado a las salinas”.
También apunta que un estudio de la Facultad de Ciencias del Mar concluyó que la cantidad de materia orgánica que vierten las jaulas marinas (nitratos y fosfatos) durante un año es similar a la que vierte una depuradora de agua en un solo día, pero la segunda se ve menos. “Hay vertidos de agua sucia que solo llevan materia orgánica y vertidos de agua limpia que llevan plomo, pero tenemos el impacto visual muy desarrollado”, dice.
La acuicultura tiene dos cuellos de botella: encontrar especies adaptadas y buscar fuentes de alimentación. El cultivo es sostenible si es capaz de producir el alimento y, a la vez, de reproducir las especies en cautividad, cerrando así el ciclo. El setenta por ciento del coste para las empresas corresponde a la alimentación, y entre esas fuentes de alimentación podrían estar las algas, que también son un cultivo y pueden servir para la alimentación humana y para el pescado, sustituyendo a las harinas de pescado. Y ya se ha cerrado el ciclo para bocinegro, medregal, corvina, erizos de mar, pepino de mar, algas, moluscos, crustáceos...
El cultivo es sostenible si permite la reproducción en cautividad, señalan los expertos
Otra cuestión básica, que no se incluye en el nuevo plan, es el multicultivo, porque permite disminuir el impacto negativo de las jaulas. Se trata de asociar unos cultivos con otros: mejillones junto a doradas, por ejemplo, porque los primeros filtran los excrementos de la otra especie. En Chile se ha extendido el cultivo del salmón y del mejillón y, de hecho, casi todo el consumo de salmón en el mundo es de acuicultura.
También se pueden asociar los cultivos marinos con energías verdes, como la eólica o la undimotriz. Las aguas canarias tienen algunas ventajas: una dorada en el Mediterráneo tarda 18 meses en crecer, y en Canarias un año, gracias a la temperatura constante. Esta profesora de la Escuela de Pesca cree que la acuicultura se puede convertir en Lanzarote en un valor como marca de calidad y, de hecho, asegura que implantaron el Grado superior en la Escuela hace tres años porque ven mucho futuro en el sector. Eso sí, con algunas condiciones: una posibilidad para los alumnos es la de crear cooperativas, ya que se ha detectado que la comercialización del producto es compleja.
Por otra parte, Déniz destaca que la Cofradía de pescadores de San Ginés está interesada en cultivar la cría de carnada de vieja, un proyecto que beneficia al medio ambiente porque evita el volteo de piedras en la costa. Hubo algunas experiencias sin éxito, como la del pulpo en Playa Blanca, porque había que traer los pulpos de Galicia para no esquilmar la especie local, y, recientemente, un inversor interesado en cultivar pepino de mar en Guatiza se acabó marchando a Cádiz por los impedimentos.
Sin embargo, la espirulina es un alga que se cultiva desde hace años con éxito en Fuerteventura. También señala esta bióloga que no solo hay que elegir las zonas adecuadas, sino también las especies, aunque apunta que se suele hablar de que la lubina y la dorada no son especies de las islas, cuando en realidad una es el róbalo y otra la zapata morisca.
Comentarios
1 Mercadeo Jue, 13/05/2021 - 08:04
2 Agua y jabón Jue, 13/05/2021 - 08:47
3 Atrasados no po... Jue, 13/05/2021 - 14:31
4 Mar Jue, 13/05/2021 - 15:08
5 Jaulas aquí NO Vie, 14/05/2021 - 10:02
6 Uno mas Sáb, 15/05/2021 - 13:09
7 Godo Lun, 17/05/2021 - 08:12
8 Un Canario Mar, 18/05/2021 - 23:20
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