Canal Gestión dejó de facturar el año pasado más de 15 millones de metros cúbicos. Eso quiere decir que tiene que producir más de dos litros de agua para facturar uno, porque facturó poco más once millones. No se distingue entre fraude y pérdida, pero es el estado de la red, el mal estado de las redes de distribución, el principal causante de esta situación.

Las pérdidas para la empresa, a precio de mercado, serían de casi seis millones de euros, pero Canal Gestión no solo pierde dinero y agua, sino que también derrocha energía.

La mayor parte de la energía usada para desalar agua viene de la central de Punta Grande, mediante la combustión de fuel y gasoil. La penetración de energía renovable en la red en la Isla ronda el diez por ciento y no se destina de forma directa a la desalación de agua.

En 2019, el 91 por ciento de la demanda de electricidad en Lanzarote se cubría mediante combustibles fósiles. Según el estudio ‘Energía en Lanzarote’, del Centro de datos, la desalación de agua consume algo más del diez por ciento de la electricidad total que se produce en la Isla, así que la reducción en las pérdidas podría ahorrar, sin más, cerca de un cinco por ciento de las emisiones por este motivo.

En 2020, Canal Gestión produjo 26,5 millones de metros cúbicos de agua, para acabar facturando 11,08. Es decir, pierde un 58 por ciento del agua que desala. El consumo de energía para la desalación fue de 100.779.054 kilowatios/hora, sin contar la energía que se necesita para verter de nuevo el agua recogida del mar para la desalación.

Por lo tanto, el derroche es de aproximadamente 58 millones de kilowatios y las emisiones de CO2 a la atmósfera por el agua no aprovechada serían de 23,6 millones de kilos.

Las emisiones de CO2 en toda la Isla se han reducido levemente en los dos últimos años, aunque, si tenemos en cuenta la evolución desde 2010, el incremento ha sido de un 12 por ciento.

La subida obedece sobre todo al incremento de las emisiones producidas por el transporte aéreo, que han crecido un 42 por ciento desde 2010. Las del transporte terrestre han subido un 6 por ciento y las generadas por la producción de electricidad se han reducido un 2 por ciento.

En 2019, Lanzarote emitió 1,4 millones de toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera. La mayor parte es por la generación de electricidad, el 40 por ciento, y por el transporte aéreo, el 37, mientras que el 20 por ciento son por el transporte terrestre.

El estudio ‘Emisiones de CO2 asociadas a la generación de electricidad en España’, de Red Eléctrica Española, concluye que la generación de electricidad supone el 18 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, frente al 27 por ciento del transporte o el 20 por ciento de la industria.

En Lanzarote, la electricidad supone, por tanto, más del doble que la media nacional. A cada residente en Lanzarote, según el estudio del Centro de datos, le corresponde una emisión de más de nueve toneladas anuales de CO2, que se reducen hasta 6,7 si añadimos la población turística habitual.

Las pérdidas de agua siguen subiendo a pesar de la inversión millonaria

Por otra parte, la Unión Europea ha establecido que se deben recortar las emisiones de CO2 en el año 2030 en un 40 por ciento sobre las registradas en 1990.

El Consorcio del Agua de Lanzarote hizo en 2016 el ‘Estudio para la optimización del sistema de generación de electricidad, producción de agua desalada y movilidad’ que baraja varios escenarios.

Reflejaba como un modelo insostenible el mantenimiento de unas emisiones por encima de 840.000 toneladas, mientras que colocaba como uno sostenible para el año 2038 un modelo con una producción de energía destinada a la desalación de agua de unos 74.000 kilovatios, es decir, con una reducción del 25 por ciento respecto al modelo actual y unas emisiones totales de algo más de medio millón de toneladas, con una autosuficiencia energética del 47 por ciento.

Reducción

El modelo actual aún está muy lejos de esa proyección, y para reducir el consumo energético y las emisiones es necesario reducir de forma drástica las pérdidas en red. El Gobierno de la Comunidad de Madrid, propietario de Canal Gestión, respondió a la oposición en la asamblea madrileña que “Canal Gestión no tiene obligación de invertir más en Lanzarote”, ante una pregunta planteada precisamente por las pérdidas del año 2018.

La empresa de aguas asegura que ya ha invertido los 54 millones de euros comprometidos para los cinco primeros años. Con esa inversión, que se está auditando por parte del Cabildo, no solo no se han reducido las pérdidas, sino que se han aumentado, a pesar de que se han renovado redes en Arrecife, Mácher, Las Breñas, Arrieta, Punta Mujeres o la Villa de Teguise.

La propia compañía asegura que renovó unos 200 kilómetros de tuberías de los 1.479 kilómetros que mide la red de distribución.

En aquella respuesta parlamentaria, la Comunidad de Madrid recordaba que Canal es el concesionario del ciclo integral del agua, pero que no es el titular de las redes y de las instalaciones, que corresponden al Consorcio Insular del Agua de Lanzarote, que será quien deba invertir para atajar esas pérdidas.