DIARIO DEL CORONAVIRUS (XLVII)

Un placer

Foto: Adriel Perdomo.
Saúl García 3 COMENTARIOS 01/05/2020 - 21:32

Si algo malo tiene un diario, para una persona inconstante, es su periodicidad. A pesar de ello, la constancia se ha abierto camino con la inestimable colaboración de la limitación de movimientos. Pero eso va a cambiar.

Con este son 47. Es un buen número, que es tanto como no decir nada. Al menos no es lo que se llama un número redondo y se aleja, por tanto, de esa dictadura de lo perfecto, de lo acabado, de lo exacto.

Si les soy sincero, nunca pensé que esto durara tanto. Como va para largo, es mejor dejarlo ahora. Concluye pero no hay conclusión. No es la función de un diario y, además, como comprenderán, si pensé que esto iba a ser breve, no estoy en disposición de hacer análisis certeros. No obstante, me llevo algunas apreciaciones, pero son sobre mí y por tanto, para mí.

Espero que al menos para alguien o en algún momento haya sido de utilidad. Para lo que sea. Creo firmemente en el poder sanador de las palabras, y si no, que se lo digan a aquel que al despertar recordó las últimas palabras que había escuchado: “Hay que operarlo ya, que se nos va”.

A partir de este sábado se puede pasear, así que cambiaré el diario por el paseo, tanto en mi vida como en la escritura. Aunque no sea a diario, seguiré con elpaseo.

Hoy es 1 de mayo. Día internacional del trabajador. Como periodista, hay que seguir contando la vida de los demás, no la propia, y es buen día para reanudar.

Afortunadamente, la crisis sanitaria no ha alcanzado a mi entorno. La convivencia ha sido buena, placentera. Si hay menos variables, los problemas son más sencillos, pero hay que afrontar lo que venga, y no va a ser fácil.

Ha sido un auténtico placer y les deseo lo mejor.

Nos vemos en la calle.

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Comentarios

Gracias Saul. Me han sido de utilidad tus diarios, además de haber sido tú mis ojos en esos lugares de Arrecife que no puedo pasear. Tus artículos han sido como una ventana al exterior. Un abrazo.
Gracias Saul
El diario es también un paseo por el día a día de la vida cotidiana. Quizás, un paseo interior. En fin, que el paseo sea ahora por el exterior, entre los, escombros de la calamidad. Con cuidado. Con mucho cuidado. Incluido usted. No se me confíe.

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