-¿Cómo están siendo los primeros días en la presidencia del Cabildo de Lanzarote? ¿Es como se lo imaginaba?

-Los primeros días son intensos y así me lo esperaba. Aunque tengo experiencia, lo primero es conocer la administración por dentro. Hay que coordinar, planificar y reestructurar departamentos y eso siempre lleva algún tiempo. He solicitado informe a todas las consejerías para que indiquen cuál es su situación actual y conocer los proyectos, inversiones o subvenciones que están atascadas. Por ejemplo, hay unos ocho millones del Fondo de Desarrollo de Canarias para este año que resulta casi inviable justificar antes de diciembre y hay que ver las opciones que podemos tener, desde el punto de vista jurídico y de acuerdo con el Gobierno de Canarias, para poderlos salvar. Es un síntoma de la falta de previsión y de planificación que había.

-Tras convertirse en presidenta ha avanzado que se va a revisar la adjudicación del ciclo integral del agua a Canal Gestión porque así lo ordena una sentencia. ¿Se puede llegar a la anulación del contrato? ¿Se tiene en cuenta que Canal manifestó que estudiaría irse de Lanzarote?

-Eso último que apunta era la voluntad política de la anterior Asamblea de Madrid, pero no sabemos cuál será la posición del nuevo Gobierno... Lo que sí puedo decir es que este Cabildo va a cumplir de forma rigurosa cada sentencia que llegue. Parece una obviedad, pero en esta última década en el Cabildo se justificaba lo anormal. En este caso tenemos que hacer pedagogía: hay una sentencia del Tribunal Supremo que dice que hay que hacer una revisión de la adjudicación porque se produjeron modificaciones sustanciales en el pliego de condiciones que permitió la adjudicación del agua a Canal. Esa revisión, el Cabildo tiene la obligación de llevarla a cabo y que se pronuncie el Consejo Consultivo de Canarias. Además, hay que elaborar una auditoría para ver si esos 50 millones de euros que Canal se comprometió a invertir se han cumplido o no, y de qué forma, porque Lanzarote sigue teniendo, sorprendentemente, pérdidas importantes de agua. Se tiene que conocer toda la información en materia de aguas en la Isla, se tiene que cumplir la sentencia y lo haremos.

“Se puso un gran interés en el museo submarino, cuando había que priorizar en soluciones para la vivienda porque hay una situación de emergencia habitacional en la Isla. Ni siquiera tenemos un diagnóstico de la situación y de las posibles soluciones”

-También ha hecho hincapié en que se va a recuperar la dignidad de la institución. Eso, en cuestiones tangibles, ¿en qué se traduce?

-En todo. Se acabó la persecución de funcionarios y funcionarias, se acabaron los informes a la carta, se acabó la deslealtad institucional hacia aquellos ayuntamientos con colores políticos distintos, porque los ciudadanos y ciudadanas de Lanzarote tienen los mismos derechos. Se acabaron los enfrentamientos absurdos con organizaciones civiles y he puesto como ejemplo la Fundación César Manrique, con la que se han normalizado las relaciones y con la que vamos a colaborar. No puede ser de otra manera con una entidad reconocida en el ámbito internacional, con la que nos une la defensa del legado de César, que tanto ha dado a la Isla. Alguno confundió el poder que representaba con su propia persona y eso es un grave error.

-Con respecto a la obra de Manrique ha apuntado que se diferenciarán los Centros de Arte, Cultura y Turismo de su época de lo que se ha hecho en los últimos años.

-Es que no tiene nada que ver con la red de Centros de Arte, Cultura y Turismo de César Manrique. Desde luego, no vamos a invertir millones de euros del Cabildo y del Gobierno, como se ha hecho, teniendo desmantelados nuestros Centros, que son tan envidiados, que forman parte de nuestra identidad, obra de nuestro artista universal y que representan un orgullo. Eso ha sucedido mientras se invertía dinero, como el museo submarino, por el que yo no hubiera apostado en ningún caso.

-¿Qué va a suceder con el Islote de Fermina, cuyas obras de reforma están a punto de concluir? En general, ¿qué planes tienen para la gestión de los Centros?

-Empiezo por lo último. Se acabarán las contrataciones con las empresas de trabajo temporal. Desde luego, va a haber paz social en los Centros, se respetará a los trabajadores y se acometerá un proyecto ambicioso de conservación. No banalizaremos los Centros, como se ha hecho, con una oferta cultural que nada tiene que ver con la que ha marcado la identidad de estos espacios tan emblemáticos. En cuanto al Islote, habrá que firmar un convenio de gestión con el Ayuntamiento, que es el que tiene la concesión. Mi interés es que sea un espacio de disfrute público para los ciudadanos y ciudadanas. No me sorprende que todavía no se hubiera firmado un convenio con el Ayuntamiento, por el desinterés y el acoso político e institucional que tuvo el anterior gobierno.

“En la caja del Cabildo hay más de 100 millones y ese es un síntoma de fracaso porque las instituciones están para resolver los problemas de la gente”

-En la primera cumbre entre el Cabildo y el Ayuntamiento de Arrecife se ha esbozado la creación de un consorcio para la construcción o adquisición de vivienda para destinarla a personas con escasos recursos. ¿Cómo se pondría en marcha?

-Hay muchas posibilidades. En la caja del Cabildo hay más de 100 millones de euros. Ese es un síntoma de fracaso porque las instituciones están para resolver los problemas de la gente. Si hablamos de lo que le afecta a las personas, desde luego este Cabildo ha mirado para otro lado. Se puso un gran interés en el museo submarino cuando había que priorizar en soluciones para la vivienda porque hay una situación de emergencia habitacional en la Isla. Ni siquiera tenemos un diagnóstico de la situación y de las posibles soluciones. A la consejera de Hacienda le he transmitido que tenemos que concertar reuniones con los bancos para adquirir viviendas vacías para aquellas familias que están siendo expulsadas y que no pueden hacer frente a un incremento brutal del alquiler, de en torno al 40 por ciento.

-Hay quien se puede preguntar cómo es posible que Lanzarote supere los tres millones de turistas al año y, al mismo tiempo, haya 5.000 personas bajo el umbral de la pobreza severa. ¿Qué se puede hacer desde el sector público para revertir esta situación?

-Servicios Sociales debe tener análisis de todas esas familias, que muchas no tocan a la puerta de la administración pública por desconocimiento o incluso por miedo a perder la tutela de sus hijos. Lanzarote no puede permitir que 5.000 personas estén bajo el umbral de pobreza severa. No es la Isla que queremos. Hay hoteles que cuelgan el cartel de que no hay camas, pero no mejoran las condiciones laborales. Lo repito: no habrá ni inversión, ni convenio de colaboración con patronales o entidades que no incluya cláusulas que garanticen el empleo de calidad y digno, como requisito imprescindible. Ya lo hice como alcaldesa de San Bartolomé. Mi objetivo es lograr una sociedad más justa y para eso tenemos que participar todos: el sector público y el privado también.

-Uno de los aspectos clave de su programa de gobierno es la lucha contra el cambio climático y ha señalado que se declarará en Lanzarote el estado de emergencia climática. ¿Qué significa?

-El cambio climático nos afecta a todos. Ser una Isla y no tener un informe sobre cómo varía el nivel del mar o no saber cómo afecta ya a nuestros cultivos el aumento de la temperatura me parece de una irresponsabilidad tan grande... La vida dentro de unos años no la vamos a entender igual a como la hemos conocido. Para prevenir tenemos que saber a lo que nos vamos a enfrentar. En el último mandato han sobrado presentaciones de power point y proyectos que nunca se materializaron, como la Agencia canaria del cambio climático, que iba a tener su sede en Lanzarote. Asistí a la presentación porque consideraba que era algo fundamental, pero en este campo, como en el del bienestar de la gente y que todos los ciudadanos y ciudadanas puedan llegar a final de mes con los servicios básicos cubiertos, el Cabildo ha mirado para otro lado.

“Se acabó lo que hacía el anterior gobierno, que puso el interés de unos pocos por encima del interés general. Soy consciente de que habrá muchas dificultades, pero estoy acostumbrada”

-Además de la presidencia del Cabildo, gestionará de forma directa Política Territorial, Medio Ambiente, Patrimonio Histórico o la Reserva de la Biosfera y Cambio Climático. ¿Sus días tienen más de 24 horas? ¿No son demasiadas responsabilidades?

-Me gusta trabajar, me encanta la gestión y aprender. Me rodearé de los mejores equipos y con coordinación, con confianza y con solvencia va a salir bien. El planeamiento, que engloba muchos de esos campos, se debe resolver en este mandato. Hablamos de herramientas fundamentales como el Plan Insular de Ordenación o los planes de espacios naturales protegidos, como el del Archipiélago Chinijo o el de La Geria. No se ha hecho nada en materia de planeamiento en años y ahora creo que podemos conseguir sacarlo para adelante.

-El planeamiento territorial es también un tablero con intereses públicos pero también privados, que en ocasiones son contrapuestos. ¿Teme que desde el principio haya presión empresarial tanto en el diseño de los instrumentos de ordenación como en la gestión del Cabildo?

-No sé si la habrá o no. Lo que mando es un mensaje claro: los ciudadanos y ciudadanas de la Isla decidieron que fuera la presidenta del Cabildo y saben perfectamente que voy a defender el interés general, el de la gente. Los sectores empresariales pueden tener intereses que son legítimos, pero cuando contradicen y se oponen al interés general tenemos un problema. Mi objetivo es construir una sociedad más justa, no una Isla con 5.000 personas bajo el umbral de la pobreza. Aquel que defienda lo suyo me parece perfecto, siempre que no vaya contra el interés general. Otra cuestión clave: las leyes están para respetarse. No defenderé nunca la impunidad, jamás. Las leyes están para cumplirlas y creo en la igualdad y en la justicia, independientemente de en qué cuna hayas nacido. Se acabó lo que hacía el anterior gobierno, que puso el interés de unos pocos por encima del interés general. Soy consciente de que habrá muchas dificultades, intereses y campañas mediáticas. Estoy acostumbrada, pero aun así hemos ganado las elecciones.