Las Bajas Project: todos a una, ola para todos
A los 14 años, Nagai Puntiverio sintió por primera vez la adrenalina de cabalgar una gran ola. Fue en la isla de Santa Marina, en Santander. Desde entonces se dedica a buscar big rides por el mundo (Nueva Zelanda, California, México, Canarias…) Muchos le conocen por ser el primer español en experimentar Mavericks, una de las olas más colosales de las que se forman en este planeta azul.
“La primera vez que vine a Lanzarote fue de vacaciones; había escuchado hablar de El Quemao porque la llaman el Pipeline de Europa [la ola hawaiana]”, explica el bilbaíno. Viendo “el potencial de olas” que tiene la isla, el buen tiempo y la tranquilidad, se estableció aquí.
Conoció a Yeray García hace tres años. Yeray se crió en Famara, siempre en la mar: si no estaba pescando estaba nadando o surfeando. Desde los trece y hasta los diecinueve años compitió en campeonatos pro-junior de surf con la élite europea, y hace dos decidió probar las olas grandes. Más que su imponente belleza, le animó la energía y “el compañerismo” que se genera en torno a ellas.
“Es un surfing más intenso”. Poca gente en el agua, todos amigos o compañeros en los que puedes confiar, no hay ansias por cazar olas. “Es el espíritu del surfing original, no hay competición, sólo compartimos”, añade Nagai. “Aquí miras por los demás y haces una piña… Porque te juegas mucho”. Las sensaciones empiezan bastante antes de tocar el agua: cuando los riders están cenando el día anterior, muchas veces juntos, y cuando llega la mañana siguiente, preparan las tablas y se lanzan a remar dos kilómetros en busca de la ola mientras van hablando. Una vez dentro, “el silencio rotundo del mar”. Y al cabo de unos segundos, el sonido de la ola al romper: “la naturaleza pura”.
La Misteriosa
La Misteriosa es una descomunal ola, que no obedece a ningún calendario. Es impredecible. Nadie ha sido capaz de desentrañar del todo el secreto de su origen. Se sabe que necesita un gran swell (mucha mar de fondo) y vientos del sur o del sureste. Se coge entrando por el muelle de La Santa, un par de kilómetros mar adentro.
La Misteriosa es una descomunal ola, que no obedece a ningún calendario. Es impredecible. Nadie ha sido capaz de desentrañar del todo el secreto de su origen
“Empezamos a mirarla hace dos años, a analizarla, a ver cómo entraba”, cuenta Yeray. Pero mucho antes, hace ya una década, la vio el fotógrafo Sven Grossenbacher, al que consideran su descubridor. Un cambio en el relieve marino, “una modificación abrupta de profundidad” parece ser la causa de su formación. ¿Tamaño? Incalculable. Quince metros más que probables. “Cuando rompió el Hércules [una tormenta de 2012], rompió in- creíble”, recuerda Nagai. “Es una ola que siempre ha estado ahí pero que realmente nadie había pensado en poder surfearla”, dice Yeray. “Sabemos más o menos la fuerza que necesita, pero lo cierto es que es imprevisible. A veces rompe cuando menos se lo esperan, con mar pequeño. Y cuando la esperan los días de marejada, no rompe.
La última serie memorable que cogieron juntos Nagai y Yeray fue los días 24 y 26 de octubre, en El Quemao. “Lo vimos temprano, sobre las ocho de la mañana. Hablamos un poco por la mañana para ver cuál era el plan: por dónde entrar y por dónde salir”, recuerdan. Lo que pasó allá fue “increíble”, “marcó un antes y un después” dicen los testigos del espectáculo. La web Mar Gruesa publicó un vídeo de Jon Aspuru que recoge lo sucedido aquella épica jornada.
Nagai y Yeray, en Famara. Foto: Felipe de la Cruz.
Hacer comunidad en torno al surf
“La idea de Bajas Project vino hace unos años, cuando fui a México. Pensé que estaría guapo tener una comunidad, conocernos unos a otros, poder quedarme en casa de alguien cuando voy a Australia y viceversa. Porque hay muchos surfistas que no tienen sponsor y no pueden permitirse viajes y alojamiento”, dice Nagai, autor de Las Bajas Project, que también tiene una línea de ropa hecha a mano, con materiales naturales. El 10% de lo que recaudan lo destinan a colectivos. Lo último fue a parar a una asociación de asperger de Cantabria.
Manuel Lezcano, Monchi, Jaime, Lewis, Josua, Will, Marcos, Ale, Sven de apoyo (con una moto de agua que puede sacar a alguien de un apuro o resolver un momento crítico), Alexander, Dani, Aaron… El grupo va creciendo conforme viajan y conocen a más tamañeros. “Hay olas increíbles por todo Canarias”, dice Nagai que ya ha catado las de Tenerife y Las Palmas. El nombre de su proyecto, Las Bajas, se lo debe a otro genial spot: el final de la playa de Famara, allí donde las corrientes se encuentran y forman literales “pirámides de agua”.
Comentarios
1 lalla Mié, 07/12/2016 - 11:37
2 tamañero Dom, 11/12/2016 - 11:39
3 Stopniñatos Dom, 11/12/2016 - 21:16
4 famareño Mar, 13/12/2016 - 23:28
5 Marea Mié, 14/12/2016 - 12:34
6 Caletero Vie, 16/12/2016 - 08:44
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