Ariagona González

Lanzarote, por un Observatorio de Cambio Climático

Escribo estas letras desde Marrakech, donde se celebra la 22 cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático. Y lo hago entre la sensación de fortuna y privilegio, pues creo asistir a uno de esos momentos históricos que marcarán nuestro futuro en el planeta, y el bochorno de representar a una Comunidad que poco o nada hace por luchar contra el calentamiento global.

Solo unas cifras para ilustrar mi afirmación: Mientras en Europa se ha reducido un 24 por ciento las emisiones de gases invernadero a la atmósfera en los últimos tres lustros, España las ha incrementado en el mismo periodo un 15 por ciento. En Canarias en 2014, el aumento había ascendido de manera vertiginosa hasta un 55 por ciento con respecto a los registros de 1990.

Además y a diferencia de otras regiones como Navarra, Andalucía, País Vasco, Islas Baleares, País Valenciano, Castilla-La Mancha o Cataluña, nuestro archipiélago no tiene ningún organismo dedicado a esta amenaza, desde que en 2012 desapareciera la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, tras una breve existencia de tres años.

No creo necesario abundar en que el avance del fenómeno del calentamiento global alterará la vida de millones de personas y territorios de forma drástica en la próximas décadas a lo largo y ancho del planeta. Ni recordar que la causa principal del cambio climático es consecuencia de las emanaciones de gases de efecto invernadero en la quema de combustibles fósiles. En su momento dijimos no al petróleo, aunque ahora muchos defiendan el uso del coche frente a otros modos de desplazamiento más sostenibles.

Ayer, en este foro ambiental, la Organización Meteorológica Mundial dictaminó que 2016 batirá todos los récord de temperatura desde que se tienen registros, en 1880. Las crisis humanitarias con millones de refugiados climáticos, la reducción drástica de espacios hábiles para la agricultura, el acceso a agua potable en los cinco continentes y especialmente en África, nuevos conflictos bélicos, el incremento de olas de calor extremo, el aumento de fenómenos ciclónicos y lluvias torrenciales, la desertificación y pérdida de masas forestales, la subida del nivel del mar y la desaparición de islas pobladas son solo algunas de las consecuencias más visibles e inmediatas que padeceremos.

¿De verdad queremos seguir por este camino? ¿De verdad sacrificaremos la vida en el planeta a cambio de algunas comodidades y un progreso mal entendido?

Nunca fui discípula del primo de Rajoy, aquel que restaba importancia al calentamiento global, pero hoy me sumo sin titubeos a la legión de personas que luchan por el futuro. Y me empeñaré a conciencia en que nuestro Gobierno de Canarias instale en Lanzarote un Observatorio de Cambio Climático, que nos permita intercambiar experiencias con territorios similares al nuestro, realizar campañas de sensibilización sobre la gravedad de esta amenaza, valorar respuestas y potenciar acciones y proyectos de clima en Canarias.

Comentarios

No hay cosa que demuestre mayor la ignorancia que publicar de lo que no sabes. Mejor trabajar y aprender de los que si saben.
Ariagona no creo que hayan muchas personas que quieran desplazarse en un vehículo de energías fósiles porque si ,incluido tu que también los llevas (NO TE VEO QUE TENGAS UNO ELECTRICO( Ojala aparezca un escenario para que cualquier persona pueda tener acceso a sustituir su vehículo por uno que contamine menos ,exista la red insular de bicicletas ,que las GUAGUAS sean eléctricas no contaminando como hasta ahora por 30 lo que contamina un vehículo etc. En fin ,que queda bonito hacer estos artículos ,pero sin tanta demagogia y dando ejemplo uno mismo en los métodos que usamos a diario . Es evidente que esto es un tema muy serio ,pero para hablar de el no hace falta utilizar el enfrentamiento porque eso conduce al rechazo sobre el fondo del asunto que tiene toda razón de ser . Te recomendaria que abandones y dejen de pagar al redactor de estos artículos ,que por cierto ese si que es tóxico y contaminante . Un admirador tuyo

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