Un informe de la Oficina técnica de Arrecife ratifica que todo el suelo que está al norte de la calle Chabusquillo, en La Bufona (Arrecife), se trata de suelo rústico de protección natural del jable con la categoría C1.2. Ese suelo incluía una franja de terreno que ocupan catorce casas, que pertenece a la familia Murillo, denunciante del caso la Bufona, y que ha solicitado al Ayuntamiento que aclare qué régimen jurídico urbanístico rige sobre las distintas fincas que tiene la familia en ese plan parcial.

Esas catorce casas tienen una orden de derribo parcial por parte de la Agencia de protección del medio urbano y natural de todo aquello que está construido en esa franja de terreno, desde las terrazas a pérgolas, piscinas o habitaciones.

El informe de la Oficina técnica municipal contradice a un informe de la Oficina del Plan Insular del Cabildo del año 2012 que consideraba que esas construcciones “se emplazan en suelo máximo delimitado ocupable por núcleos de población” y no en suelo rústico.

El Ayuntamiento está tramitando el nuevo Plan General, en el que se deberá reflejar si existe una solución para las casas de La Bufona. La solución para aquellas construcciones que están sobre suelo rústico no parece viable.

No obstante, la modificación del plan parcial está anulada por el Tribunal Supremo, ya que no se solicitó el informe preceptivo de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias que debía haberse pronunciado sobre cómo afectaba el plan parcial a la carretera LZ-2.

Un informe del Cabildo de hace cuatro años había puesto en duda el carácter del suelo, sobre el que hay catorce casas construidas con orden parcial de derribo

En la zona sólo está en vigor el plan parcial de 1981, que nunca se desarrolló y que permitía un menor número de casas, tan sólo 24, de no más de cien metros cuadrados, cuando en realidad hay más de cincuenta viviendas de más de 200 metros cuadrados, en muchos casos.

El informe señala, además, una cuestión contradictoria, ya que gran parte del suelo del plan parcial La Bufona estaba considerado como urbanizable sectorizado no ordenado en el Plan General de 1991 pero que fue ordenado con el plan parcial aprobado diez años antes, en 1981.

En el planeamiento que está actualmente en vigor, el de la Adaptación básica aprobado en 2004, el suelo se cambia a suelo urbano consolidado con la ordenanza de la zona homogénea 10. Los promotores de las obras, condenados a pena de cárcel por la construcción de esa urbanización, nunca hicieron las cesiones obligatorias, que es uno de los requisitos para que los suelos urbanizables pasen a ser urbanos.

El nuevo PGO deberá reflejar si existe una solución para las casas de La Bufona; la solución para aquellas construcciones que están sobre suelo rústico no parece viable

La familia Murillo señala que los propietarios de suelo urbano no consolidado, “según la legislación vigente, tienen la obligación de no ocupar ni utilizar la edificación hasta la completa terminación de las obras de urbanización” y que “las obras de urbanización de La Bufona no han terminado aún hoy en el año 2016, ni se han realizado las cesiones obligatorias al Ayuntamiento de Arrecife, ni se han ejecutado los accesos viarios con las carretera de interés regional LZ-2 y LZ-3 y tampoco se ha recepcionado dicho planeamiento de La Bufona por el Ayuntamiento de Arrecife”.

En septiembre de 2008, un informe de la Agencia de protección del medio urbano y natural del Gobierno de Canarias concluía que el plan parcial La Bufona no debió haberse ejecutado porque no contaba con la superficie mínima para desarrollarse. Las viviendas tienen más superficie de la que se autorizaba y las licencias las otorgó el Ayuntamiento de Arrecife al amparo del plan parcial y de su modificación cuando estos documentos "no eran reflejo de la realidad territorial".