Mariem Díaz Fadel

Chers dissidents. Queridos discrepantes

Igual tenía que haber escrito en francés lo que dije en castellano, porque creo que no me hice entender. No puedo más que dar la razón a mis conciudadanos porteños en su derecho al descanso, por lo que eso ya me une a la Asociación contra el ruido. Esto, a colación del artículo ¿Es Arrecife  sólo descanso y tranquilidad?, publicado recientemente en Diario de Lanzarote. Dado que la posición de quien esto escribe ya ha sido puesta de manifiesto, puedo decir que muchos de los que realizan comentarios a los diversos artículos que se publican en medios digitales parecen tener varias cosas en común,  una de ellas es que leen a  conveniencia e ignoran aquello que no les es favorable para sostener el enfado que ha  desencadenado lo que han creído leer. Otra de ellas es que si deciden que no les gusta el  contenido de lo que se publica, se tiran, metafóricamente, a la yugular del autor o autora y le lanzan toda suerte de acusaciones. La tercera característica que suelen compartir los comentaristas cabreados  es curiosa, y es la de  firmar con pseudónimo o con un nombre de pila. Lo de que no saben leer sería la cuarta, pero  no dejaría de ser una salida de tono jocosa.

Es muy sintomática la situación que describo para diagnosticar la salud de nuestra convivencia, pues  lanzan toda la artillería contra la persona a la que consideran su oponente, y por haber escrito lo que no ha escrito sino lo que han querido interpretar. Lo de ocultar su identidad, ellos sabrán, pero no se entiende que se haga ante una buena causa, como es la de la asociación,  que, igual, parte de un error inicial que es situarse en el enfrentamiento. No es lo mismo ser una asociación contra algo, lo cual puede generar rechazo, que a favor de algo. Una asociación por el derecho al descanso podría haber estado más atinada para generar adhesiones, quizás más simpatías, que una contra el ruido. Pero esto es sólo una reflexión y,  por supuesto, una opinión sobre gramática, por aquello de que las preposiciones como “por” y “contra” son importantes. Esas salidas que menciono dirigidas a quienes, como yo,  han manifestado una diferencia en algún aspecto es respondida algo así como si se colocaran cucuruchos en la cabeza para salir en tropel a quemar casas con todos sus ocupantes dentro porque no les gusta su rollo.

La disparidad de opiniones es consustancial a ser seres racionales, por lo que desear toda suerte de males a quien han decidido que no comparte nuestro discurso no parece lo sensato, ni resulta inteligente, ni es cabal. Todo lo contrario, parece reaccionario y cerril, casi Trumpismo. Y sin casi.

Resulta fascinante que alguno de los  comentaristas se encomiende a la IA (inteligencia artificial) para que un asistente virtual como el Chatgpt sea quien decida lo pernicioso del artículo. Lo hace  como quien se pone en manos de la bruja Lola. Supongo que es alguien contrariado y con poca imaginación a quien no se le ha ocurrido preguntar a la IA lo contrario, esto es, ¿por qué es bueno el texto? Me recuerda a esas adolescentes que, cuando las deja el novio, lo usan como a un psicólogo, sin caer en la cuenta de sus limitaciones, como carecer de empatía y de comprensión emocional, no ser verdades absolutas lo que se obtiene y que pueda generar respuestas incorrectas. Para mayor abundamiento, de lo que se trata no es de que nos responda medio bien o de que escriba correctamente, sino de pensar bien, y, esto último, no parece propio de la IA. Pero esta aclaración es para los adolescentes no para personas talludas.

Si alguien muestra una visión diferente y la hace pública, actúa en su nombre y la expone con corrección, de responder, habrá que hacerlo con mesura y argumentos. Si aquella ha escrito que el Ayuntamiento debe conciliar las actividades que organiza con la calidad de vida de la ciudadanía; si ha deseado que los asociados, y toda la población, pueda seguir viviendo en la ciudad durante mucho tiempo; si manifiesta que Arrecife es más cosas que descanso y tranquilidad y, además, no  ha pedido más fiestas nocturnas, sino que constata la existencia de los ruidos propios de una ciudad, no se  entiende el alboroto, ni por qué se omiten esos datos tan importantes para las conclusiones sobre el artículo, a no ser que se haya tocado una tecla que ha minado hasta el desquicie el orgullo de algunos comentaristas. Un poco soberbios sí me han parecido.

De nada, y que descansen.

Comentarios

Ahora acusas a los comentaristas de ser parte de la asociación contra el ruido (falacia de envenenar el pozo). Lo que me sorprende es que este diario te publique artículos de opinión especulativos que encima atacan a los lectores de este medio cuando has sido tú quien ha insultado nuestra inteligencia con los argumentos peregrinos de tu anterior artículo (que convenientemente has ignorado a favor de hacerte la víctima). A saber si esos comentarios que te atacaban... ¿los escribiste tú para justificar este artículo? Puestos a especular... Porque eso de centrarse en la validez de los argumentos mejor lo dejamos para otro día, ¿no? ahora lo importante parece que es llamar analfabetos e inmaduros a los lectores de este diario. Hablando de madurez, ¿qué pretendes conseguir con eso? ¿Crees que con este artículo vamos a tener un debate más respetuoso y productivo, o es una provocación?
Me preguntó, dentro de la libertad de expresión, por qué este diario no publica la carta que envió la Plataforma aludida al director y así la ciudadanía podrá juzgar , gracias, sería lo justo, salvo que estén ocultando la mano que mece la cuna.
Respuesta de ChatGPT cuando le pregunté, sobre tu anterior artículo, "¿Es bueno o malo este artículo?" Esta fue su respuesta: Este artículo de opinión tiene un tono provocador, apasionado y claramente posicionado, lo que puede ser visto como algo bueno o malo según el criterio que se use para evaluarlo: Aspectos positivos: Estilo claro y directo: El autor escribe con convicción, lo que ayuda a mantener la atención del lector. Argumentación crítica: Desarrolla una postura frente a la Plataforma contra el Ruido, ofreciendo argumentos sociológicos, económicos y urbanísticos. Riqueza expresiva: Utiliza imágenes potentes y contrastes (ciudad viva vs. ciudad jardín) que aportan fuerza retórica. Aspectos negativos: Tono condescendiente y despectivo: El autor descalifica a los miembros de la plataforma con suposiciones personales y lenguaje irónico (“acaban de llegar”, “recuerdos en blanco y negro”), lo que puede considerarse falto de respeto. Poca apertura al diálogo: Aunque reconoce ciertos problemas, el enfoque general es de confrontación más que de conciliación. Generalizaciones: Se presentan afirmaciones sobre “la mayoría de los ciudadanos” sin evidencia, y se sugiere que quienes quieren tranquilidad no entienden lo que es vivir en comunidad, lo que reduce la complejidad del debate.Conclusión: Desde un punto de vista formal y argumentativo, el artículo es eficaz en transmitir su mensaje y provocar reflexión o discusión, lo cual es bueno en un artículo de opinión. Sin embargo, su tono polarizante y su escasa empatía pueden debilitar su legitimidad ante lectores que buscan un enfoque más equilibrado.
Vaya. De donde no hay, no se puede sacar.
Dado que esta asociación contra la cultura y el ocio en Arrecife, ha conseguido cargarse importantes tradiciones e hitos como el Carnaval de Arrecife..podrian dar la cara y decir cuántos son, sacarse una foto o convocar una ruidosa manifestación, para ver si superan cualquier minimo concierto de la capital ya no digamos Yatra..y yo soñando con que Sabina dijera hola y adios desde el parque Islas Canarias y que volviera a visitar las sucursales bancarias de la calle Real...ah!! y pasen este comentario por el chatgpt ése a ver si consigo que me piropee como a la escritora. Salud y Heavy Metal.
Echedey, quien decidió sacar los carnavales fuera fuiste tú precisamente para hacerte la víctima, cuando la asociación nunca ha estado en contra de los carnavales, navidad o fiestas de San Ginés en el centro. Deja de manipular.
Como es obvio hay quien intenta manipular la opinión ajena . Como siempre dos leen lo mismo y dos interpretan lo que les interesa en función de sus propios intereses ( y no hablo de valores que son otra cosa ) . Entran asesores políticos , entran vecinos afectados y entran los que intentan por encima de todo imponer su opinión . Las juergas en zonas residenciales, al lado de viviendas , con ruido generado a unos niveles insoportables es malo para todo el mundo , dato objetivo . Lo demás peleas de un bando y otro con un medio de comunicación de por medio . Respeto a los vecinos y coherencia a los políticos .

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