Wolfredo Wildpret: “Se debe frenar la mercantilización de los espacios naturales”
El botánico y naturalista recibió un homenaje por su colaboración con la Reserva de la Biosfera: “Tenemos la mayor biodiversidad de Europa y tenemos el deber de protegerla”
La Reserva de la Biosfera de Lanzarote homenajeó a finales de marzo al botánico y naturalista Wolfredo Wildpret de la Torre (Tenerife, 1933). Lo hizo en un acto en el Convento de Santo Domingo, en la Villa de Teguise, precedido por la inauguración del primer jardín botánico de Lanzarote, en la plaza Camilo José Cela. Es un jardín canario, con ejemplares de especies endémicas que habían plantado algunos de sus antiguos estudiantes y otros voluntarios. Wildpret confesó que un jardín botánico con especies autóctonas es “una de las grandes ilusiones de su vida”. “Plantar especies autóctonas es defender lo nuestro, así que seguimos avanzando”, señaló el botánico que tiene 15 especies y un género bautizadas con su nombre.
Con este homenaje, el Cabildo de Lanzarote quiso reconocer su “colaboración desinteresada”. Wlidpret ayudó a crear la Facultad de Biología de la Universidad de La Laguna, de la que es doctor emérito, y ha pertenecido durante muchos años al Consejo de la Reserva de la Biosfera, además de ser miembro del Consejo asesor de la Fundación César Manrique. Es una persona imprescindible cuando se habla de botánica y medio ambiente en Canarias
Ese mismo día, Wildpret realizó una visita a la zona de repoblación de las cumbres de Famara para conocer un proyecto de restauración de ese hábitat, en las Peñas del Chache, en una zona que él conoció en el año 1994 y a la que llegó en helicóptero, según contó él mismo, porque se quería construir la estación de control y afectaba a varias especies de plantas. Con su asesoramiento, se llegó a un acuerdo. “Desde el punto de vista biológico es una joya de alto nivel lo que he visto allí”, dijo en el acto de homenaje, treinta años después.
Cuando tomó la palabra, después de los discursos de autoridades, colaboradores y antiguos alumnos, dijo estar “abrumado”. Empezó destacando el gran cambio que ha experimentado Canarias desde su infancia y narró al que cree que es su primera relación con Lanzarote, cuando su padre, aficionado al timple y la guitarra, un “gran músico”, le enseñó un timple un día que había comprado a Simón Morales, el “Stradivarius de los timples” y le tocó una folía.
“Entender la naturaleza canaria como exclusiva en el Planeta es una misión prioritaria para divulgarla”
La segunda relación con Lanzarote ocurrió un día en que se estaba bañando en el Club náutico y vio un barco peculiar. Su padre le dijo que llevaba agua a Lanzarote. Era el año 1945 o 1946, “una época en que se comía con una cartilla de racionamiento, los niños iban descalzos y la gente huía a Venezuela”, señaló. Terminó hablando de cómo llegó a Lanzarote a finales de los años 60 y cómo se entusiasmó por la isla, que encontró en esta última visita, “más bella que nunca”.
El homenajeado contestó unas preguntas a Diario de Lanzarote y envió un texto de sus impresiones tras su visita a la Isla.
-Respecto a los espacios naturales de Canarias, da la impresión de que se han declarado pero no se gestionan, no se aprueban planes de gestión o no se cumplen. ¿Cuáles serían las medidas, en general, para garantizar que al menos se conserven los espacios naturales?
-Es necesario que se destine más presupuesto para la gestión de los espacios protegidos porque se necesita contratar y formar más personal que esté a cargo de la vigilancia.
-¿Están sometidos los espacios naturales cada vez más a una mercantilización? Como las extracciones en El Jable o las bodegas en La Geria… ¿Siguen estando supeditados a la economía?
-Se debe frenar la mercantilización de los espacios naturales porque no es el objetivo de su protección sino la conservación por encima de la explotación económica. En Canarias tenemos la mayor biodiversidad de Europa y tenemos el deber de protegerla para las generaciones actuales y futuras. Entender la naturaleza canaria como exclusiva en el Planeta es una misión prioritaria para divulgarla a los habitantes y visitantes de las islas.
-El traspaso de los Parques nacionales a canarias o la gestión de Costas, ¿le parece una buena o una mala noticia?
-Debemos asumir la transferencia de competencias y que desde Canarias es posible proteger el territorio pero necesitamos más educación y formación de los ciudadanos y ciudadanas.
“Es necesario que se destine más presupuesto para la gestión de los espacios protegidos”
-A Timanfaya entran cada año un millón de personas y más de 200.000 coches. ¿Se puede seguir así?
-Repito la respuesta: se debe frenar la mercantilización de los espacios naturales porque no es el objetivo de su protección sino la conservación por encima de la explotación económica.
-¿Los canarios tienen más conocimiento ahora que hace veinte o treinta años de sus espacios naturales o de su biodiversidad?
-Se tiene más conocimiento científico gracias a las dos universidades, pero se utiliza el espacio protegido para el ocio y el deporte más que para la educación y formación y debemos volcarnos en divulgar los conocimientos científicos para que reviertan en la educación ambiental ciudadana.
“En estos pocos días que he pasado en la isla he podido comprobar el extraordinario crecimiento urbano si lo comparo, incluso, con mi última estancia hace cinco años. Lo urbano y, sobre todo, lo industrial. En ese sentido, las iniciativas capitalistas, tanto las turísticas como industriales, han progresado de forma espectacular.
En lo turístico me sorprendió el aumento de la circulación automovilística y la invasión de plantas ornamentales exóticas que desde mi punto de vista particular contrastan negativamente con mi manera de pensar ¿Qué hacen las palmeras americanas Washingtonia robusta y W. Filifera como plantas multiuso en el paisaje insular frente a la nuestra que es el símbolo de nuestra Comunidad Autónoma y lleva el nombre de Phoenix canariensis haciendo una propaganda mundial gratuita de nuestras islas?
Es solo un ejemplo. De lo poco que he visto de los espacios protegidos, afortunadamente el tiempo meteorológico me ha favorecido, están bien cuidados. La cara norte del macizo de Famara, espectacular, el tabaibal dulce de Órzola, para mí, el mejor de Canarias, etc.
Me sorprende, como en todo el Archipiélago, el lamentable abandono de la agricultura. Visité una mañana La Graciosa. Ha perdido el encanto que yo encontré hace 55 años que la visité por primera vez.
El mar de la zona portuaria está lleno de microplásticos flotantes, espuma de cremas solares, turbidez del agua y el espacio urbano un exceso de desorden. Mi primera impresión de la flora marina, en mi pequeño paseo por la playa del sur, fue contemplar la escasa vegetación actual frente a la exuberancia que vi en el tiempo pasado y el peligroso aumento de estos venenos marinos recientes: los microplásticos contaminantes que suelen ser ingeridos por nuestra fauna marina.
También observé en la flora terrestre el poco cuidado de la gente. Amplias zonas pisoteadas y abundantes destrozos por la irresponsabilidad de circular en bici por el espacio natural del matorral endémico. Las huellas del rodaje de las ruedas y el consiguiente aplastamiento de especies autóctonas endémicas de la isla son la huella de la poca educación ambiental de los numerosos visitantes de la Isla.
Lo positivo de la corta visita a la octava isla fue al regreso desde La Graciosa, disfrutando desde el estribor del barco de los fantásticos y poco tocados acantilados de Famara con sus pequeñas fuentes en la desembocadura de algunos barranquitos que son auténticos tesoros ecológicos. Poco antes de doblar la Punta de Fariones y a pocos metros de la costa, los majestuosos Roques de Famara acariciados por un oleaje marino algo fuerte dan belleza geológica al punto final del norte de la isla.
Espectacular escenario marítimo terrestre, lamentablemente contaminado con algunos restos flotantes de basura humana. Penoso”.
Comentarios
1 Ni una cama más Mar, 06/05/2025 - 07:18
2 Lagunero Mar, 06/05/2025 - 10:39
3 miñoca Mar, 06/05/2025 - 13:09
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