La “macroglorieta” en altura encargada por el Gobierno de Canarias para el acceso a Arrecife por el sur ha despertado polémica. La Fundación César Manrique (FCM) ha alertado de que es “desproporcionada” y que provocaría un “gran impacto paisajístico”, y ha pedido que no se ejecute. Por ahora el proyecto está sobre el papel, pero cuenta con 7,3 millones de euros de asignación en el presupuesto de la comunidad autónoma para este año. Y en la agenda de la Consejería autonómica de Obras Públicas está marcada como la primera intervención en Lanzarote dentro del último convenio de carreteras entre Canarias y el Estado.

La cuestionada “macrorrotonda” tendría 120 metros de diámetro y llevaría aparejadas, según el diseño original, otras dos glorietas más: una en El Cable, junto a la actual gasolinera, y una más, de 70 metros de diámetro en la futura urbanización de La Bufona próxima al litoral. Todo un ‘scalextric’. En pleno debate sobre el modelo de infraestructura viaria en una zona tan estratégica, la principal puerta de entrada a Arrecife, el colectivo PLZ21 se ha posicionado en contra de la “macroglorieta” en altura, porque “solamente atiende a parámetros de movilidad de vehículos a motor y crea una ruptura entre los entornos urbanos”.

PLZ21 ha planteado una propuesta alternativa para remodelar el acceso a la ciudad, mejorar la conectividad entre la autovía LZ-2 y la Circunvalación LZ-3, y facilitar el tránsito a peatones y ciclistas entre las urbanizaciones que se ubican en esta parte de Arrecife. Según uno de los arquitectos de la propuesta, Eduardo Spínola Rosa, “hay que entender este tipo de infraestructuras como un desarrollo colectivo de ideas multidisciplinarias donde intervengan muchos agentes técnicos que enriquezcan el proyecto”.

La intención de la propuesta presentada es clara: crear dos planos horizontales, uno subterráneo que permita la movilidad de tráfico intenso y otro en superficie, que permita una movilidad más suave y “acorde a nuestra condición como seres humanos”, pensado para el peatón y el ciclista, señala el joven arquitecto. “Por eso, entendemos este enlace para la entrada de Arrecife como un nudo mucho más humano, en el que puede haber una clara permeabilidad entre todas las zonas urbanas periféricas y la Isla en general”, destaca.

PLZ21 lanza una alternativa con zonas de sombra, pasos de peatones y carril bici

La propuesta alternativa se plantea como un elemento topográfico que permite la movilidad en superficie en todos sus ejes, con zonas de sombra, protección frente al viento y lugares de estancia y esparcimiento, “permitiendo la conexión con todos los entornos próximos” y “promoviendo un paradigma insular sobre cómo resolver este tipo de nudos en algunos casos”.

Insisten desde el equipo redactor en que la propuesta de PLZ21 es un anteproyecto, “una idea conceptual estirada al máximo”, hecha pública “con el humilde ímpetu de favorecer nuestros entornos y el interés de nuestra sociedad”. Señalan que, sin dejar de creer “en la utopía de una movilidad más consecuente y en la que el parque móvil se pudiese reducir y crear unas redes de infraestructuras más suaves”, consideran que “sí hay que plantear alternativas mejores que cuenten con la mayoría del apoyo social de la Isla”.

Evitar fracturas

La conexión entre la LZ-2, la autovía entre Arrecife y Playa Honda, y la LZ-3, la Circunvalación de la capital, es uno de los grandes problemas por resolver del diseño de la ciudad. Los críticos con el proyecto de “macroglorieta” en altura encargado por el Gobierno de Canarias entienden que “dividiría aún más” las zonas residenciales situadas a los lados del eje viario. También recuerdan que esos ‘scalextric’ se han ido eliminando de otras ciudades y se han sustituido por otras soluciones que evitan fracturas en el tejido urbano.

La puerta de entrada a Arrecife por el sur es la zona de expansión residencial de la ciudad

Este punto de la ciudad es como una encrucijada de urbanizaciones: El Cable, a ambos lados de la LZ-2, La Bufona interior, y Capellanía, junto al barrio de San Francisco Javier. También es la zona de expansión natural de la ciudad en los próximos años. Se está tramitando el denominado sector dos de La Bufona, de la LZ-2 hacia el paseo marítimo junto al Cabildo, una pieza de suelo de más de 207.000 metros cuadrados donde están previstas unas 221 viviendas, y otro suelo urbanizable, de unos 203.000 metros cuadrados, junto a la playa de El Cable, en el que están contempladas otras 284 viviendas.

A esto se suma el Palacio de Congresos, que también se emplazaría en las proximidades de la sede del Cabildo. Aunque se está a la espera de que la Corporación insular apruebe la ordenación urbanística de la parcela cedida por el Ayuntamiento el año pasado y no hay presupuesto para su ejecución, si en el futuro se desarrolla el edificio está llamado a convertirse en uno de los focos culturales de la Isla.

En la propuesta de PLZ21, la vía de servicio perteneciente a la futura zona residencial de La Bufona, al sur de la autovía, se convierte en un bulevar con aceras amplias y carril bici, por el que se podría acceder directamente a Arrecife y sería la conexión natural desde otras urbanizaciones próximas, como El Cable y La Concha, para que los residentes puedan desplazarse sin tener que salir irremediablemente a la autovía.

Proyecto de “macroglorieta” en altura de 120 metros de diámetro que sacó a información pública el Gobierno de Canarias.

Propuesta alternativa de PLZ21, con tráfico rápido soterrado, tráfico calmado en la superficie, además de zonas de sombra, protección para el viento, pasos de peatones y carril bici.

Ventajas de la alternativa frente a la “macrorrotonda”

PEATONES. El proyecto del Gobierno de Canarias “no tiene en cuenta” que ese nudo está situado entre cuatro áreas residenciales, en las que viven personas o lo harán en el futuro “que tienen la necesidad de desplazarse de un lugar a otro sin tener que utilizar obligatoriamente un coche”, señala PLZ21 en la memoria de su propuesta. En el proyecto del Gobierno “no se ha previsto ni un solo paso de peatones y ni un solo carril bici”. En la propuesta alternativa, las urbanizaciones residenciales colindantes y los accesos de Arrecife hacia el sur, están comunicadas por medio de pasos de peatones y carriles bici.

ATASCOS. Entre las críticas que se hace al proyecto del Gobierno destaca que “no se soluciona el problema principal de atascos diarios debidos a ese nudo”. Así, “se mantienen los dos carriles de la LZ-2 en sentido Playa Honda a Arrecife con un solo carril de desvío hacia Arrecife, situación similar a la actual, debido a la cual se están produciendo retenciones con accidentes de tráfico con mucha frecuencia”. Tampoco se mejora la “visibilidad” en la incorporación desde la Circunvalación a Arrecife, que “se sigue realizando por la izquierda, con el consiguiente peligro” y el acceso a El Cable sur no sería directo.

FLUIDEZ. En la propuesta alternativa de PLZ21 se aumenta a cuatro carriles soterrados la conexión de la LZ-2 con la LZ-3 en sentido Playa Honda a Arrecife, con dos carriles hacia la Circunvalación y dos carriles hacia la entrada de Arrecife, “consiguiendo una buena fluidez de vehículos” y “evitándose las retenciones y accidentes de tráfico”. El acceso desde la Circunvalación a Arrecife “se realiza por la derecha, con la ventaja de una buena visibilidad”. Por último, “el impacto visual sobre el paisaje es muy inferior”.