La joven Natalia María Medina, graduada en Turismo por la Escuela Universitaria de Lanzarote, se hace las siguientes preguntas en su trabajo de fin de grado, titulado ‘Un viaje al pasado con la tecnología del futuro: propuesta de realidad virtual en Lanzarote’: “¿Alguna vez nos hemos parado a empatizar con nuestros antepasados? ¿Hemos intentado ponernos en su lugar y sentir cómo era vivir en Lanzarote hace siglos?”.

Tras tratar de imaginar “cómo se vive en un lugar donde solo hay lo básico para sobrevivir, lo que el medio ofrece, en continuo riesgo de ataques piratas o erupciones volcánicas”, Natalia se propuso “recrear la historia y hacer un viaje en el tiempo mediante la tecnología: trasladar al turista a épocas antiguas”.

Así, el proyecto presentado pretende representar el pasado de la isla de Lanzarote, “en este caso los aborígenes, los ataques piráticos y las erupciones volcánicas” en una pantalla mediante imágenes creadas por ordenador.

Estas imágenes tienen movimiento, es decir,” los personajes que aparezcan actuarán como si estuviesen vivos, y junto a las imágenes es recomendable utilizar el sonido: por ejemplo, de la propia naturaleza o el de gente; también sería viable una narración en forma de guía en distintos idiomas”, explica la autora del proyecto.

Esta ambiciosa propuesta, que ha tenido amplio predicamento en el ámbito turístico durante la pandemia, es la base del trabajo de fin de grado de Turismo de Natalia, ‘Un viaje al pasado con la tecnología del futuro: propuesta de realidad virtual en Lanzarote’.

“La idea es recrear el pasado de la Isla para ser visualizado en formato de realidad aumentada o virtual, y posteriormente, convertirlo en una herramienta turística que atraiga tanto a mayores como a jóvenes, para disfrutar de una visión general más inmersiva y personal de la historia y la cultura de la Isla”, explica la autora.

Localizaciones

Para ello, se apoya en dos conceptos: el uso de la tecnología, que ya permite recrear una imagen ficticia visible en la pantalla de un gadget electrónico; y la propia historia de la Isla, que daría la clave para ubicar la recreación a través de realidad aumentada, virtual o mixta. “Las imágenes coincidirían con lugares concretos de Lanzarote, recreando casas, personas, animales, etcétera”, explica Natalia.

Entre las zonas propuestas en el trabajo académico está el yacimiento de Zonzamas, donde se recrearía el pasado aborigen: “Podría colocarse el punto de perspectiva en alguna zona cercana al Palacio de Zonzamas, para tener una mejor visión y visualizar el resto de la población de alrededor”; el Castillo de Santa Bárbara (Teguise) “desde donde se observaría a los piratas llegando y a la población tratando de huir; mientras que en Arrecife podría ser en el propio puerto, para observar cómo llegaban los piratas y comenzaban a saquear la zona”.

Para recrear la erupción volcánica de Timanfaya, el escenario ideal es el pueblo de Yaiza, “desde donde se podría observar cómo entraban en erupción los volcanes y cómo los habitantes trataban de refugiarse del peligro inminente que suponía”. Natalia propone esta iniciativa “como complemento para la actividad de los guías turísticos; ya que se pueden crear rutas por la Isla con paradas que ofrezcan esta actividad experiencial”.

La realidad aumentada es la tecnología indicada para la creación de imágenes “que se reflejan en una pantalla y se superponen a la realidad. Es decir, si se enfoca hacia una determinada zona ésta aparecerá en la pantalla, pero, además, se podrá ver otra u otras ilustraciones”, explica Natalia María.

Antes de la pandemia, en Lanzarote la idea de virtualizar el pasado histórico, siquiera fomentar su experiencia, no estaba demasiado extendida, con la sola excepción de Teguise. Sin embargo, durante el confinamiento, las patronales turísticas han visto las enormes posibilidades promocionales de la realidad virtual.

Las imágenes se reflejan en una pantalla y se superponen a la realidad

Desde el portal de noticias para profesionales del turismo Hosteltur se constató, sobre todo durante el estado de alarma, el aumento de las búsquedas en Google España relacionadas con el término visita virtual, un fenómeno debido, precisamente, a “las campañas de promoción de numerosos destinos a través de Internet”.

En este escenario, favorable para la experimentación con nuevas fórmulas de negocio alternativas al sol y playa en el sector turístico, el proyecto de Natalia María Medina llama la atención sobre los tres puntos que hacen idónea la propuesta de recurrir a la realidad virtual en la Isla: “La tecnología ha mejorado vertiginosamente en realismo, calidad de gráficos, sonido y movimiento; los acontecimientos históricos en Lanzarote son de índole muy variada y diversa y cada vez existen más datos que pueden incluirse en este proyecto y, en tercer lugar, existe una clara demanda de diversidad de experiencias por parte del visitante”.

Además del uso turístico, la realidad virtual permite un amplio abanico de aplicaciones en otros campos como la educación, el ocio, la arqueología, la historia o la propia tecnología.