Victoriano Hernández y su pareja, Ernese Szeliánszky, se han encadenado este lunes por la mañana a un cabo en la valla de la oficina municipal de Caleta de Sebo para denunciar su situación ante la inacción del Ayuntamiento de Teguise, de quien esperan desde hace ocho años que les conceda licencia para poder dividir en dos su propia vivienda.

A este pescador nacido en La Graciosa le adjudicaron en 1991 el solar para construir su vivienda. Se divorció en 2003 y solicitó la división horizontal en 2012. “Nos acogimos al servicio de redacción de proyectos técnicos de vivienda de primera necesidad social. Desde entonces seguimos esperando”, señalan.

Desde 2015 viven de alquiler. Era una situación temporal que se ha alargado. “Mi situación desde que empezamos el papeleo ha dado un vuelco tremendo. Mi vida se derrumbó en marzo de 2015 y no quise seguir viviendo en este mundo. Tuve un intento de suicidio, me diagnosticaron una depresión muy fuerte, y ya no pude cuidar de mi madre de 87 años en su casa, me tuve que mudar a un apartamento de alquiler de 40 metros cuadrados, para que me pudiera cuidar mi pareja”, señala.

Asegura que el alcalde, Oswaldo Betancort, le prometió que le concedería la licencia incluso por decreto. Ha habido de todo: retrasos en la redacción del proyecto, problemas de alcantarillado y después la anulación del Plan Rector de Uso y Gestión, que es el documento en base al que se conceden las licencias.

“Nuestra situación económica ha ido empeorando en todo este tiempo. Yo estoy con una incapacidad permanente total para la profesión habitual, mi pareja está en el paro desde diciembre de 2016 y se ha enfermado también de una depresión por todo lo que nos está pasando. Yo cobro una pensión de 663,96 euros. Los gastos solo del alquiler de la casa son de 500. Tenemos aviso de la dueña de dejar la casa desde abril de este año y ya hemos pedido ayuda de emergencia social del Ayuntamiento, para poder pagar la casa, pero solo nos dan dos meses de alquiler”, relatan.

La casa la iban a construir ellos mismos. Compraron los materiales a finales de 2017. En febrero del año pasado, en el propio Ayuntamiento les escribieron en un papel lo que tenían que solicitar y registrar para poder empezar a construir legalmente por silencio administrativo, porque el Ayuntamiento no les dio la licencia. Comenzaron las obras, y cuatro meses después la Policía Local les precintó la casa e incoó expediente de restablecimiento del orden jurídico perturbado.

En sus alegaciones, Victoriano considera que “es cuando menos dudoso que pueda aplicarse el concepto de construcción de nueva planta a las obras proyectadas, puesto que se trata de la simple colmatación de una parcela que se encuentra construida en más de dos terceras partes de su superficie, siendo tal actuación una mera ampliación de la construcción existente para rematar la edificación en los términos de la tipología arquitectónica propia del núcleo de Caleta del Sebo”.

Añade que “resulta injustificable” la demora para una vivienda de primera necesidad para personas que, según la apreciación de los técnicos municipales, se encuentran en riesgo de exclusión social. También dice que “exceptuando la falta de licencia, lo que es fundamentalmente debido a la defectuosa actuación municipal, no existe vulneración alguna de la legalidad urbanística, puesto que la construcción se realiza dentro de los límites de la parcela, respetando las alineaciones y rasantes y ajustándose a los parámetros establecidos en la normativa urbanística”.

Piden al alcalde de Teguise que imparta las instrucciones necesarias para que se emitan los informes técnico y jurídico requeridos y se otorgue la licencia solicitada. “No pedirnos dinero, no pedimos una casa de protección oficial, no pedimos un alquiler social, solamente pedimos que, por favor, nos den los papeles para poder hacer el techo del salón y la alcoba, que haré yo con mis propias manos”, resaltan.