MEMORIA DEL MAR

Salinas de Naos: un proyecto para recuperar el pasado

Se retoman los contactos para que la iniciativa pública adquiera parte de las salinas de Naos y llevar a cabo una restauración que acabe con su abandono histórico

M. Riveiro 8 COMENTARIOS 13/06/2024 - 07:21

La historia de Lanzarote está íntimamente vinculada al mundo de la sal. Las primeras salinas de Canarias fueron las del Río, a los pies del Risco de Famara. Se remontan al año 1500 y durante dos siglos fueron las únicas del archipiélago. Hacia finales del siglo XIX se crearon las de Janubio y Berrugo, en el sur de la Isla. Aunque las referencias históricas son escasas, los expertos dan por hecho que de la misma época son los orígenes de las de Puerto Naos, en Arrecife, donde llegó a haber seis salinas en funcionamiento ya en pleno siglo XX. Una iniciativa del Cabildo de Lanzarote pretende recuperar al menos una parte de ese legado.

El actual consejero de Medio Ambiente, Reserva de la Biosfera, Pesca y Paisaje, Samuel Martín, se encontró en su departamento un estudio para la restauración parcial de las salinas de Naos, encargado hace dos mandatos, que ahora ha rescatado. La intención es salvar del abandono unos 6.130 metros cuadrados de las antiguas salinas. Ya ha mantenido contactos con la propiedad de cara a una posible compra por parte de la institución insular. “Hemos iniciado la actualización de los trámites que ya se habían comenzado en el pasado y que se habían paralizado en los últimos años”, señala.

En la tasación, que es preciso actualizar al haber quedado desfasada, se valoraba esa franja de las salinas, la mayor parte desde la carretera hacia la zona portuaria, en 327.000 euros, a precio de hace cinco años. La idea es adquirir la antigua tajería de Toledo y Fuentes, así como su entorno, que son unos 4.483 metros cuadrados. También el salero de Toledo y su entorno, que representan unos 1.229 metros cuadrados, el molino de Toledo y el molino de Fuentes.

Las reseñas que quedan de las salinas de Naos apuntan a que se construyeron en dos etapas diferentes. Las primeras, como salinas antiguas de barro, más hacia el sur. Se incluirían en esa categoría las de Juan Betancor, Antonio Santos y José Fuentes, con el murado de cocederos de mampostería de piedra y mortero de cal para, en una fase posterior, a partir de los años 20 del siglo pasado, proceder al forrado de la tajería. En sus inicios, se utilizaban molinos de vela y luego de chapa, de mayor rendimiento.

A partir de 1935 se debieron construir las otras tres salinas de Naos: las de Antonio Vera, conocido como el Herrero, José Fuentes y Tomás Toledo. Entre todas, destaca el arquitecto Alberto Luengo en un estudio para el Cabildo de Lanzarote, conformaron un complejo salinero “único”.

La actividad de las salinas de Naos cesó hacia 1975 y tres de ellas desaparecieron

La consolidación del puerto de Arrecife estuvo ligada a la pesca en el banco canario-sahariano y luego a la industria conservera. Varios de los propietarios de las salinas eran a su vez armadores de las embarcaciones que faenaban en la costa africana. La pérdida de los caladeros y el declive de las conserveras, además de la irrupción del turismo, que cambia el modelo económico de la Isla a partir de los años 60, supuso la decadencia de una industria que necesitaba grandes cantidades de sal. En Naos se producían hasta 3.660 toneladas al año.

Hacia 1975 ya se había paralizado toda la actividad en las salinas. Las tres que estaban más al sur desaparecen en los años 80 por la expansión urbana de la ciudad y las otras entran en un estado de abandono que ha continuado hasta la actualidad.

Restauración en fases

El proyecto que ha recuperado el Cabildo apuesta por acometer una restauración parcial de la parte inferior de la tajería de las salinas de Fuentes y Toledo, los dos molinos y los dos almacenes de la sal, así como sus entornos. “Los trazados de las tres salinas que se mantienen están en franco declive, presentando un progresivo deterioro de sus murados, forros de piedra, forros de barro, almacenes, soleras y molinos”, diagnostica Alberto Luengo.

Su propuesta se concreta en una restauración por fases. En la primera se abordarían tres pequeños ámbitos pertenecientes a la parte inferior de las salinas de Toledo y Fuentes, a lo largo de la Avenida de Naos, para “dignificar este tramo litoral, colindante al Museo Contemporáneo del Castillo de San José”.

Propuesta de ordenación de la restauración parcial.

Un proyecto de restauración aboga por recuperar tajos de las salinas de Fuentes y Toledo

Así, se restaurarían unos 3.000 metros cuadrados de tajos de las salinas de Fuentes y Toledo, bajo la Avenida de Naos. Para “fosilizar” la estructura se utilizaría mortero de barro y de cal, y se canalizarían las aguas pluviales. También se habilitaría una plataforma de acceso de 580 metros cuadrados y una plazoleta de 370 metros. Aquí se derribarían dos pequeñas edificaciones “sin interés” para habilitar en su lugar un mirador. Además, se diseñaría un jardín de cactus de unos 215 metros.

El proyecto de restauración contempla la rehabilitación del almacén y el molino de las salinas de Fuentes, además del molino y el salero de Toledo, y sus respectivos entornos. “El almacén de Fuentes constituye la pieza de mayor relevancia de la propuesta”, señala el arquitecto, “tanto por su tamaño y volumen, como por la oportunidad que presenta para albergar una serie de usos, que den tanto sostenibilidad económica a la intervención como propicien el mantenimiento de toda la obra a restaurar”.

Por su conexión con el paseo peatonal que conecta Los Mármoles con Naos, se plantea un centro “donde se combine restauración con actividad cultural, de la misma forma que se ha hecho en las Salinas del Carmen en Fuerteventura y en las Salinas de Fuencaliente en La Palma”. En una de las naves se podría instalar un centro de interpretación de las salinas, tanto las de Lanzarote en su conjunto como las de Naos en particular.

Según el presupuesto elaborado en su momento, la restauración parcial de la citada franja de las salinas de Naos saldría por un presupuesto global de 1,5 millones de euros, si bien es previsible que en la actual coyuntura económica, con el encarecimiento de materiales y costes en el sector de la construcción, la estimación sea superior. En cualquier caso, el proyecto supondría saldar una deuda con la historia de la considerada como Isla de la sal.

Comentarios

Muy buenas , el propietario de estas Salinas es el famoso empresario del sur? el mismo dueño de la antigua Democracia? que también por lo visto quire comprar el Cabildo? Si me lo podrían decir por favor, porque tengo dudas de esto , yo estoy entrando de que por fin las arreglen sea quien sea el dueño , por respeto a nuestra memoria Salinera y Marinera .
Cuidado que JR tiene suelo ahí, eso significa el disparate.. Por su parte, como todo lo que hace pensado para el negocio del ignorante como se categoriza comúnmente.
a 53€ el m2 a JF le da la risa. Una maravilla que por fin arreglen algo da la historia salinera de Lanzarote, pero que los de siempre se aprovechen da pena
Las salinas de puerto Naos, son anteriores a 1935. Mi bisabuelo era propietario hasta que se las "quedó "Tomás Toledo y murió en el año 1931.
otro pelotazo mas...
El jardín de cactus que proponen en el proyecto no pinta nada ahí. Que Manrique haya hecho el de Guatiza, es una genialidad, pero vale de utilizar ese recurso en un entorno de sal. No tiene sentido alguno.
Sí, es JFR, el mismo dueño del Mercadillo de la calle Real que el Cabildo quiere ahora comprar... VIVA EL PATRIMONIO QUE LLENA LOS BOLSILLOS
Faltan viviendas y se ponen a restaurar salinas. Mucho conservar el pasado mientras el futuro se pudre en casa de sus padres.

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