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Pateando Lanzarote pide más vigilancia y conservar los senderos

El grupo de senderistas anima a las administraciones a crear una completa y señalizada red de rutas, así como controlar el aforo y uso del vehículo privado en los parajes más sensibles

María José Lahora 6 COMENTARIOS 25/07/2024 - 07:25

Una completa red de senderos con su correspondiente señalización, mayor protección de los espacios sensibles, aumento de la vigilancia de los parajes protegidos y mantenimiento del patrimonio natural son algunas de las medidas que Pateando Lanzarote solicita a las administraciones, en un momento en el que el control de aforo y la reducción del uso del vehículo privado en zonas especialmente delicadas se hace primordial ante la proliferación de visitantes y la masificación.

Los integrantes de este colectivo proceden del mundo de la espeleología y están federados. Algo que recomiendan a todos los grupos de senderistas como garantía para que la actividad se realice con conciencia y salvaguardar el patrimonio natural. “Pateando Lanzarote es un grupo pensado para amantes de la naturaleza que les guste caminar. Se ha creado fundamentalmente para organizar caminatas tanto en Lanzarote como en cualquier otro lugar que pueda ser interesante”, señalan. “Es requisito imprescindible para poder participar en las mismas el estar federado o en su defecto disponer de un seguro que cubra cualquier accidente que pueda ocurrir”, añaden.

Juan Mompeán es el coordinador de Pateando Lanzarote. Experto senderista, se une a esta nueva aventura junto a compañeros como Marga y Santi. Pertenecen al club deportivo CDE Hefesto y cuentan con licencia de la Federación Canaria de Espeleología y Descenso de Barrancos. Federarse es un requisito que sugiere a todos los interesados en formar parte del grupo, que de forma gratuita organiza actividades no solo en la Isla. El respeto al medio ambiente y el disfrute son sus premisas. En estos “pateos”, Juan realiza la función de botánico aficionado.

“Los senderos de Lanzarote distan mucho en comparación con otras islas o la Península”, comenta el coordinador de Pateando Lanzarote. “Lanzarote es la gran olvidada. Siendo Reserva de la Biosfera, con un 43 por ciento de su territorio protegido, no entendemos cómo no hay una red de senderos en condiciones, aparte de que están abandonados”, añade Marga. Estos senderistas y espeleólogos proponen que sean los propios Centros de Arte, Cultura y Turismo los que faciliten la información sobre los requisitos para realizar recorridos y el grado de dificultad de los mismos, e incluso que el visitante interesado salga ya del aeropuerto con todo el conocimiento necesario para la realización de la actividad en la Isla.

También proponen estos senderistas la colaboración de los propios clubes para restaurar, señalizar, proteger y, si es necesario, advertir a los visitantes de la necesidad de preservar los parajes naturales. Juan añade que esta es una labor propia de los agentes de Medio Ambiente, otro de los déficits de los que adolece Lanzarote.

Risco de Famara.

Una red de senderos y su mantenimiento es primordial para estos senderistas

En un mundo globalizado como el actual, zonas como Caldera Blanca se han convertido en lugares de atracción masivos: “Parece Piccadilly Circus, siempre te encuentras con gente, algunas personas incluso en cholas, no me extraña que luego salga alguna información contando que han tenido que acudir los servicios de emergencia a rescatar a alguien”. La falta de información sobre el recorrido y recomendaciones tan básicas como el uso de calzado adecuado son otras denuncias de este colectivo, que propone limitar de forma efectiva el aforo de ciertos espacios muy sensibles. Hace casi tres meses, el Cabildo de Lanzarote anunció medidas en el Volcán del Cuervo o en la citada Caldera Blanca, en el Parque Natural de Los Volcanes, que empezarían por un control de los aparcamientos. De momento, nada más.

El colectivo pone el ejemplo de Tenerife de solicitar permisos para la práctica de senderismo, gestión que se realiza por internet. “Es una forma de controlar el número de personas que realizarán el recorrido, si está federadas o no, y es gratuito”, señala Marga, aunque es más favorable a que se pague por la solicitud de esta autorización para realizar el itinerario, dinero que se invertiría en la protección del sendero. Para ello, debería haber un paso previo, que es contar con una red de senderos acorde a las exigencias de los caminantes.

“El visitante llega a Lanzarote y no recibe información completa de que se trata de una Reserva de la Biosfera, los suelos protegidos y las consecuencias de pasar por donde no se debe”. De esta carencia también deberían ocuparse las propias agencias de viaje, encargadas de transmitir a sus clientes las características y requisitos del territorio que van a visitar. Por ejemplo mediante una guía de buenas prácticas donde el “respeto” al medio natural sea la base.

Meseta Central de Lanzarote, Tinajo.

“Es más fácil poner un cartel de prohibido el paso que conservar un sendero”

En materia de vigilancia y control, Lanzarote “está a años luz” de islas como La Palma, expone Juan Mompeán. Explica que en esa Isla es frecuente la habilitación de aparcamientos limitados en zonas transitadas como la Cumbrecita, a las que se accede con un permiso previo. “Lo primero que te encuentras para acceder en vehículo es una barrera donde te solicitan los datos”.

La limitación de acceso a los vehículos particulares en espacios protegidos es otra de las posibilidades para resolver las largas colas que se están originando. “En Timanfaya no debería entrar ni un solo coche privado”, dice Juan. Propone el acceso a Montañas del Fuego en guagua desde Yaiza o Tinajo. “Las colas kilométricas para acceder a los Centros Turísticos son algo kafkiano”. Añade Marga el riesgo que conlleva esta saturación de vehículos, provocando el estacionamiento de los mismos en cualquier zona del recorrido: “Se meten por cualquier sitio”. Santi es contundente: “Habilitan un servicio de guaguas para el Festival Sonidos Líquidos, pero para la entrada a Timanfaya no. Es difícil de comprender”.

Justos por pecadores”

La aparición de carteles prohibitivos para evitar la proliferación de personas en zonas de alto riesgo ha supuesto también una merma en los recorridos que grupos de expertos, como el de Pateando Lanzarote, puedan realizar. “Pagamos justos por pecadores”, dice Marga. Destaca que hay compañeros que van recogiendo basura y que cuidan los senderos. “Deberíamos estar protegidos como senderistas autóctonos, que se nos hiciera una excepción, porque aportamos mucho más que dañamos”.

También ponen el ejemplo de cómo se trabaja en otras islas en materia de protección medioambiental. “En el parque de Garajonay en La Gomera te encuentras con agentes medioambientales que te entregan folletos informativos y facilitan la actividad. Allí la red de senderos es tan grande que se cruzan unos itinerarios con otros, y la cartelería es impresionante”, explica Juan. El grupo considera que en Lanzarote “aún queda mucho por hacer”.

Los Ajaches.

“En Timanfaya no debería entrar ni un solo coche privado”, dice Juan Mompeán

Desde Pateando Lanzarote abogan por la conservación de algunos de los senderos tradicionales, como el de Los Salineros, que se “está perdiendo por falta de mantenimiento”. El recorrido servía de zona de tránsito de estos trabajadores para llegar debajo del Risco a realizar la jornada laboral en las salinas del Río. “Dicen que es peligroso, pero hay otros como el Barranco del Infierno en Tenerife que también lo es y que, por el contrario, cuenta con la conservación adecuada, aunque en este caso sea una empresa privada la que se encargue del mismo”.

En ese sentido, la importancia de contar con una señalización adecuada en la que se especifique el grado de dificultad de los senderos sería también una fórmula adecuada de posibilitar el paso por estos rincones de forma limitada. El colectivo indica que hay senderos “altamente” peligrosos, como el arco de Famara. Conscientes de ello, la actividad se realiza de forma restringida entre los propios miembros de Pateando Lanzarote. “Para estos itinerarios hay que contar con una forma física adecuada y no tener vértigo”, explica Juan. Marga añade que “curiosamente mucha gente que realiza este tipo de sendero tiene vértigo” y que pretende “superar un reto”. “Hay personas que han podido superar sus temores, pero hay otros que se quedan paralizados y eso supone un trastorno”, apunta.

Barranco de la Negra. Fotos: Cedidas.

Máximo respeto”

Pateando Lanzarote insta a las administraciones a preocuparse más por el turismo de senderismo y no priorizar solo el segmento de sol y playa. Los senderistas destacan entre las zonas más interesantes para “patear”, siempre y cuando se realice de forma ordenada y con el “máximo respeto”, rutas como el ascenso de La Catedral, un antiguo rofero en el Valle del Palomo. “Hubo un momento que se puso de moda por las redes sociales y estaba saturado, pero se ha regulado solo y ahora es más fácil ir a la grieta. Sitios originales como este en Lanzarote hay muchos”, destacan, aunque se reservan comentar cuáles son, “precisamente para que no se saturen”.

Más rutas, cuidado de senderos y formación

Pateando Lanzarote reprocha además que solo exista una ruta habilitada al público sin necesidad de guía: el Camino Natural de Órzola a Playa Blanca (GR-131) que recorre la isla de Lanzarote de norte a sur con 71 kilómetros de longitud distribuidos en cinco etapas. La etapa uno va de Órzola a Haría, la segunda de Haría a Teguise, la tercera de La Villa a San Bartolomé, la cuarta de ese núcleo a Yaiza, y la quinta de Yaiza a Playa Blanca. “Creo que se debería habilitar alguna otra más aunque sea bajo la supervisión de un guía, para que residentes y visitantes puedan disfrutar de Lanzarote”, continúa Juan.

“Es más fácil poner un cartel de prohibido el paso que mantener un sendero”, añade Santi. En el grupo comentan también la carencia de guías en la propia Isla y la necesidad de mejorar la formación. “Ahora bien, si se quiere ofrecer una salida profesional en este ámbito, lo primero sería contar con una adecuada red de senderos en Lanzarote”. “Los senderistas tenemos una representación amplia en la Isla, tanto los que vamos en grupo como los que van por libre, y necesitamos soluciones”, concluyen desde este grupo, que suma más de 70 licencias federativas.

Comentarios

Timanfaya no debería tener acceso los coches de alquiler y ahí ya te quitas el problema, no está saturado de gente local, porqué vas a obligar a la gente residente a tener que coger una guagua si se puede buscar otra solución, es como la subida de precio a residentes vivimos en una isla con una población empobrecida y no son capaces de dar acceso a la gente local de sus centros turísticos no se va a llenar la cueva de los verdes de locales cada día
nos hemos gastado un dineral en paseos maritimos,deteriorando el litoral ,ahora queremos senderismo para deteriorar el interior de la isla.de locos.
Prohibir, limitar, restringir. Esa es la única receta de los ecologistas y protectores de lo existente. A mi no me apetece tener que pedirle permiso a papá estado para salir a caminar. Basta ya de eco Karens.
¿No te das cuenta que la estrategia es limitar las libertades de los residentes para poder meter más turistas? El ecologismo de prohibir y el turismo de masas van de la mano, ya que el primero convierte la isla en un parque temático y el segundo lo explota.
Cuidar y proteger, jaja.....y se sacan una foto en el risco de Famara fuera del sendero. Tanto que nos quejamos de ver a turistas fuera de los caminos en el Volcán del Cuervo, y que el Cabildo aprovecha el malestar general para poner límites y justificar una tasa de acceso. "El grupo de senderistas anima a las administraciones..." seguro que sí hablaron con las administraciones....esta "noticia" suena a publicidad gratuita de Pateando, o casualidad quiere que nos federamos en espeleología para caminar por la superficie de la isla y no por sus cuevas.
Empiecen por los cochecitos esos que van por los caminos de tierra reventando todo. Después de eso hablamos.

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