Los análisis de ADN de los restos de los tripulantes desvelan errores de identificación que se remontan a más de 50 años atrás

Los familiares de las víctimas del naufragio del Domenech de Varó piden una nueva exhumación
Los análisis de ADN de los restos de los tripulantes desvelan errores de identificación que se remontan a más de 50 años atrás
La Asociación de Familiares de las víctimas del naufragio del pesquero Domenech de Varó continúa con el proceso para la identificación de los marineros fallecidos en la tragedia acontecida el 6 de febrero de 1973 en la costa de Mala.
Tras la correcta identificación de cuatro de los marineros que reposaban en el cementerio de San Román de Arrecife en una primera exhumación, las pruebas han revelado que se habrían producido en el pasado errores de identidad tras el naufragio ocurrido hace más de 50 años.
Según explica el presidente de la Asociación de Familiares, José Manuel Pose, hijo de uno de los fallecidos aún sin identificar, se habría asignado erróneamente nombre y apellido a marineros sobre los que se ha descubierto ahora que no corresponden las inscripciones en los nichos del camposanto lanzaroteño.
“De los tres marineros identificados anteriormente solo se han podido hacer las pruebas a uno, porque contábamos con el ADN de sus familiares y descubrimos que estaba mal identificado”, señala José Manuel Pose. Los restos de ese tripulante del que se creía identificado hace ya 50 años, se encontraban finalmente entre los cuerpos a los que se le había asignado un nicho con nombre, ante la imposibilidad de conocer su identidad tras el naufragio.
Este nuevo hallazgo ha llevado a la Asociación de Familiares a presentar en el Juzgado de Arrecife otro expediente de jurisdicción voluntaria para que se les autorice a practicar una nueva exhumación, “a la vista de las incidencias y errores, debidamente documentados”, para la apertura de otros cuatro nichos: 67, 68, 71 y 74 del cementerio de Arrecife y tomar las correspondientes muestras de ADN que pueda permitir su correcta identificación.
La solicitud ya ha sido admitida a trámite por parte del Juzgado de Arrecife, a la espera de las posibles alegaciones, lo que permitiría contar con el auto judicial para la autorización de estas exhumaciones en el plazo de un mes. El laboratorio LabGenetics de Madrid será el encargado de tomar las muestras de los restos cadavéricos, tal y como ya lo hiciera anteriormente, para la comparativa de ADN.
En octubre del pasado año se llevó a cabo la primera exhumación correspondiente a las sepulturas 70, 72, 73, 75, 76. Tras la toma de muestras y la posterior comparativa de ADN, cuatro marineros han podido ser ya identificados correctamente y sus restos entregados a sus correspondientes familiares. Se trata de Jaime Roselló Zaragoza de El Puerto de Santa Maria, Antonio Rodríguez Rivera de Sanlúcar de Barrameda, Jose Antonio López Gallardo de Barbate, y Tomás Ladrón de Guevara Rodríguez, también de Barbate.
Identificación
El 6 de febrero de 1973 encallaba en la costa de Mala el pesquero Domenech de Varó con una docena de tripulantes a bordo procedentes de Cádiz, El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y Barbate. Solo dos personas pudieron salvar la vida, el patrón de costa del barco, Vicente Pérez Yáñez, y el marinero, José Manga Rodríguez.
Cuatro marineros han sido ya identificados y sus restos entregados a sus familiares
Del resto de tripulantes, solo tres personas se creyó en ese momento que estaban identificadas: Antonio Rodríguez Rivera, marinero, José Bernal Ramírez, primer mecánico, y el contramaestre Manuel Valiente, cuyos cuerpos se creía que descansaban en sus correspondientes sepulturas en el cementerio de Arrecife.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Familiares explica que el nombre del marinero Antonio Rodríguez Rivera estaba inscrito en un nicho que ahora se ha descubierto que correspondía realmente a Jaime Roselló Zaragoza, tripulante sin identificar tras el naufragio. Motivo que sienta las bases para solicitar la ampliación de la exhumación de sepulturas que permita desvelar las identidades de los marineros que perecieron en el mar.
El presidente de la Asociación de Familiares junto a su hijo durante la primera exhumación de los restos.
Se ha solicitado ahora llevar a cabo la exhumación de los nichos 67 y 68 correspondientes a las inscripciones de los marineros José Bernal y Manuel Valiente, junto a la de las sepulturas 71 y 74 donde reposan los restos de residentes lanzaroteños ante la posibilidad de que pudieran estar mal identificadas.
Tras el naufragio se localizaron los restos de otros cinco pescadores que no pudieron ser identificados en su momento, de los que tres ya ha sido posible establecer su identidad y cuyos restos han sido entregados ahora a sus familiares, junto a los de Antonio Rodríguez Rivera. Falta ahora identificar otras dos víctimas del naufragio tras la primera exhumación. Otros dos miembros a bordo de la embarcación nunca fueron hallados.
Emotivo reencuentro
Con gran emoción y entre lágrimas, los familiares de Tomás Ladrón de Guevara y José Antonio López Gallardo vivieron en noviembre la segunda exhumación y posterior oficio en el cementerio de San Román de Arrecife, tras más de 50 años de incertidumbre sobre el paradero de sus seres queridos. Convirtiéndose así en los dos primeros tripulantes sin identificar que pudieron volver a casa.
La Asociación de Familiares espera el auto para la exhumación de otros cuatro nichos
Los hijos de Tomás y a la vez primos de José Antonio, Ana y Diego Ladrón de Guevara, se desplazaron a Lanzarote acompañados por el presidente de la Asociación de Familiares de las víctimas para presenciar esta segunda exhumación de los restos en el cementerio de San Román en Arrecife, en lo que los protagonistas describieron como “un histórico reencuentro muy emotivo”.
Tras los actos desarrollados en noviembre en Lanzarote estos dos marineros descansan por fin junto al resto de familiares. Tomás Ladrón de Guevara reposa en Benidorm, junto a su esposa, y José Antonio López Gallardo, en su Barbate natal.
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