Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones en el marco del trámite de información pública del proyecto de duplicación de la carretera LZ-40, conocida como carretera de Las Playas, entre el Aeropuerto César Manrique y Puerto del Carmen.

Con sus alegaciones, el colectivo ecologista quiere alertar “del peligro ambiental y social que supondría la ejecución de dicho proyecto con el que, según dicen, se busca duplicar la infraestructura viaria para abordar supuestas retenciones en la hora punta, sin considerar alternativas sostenibles y más acordes con las necesidades reales de la población y las peculiaridades de Lanzarote”.

Ecologistas en Acción considera “desproporcionado y poco ajustado a la realidad de la Isla” llevar a cabo convertir una carretera de dos carriles en una autovía de cuatro carriles “con el objeto de solventar una hora de retenciones al día, en la hora punta de salida del trabajo” del sector turístico de Puerto del Carmen, entre las tres y las cuatro de la tarde.

El grupo ecologista afirma que “aumentar la infraestructura viaria, con la envergadura que se pretende, no es la solución más acertada a esta problemática”. Así, considera que existen otras opciones “más apropiadas y duraderas” para dar respuesta a los denominados "atascos" y "retenciones".

“Es decir, soluciones que tengan en cuenta el interés ciudadano y con un menor coste económico, como implantar un plan de movilidad que prime un transporte público eficiente y bonificado, con el que se atienda las frecuencias de viajes, trayectos y conexiones que necesita la población”.

El grupo ecologista ha redactado una treintena de objeciones al proyecto de la Consejería de Obras Púbilcas del Gobierno de Canarias. Entre ellas, se cuestiona que no se haya llevado a cabo una investigación sobre las necesidades reales de movilidad de la población insular que justifique y avale la duplicación de la LZ-40.

“Integración paisajística”

De esta manera, señalan que el proyecto no tiene en cuenta las Directrices de Paisaje de Lanzarote, el documento denominado Biocrit, algo que para Ecologistas en Acción es “inaceptable”. “Cada proyecto viario”, dicen los ecologistas, “debe ajustarse a los principios de coherencia e integración paisajística para mantener la marca Lanzarote, basada en el respeto a sus paisajes”.

"Resulta una invitación a aumentar el parque móvil, sin definir límites, ni tener en cuenta la capacidad de carga de la Isla"

“El trazado propuesto”, aseguran, “continúa la política de destrozo potenciada por la Administración autonómica e insular, porque no tiene en cuenta el impacto ambiental y sobre el paisaje, obviando una seña de identidad de la Isla”.

El colectivo ecologista insiste en la necesidad de buscar alternativas a la duplicación de la LZ-40 “que no sean tan agresivas, ni comprometidas con el presente y futuro de la Isla. Apuesta por “un plan de movilidad útil, que responda a una concepción unificada de los diferentes viarios y no a parches de actuaciones independientes, que no llegan a adoptar medidas integrales como establecer una red de transporte público o dotar de guaguas públicas a las localidades que carecen de ellas”.

Según Ecologistas en Acción, el proyecto de trazado que propone la Consejería “no tiene en cuenta el fomento de rutas alternativas para sortear la retención, ni la pérdida de suelo rústico asociado a la intervención viaria”.

“Alejados de la sostenibilidad”

“Además, resulta una invitación a aumentar el parque móvil, sin definir límites, ni tener en cuenta la capacidad de carga de la Isla”, recalcan los ecologistas, que consideran que “el incremento de la velocidad media de los vehículos y el consecuente aumento en el riesgo de accidentes es otro de los aspectos negativos”.

Para el colectivo, “es de gran irresponsabilidad política llevar a cabo actuaciones que van en contra de disminuir el actual volumen de tráfico de la Isla”, con un parque móvil de 140.000 vehículos y que, además, se pueda favorecer un mayor número de accidentes, incrementar el impacto en ruido y la contaminación”.

Los ecologistas entienden que la construcción de esta nueva autovía “supone regirse por criterios alejados de la sostenibilidad e incidir muy negativamente en el reto de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como obliga la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para 2030”.