EDICIÓN IMPRESA

Los Clicos: doce años para hacer un proyecto sin sentido

Foto: De la Cruz.
Saúl García 2 COMENTARIOS 10/06/2014 - 06:31

Hace no tantos años, cuando en Lanzarote apenas había construcción y aún menos turismo, se sacaba la arena para el cemento de la playa de Janubio. Eran los años cincuenta y sesenta. Después, se tuvo que dejar de sacar porque al extraer la arena de la orilla, el mar se adentraba, la marea llegaba hasta las terrazas y refrescaba el agua. El resultado era que el agua tardaba más en evaporarse y la sal, aún más en estar lista. Así que se tuvo que se tuvo que buscar otro lugar y empezó a extraerse del Charco de Montaña Bermeja y del Charco de los Clicos, donde se sacaba la “broza” de la orilla de la playa.

Hoy lo recuerda Santiago Medina, pescador y ex presidente de El Guincho, desde el mirador, rodeado de turistas que llegan desde la guagua para ver el famoso lago verde, que se parece poco al que era hace treinta, veinte o incluso diez años. El tiempo y la acción del hombre lo han adelgazado.

Medina va señalando las diferencias, que no se reducen sólo a la anchura del agua en el lago. Recuerda que la zona maś cercana al mirador era más estrecha, que el Charco no se podía rodear por la parte pegada al risco, o al menos no se podía rodear sin mojarse los pies, que la carretera que entra en el Charco, ahora cerrada al tráfico, se hizo precisamente para extraer la arena, que se construyó una especie de escollera sumergida que hoy no se ve desde la superficie “y que en el proyecto los técnicos reconocen que fue un error”, que el mar, y hoy se ven las marcas del agua, no llegaba tan adentro y sobre todo, que el lago era más ancho y tenía más agua.

¿Y qué es lo que ha pasado? Pues el diagnóstico, si se habla con la gente del pueblo, está claro, aunque durante años se ha vertido la teoría de que el agua del Charco se ha reducido porque los miles de turistas empujaban la arena hacia el interior mientras miraban embobados las paredes del volcán. “No es por eso”, dicen Victoriano y Matías, mientras barnizan una mesa en Casa Torano. “Eso ha pasado porque se llevaron la arena de la orilla y el mar llega maś lejos y la empuja hacia dentro del Charco”. Y si el diagnóstico está claro, el tratamiento también: “Si hacen lo que he leído yo en el periódico que van a hacer, olvídate del Charco”, dice Victoriano.

Después de más de una década de trámites administrativos entre el Gobierno de Canarias y el Ministerio de medio ambiente, ya hay proyecto y estudio de impacto ambiental pero no hay dinero. El proyecto contempla el dragado del Charco para desalojar la arena que sobra y dejar sitio al agua. Se preveía que esa arena se depositara después de extraerla en el frente de la playa para arreglar lo que en su día provocó el principio del fin del Charco, pero ahora, para ahorrarse el millón de euros aproximado que costaría la obra, el Gobierno central pretende entregar la obra a una empresa privada a cambio de que ésta se quede con la arena y traduzca su valor en su beneficio.

De momento el primer intento no ha salido bien y no se ha encontrado a una empresa que vea la viabilidad económica, pero si se lleva a cabo puede que sea aún peor el remedio que la enfermedad, porque la clave, según Medina, y según Victoriano y Matías, está precisamente en rellenar de arena la orilla y no tanto en dragar el fondo del Charco.

"Si hacen lo que he leído yo en el periódico que van a hacer, olvídate del Charco"

Medina lo explica así: “Si hace cuarenta años te quitan sangre y por quitártela te dejan en silla de ruedas, ¿cómo piensan que vas a caminar si te vuelven a sacar sangre cuarenta años después?”. El Guincho presentó hace cinco años alegaciones en las que advertía de que había que rellenar la orilla y también del riesgo de meter maquinaria con la que se podría romper la película protectora que tiene el Charco en el fondo y que mantiene el color verde, y en definitiva, el agua. En el proyecto, parado también durante un tiempo por la posible afección de la obra al hábitat de un coleóptero, se contempla hacer el dragado con una barrera de geotextil, para filtrar y decantar el material y evitar que el agua se quede turbia y se pierda la coloración. Santiago cree que si se retira la arena, se debería hacer a mano.

Lo mismo dice Pepe “el Cojo”, de 81 años, con quien nadie, de ninguna Administración, se ha acercado a hablar para pedirle su opinión, desde la puerta de su casa, que sería hoy irreconocible para su bisabuelo, el que la construyó. Dice que “si se llevan la arena, tiene que ser a mano, como antes”. “¿Y por qué es más estrecho el lago?”, le preguntamos. “Pues por qué va a ser, porque se llevaron la arena de la orilla”. Y repite lo mismo que el resto: que hay que volver a ponerla para evitar que el mar se adentre.

“En invierno, cuando viene una buena marea, bate el risco”, dice, orgulloso de que el Charco, que era “un cacho más grande” y donde se bañaba de chinijo, donde había lisas y clicos, que según su madre eran un marisco que él no llegó a conocer, donde a alguien se le ocurrió meter unas tortugas que se comieron todos lo que encontraron, que hizo de anfitrión de Raquel Welch y su bikini de piel; que ese mismo Charco esté “en todo el mundo”, atrapado, eso sí, en las cámaras de los turistas que desde hace años asisten a un ocaso silencioso y por goteo.

Cronología de un fracaso:

  • 2002. Julio. Sale a licitación la redacción del proyecto de dragado
  • 2005. Septiembre. Se solicita la evaluación de impacto ambiental
  • 2008. Enero. Se redacta la evaluación
  • 2009. Abril. El Ministerio de medio Ambiente recibe de nuevo el expediente después de estar en información pública y después de que el Gobierno de Canarias no estuviera de acuerdo con el proyecto ni con el impacto
  • 2010. Mayo. Recepción de la Declaración de impacto ambiental
  • 2014. Mayo. El Senado aprueba una moción para que se haga el dragado
  • 2014. Junio. El proyecto autorizado aún no se ha publicado en la web del Ministerio

Comentarios

mas de 1000 empleados en el Cabildo, otros tantos en los 7 ayuntamientos, centros turísticos con millones de visitantes en estos años pagando su entrada ... y no hay un millon de euros para realizar un solo proyecto ... ¡ cuánto robo ! ¡ cuánta ineptitud !
A Maciot: habrá otras cosas más importantes en la que gastarse el dinero y los esfuerzos: Sanidad, Servicios sociales, carreteras, residuos, educación, hospitales, puertos…etc, etc, etc… en las próximas elecciones procure votarle al que incluya "el dragado de los Clicos con dinero del Cabildo y Ayuntamientos" en su programa electoral… o póngase una pancarta en el pecho y vaya a la Calle Real si el tema le indigna tanto. Saludos

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