Las manos de Gregorio de León, las de Feliciano Luzardo, las de Santiago Hernández y las José Caraballo, entre otras muchas, son un poco más populares tras la presentación y el estreno comercial en Madrid de la cinta documental homónima sobre el origen de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, dirigida por el cineasta Miguel G. Morales y producida por los CACT, a partir de una idea de Marcial Martín compartida con Mario Ferrer.

La sala Azcona, en Cineteca, lugar emblemático para el cine documental realizado en España, acogió el acto. El recinto ubicado en Matadero Madrid es el mayor centro para la creación contemporánea de la capital y uno de los más destacados espacios internacionales dedicados a la creación actual.

Noventa y siete personas, entre las que se encontraban varios lanzaroteños afincados en la capital, se acercaron hasta Cineteca para vivir, disfrutar y emocionarse con las anécdotas, unas divertidas, otras menos, acaecidas alrededor de la construcción de la gran obra iconográfica de César Manrique narradas, en tiempo presente y con la perspectiva que da el paso del tiempo, por los hombres y mujeres que tomaron parte en aquella tarea.

“Las Manos despierta sensaciones entre los espectadores. Me llamó mucho la atención, y me agradó aún más, ver cómo la cinta calaba entre un público que, en su gran mayoría, era ajeno a la realidad de la isla” apuntaba a la conclusión de la velada el consejero de Turismo del Cabildo de Lanzarote, Echedey Eugenio, que se desplazó el viernes a la capital de España para acompañar a Miguel G. Morales y a su equipo a la presentación de la cinta y a un coloquio posterior.

Un acto que constituyó “una magnífica oportunidad para la proyección del destino Lanzarote en el mercado turístico nacional”. Hay que destacar que el equipo de Turismo Lanzarote cursó invitaciones a la cita a algunos de sus ‘partners’ más importantes en el mercado nacional.

Al hilo, el director de Las Manos confesaba sentirse “muy orgulloso” de haber estrenado la cinta “en el templo” del cine documental nacional. Miguel G. Morales considera que “el estreno en la sala Azcona fue una confirmación de que la historia que cuenta la cinta es un ejemplo universal de cómo una comunidad, un colectivo de personas en diferentes ámbitos de una sociedad, puede cambiar la historia de un lugar. Los espectadores pudieron conocer la importancia del trabajo en colectivo y a un grupo de personas que dieron su tiempo, su vida, por el amor a una isla sin esperar nada a cambio”.

A su juicio, el coloquio posterior, en el que participó la fotógrafa lanzaroteña Carmela García, fue “bastante interesante y revelador para hablar de diferentes aspectos de la película. Se habló de su fotografía, del guión preciso que recalca el trabajo en equipo, de la sabiduría del conjunto en sintonía. Se debatió acerca de cómo la sensibilidad de Manrique se trasladó a quienes participaron en la construcción de los Centros, que fueron también artistas al ser los primeros en tener que traducir esa belleza, esa otra forma de mirar la naturaleza. Igualmente, hablamos del nuevo proyecto sobre Jason deCaires Taylor y su visión nueva del mundo submarino en Lanzarote. Fue una gran noche” concluye.

Se da la circunstancia, además, que las proyecciones del sábado y del domingo, también en Cineteca, contaron con la asistencia de 74 personas cada una.