La Comisión Autonómica de Evaluación Ambiental del Gobierno de Canarias informó de forma desfavorable dos proyectos promovidos por el Ministerio de Transición Ecológica en La Graciosa, en el entorno de la playa de Las Conchas, por considerar que las intervenciones iban a transformar la realidad física, geológica y biológica de ese espacio natural.

Después de la anulación por parte de los tribunales del Plan Rector del Archipiélago Chinijo porque carecía de un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), el Gobierno de Canarias inició, en junio del año pasado, el trámite para redactar ese PORN.

Sin embargo, hasta que no se apruebe, todos aquellos proyectos para ese espacio deben ser informados previamente por parte del Gobierno de Canarias. Según la Ley del Suelo, como medida cautelar, mientras no se disponga de planeamiento, no se realizarán actos de transformación de la realidad en los espacios naturales.

En los dos casos, en ambos proyectos, la Viceconsejería de Planificación Territorial y Transición Ecológica del Gobierno de Canarias informó de forma desfavorable en base a los informes de los servicios técnicos y jurídicos de Espacios Naturales Protegidos, y después la Comisión de evaluación ambiental adoptó también esos acuerdos desfavorables.

Uno de los proyectos es de adecuación de áreas de esparcimiento y descanso y se ubica en dos antiguos vertederos sellados en 2010, cerca del sendero de acceso a la playa de Las Conchas.

Se trataría de una zona de esparcimiento de unos 400 metros cuadrados, con mobiliario de madera, mesas, pérgolas, bancos y papeleras, sobre una pasarela de madera con observatorio para aves, señalización y paneles informativos, y otra área de descanso de unos 350 metros, con pérgolas y aparcabicis y mobiliario de hormigón.

El objeto de la actuación sería la restauración ambiental de esas dos zonas degradadas y potenciar el uso público del entorno.

“Sobredimensionada”

Según el informe del Gobierno de Canarias, sería una actuación sobredimensionada, con un exceso de obras y una tipología inadecuada en una de las dos zonas, ya que llevaría mesas de hormigón.

El observatorio de aves iría en un lugar sin presencia significativa de aves y significaría la apertura de un vial que no tiene uso. El informe recomienda estudiar si con el área de descanso ya se cubriría la demanda existente y propone mantener la precaución cautelar mientras no haya un documento regulador porque se transformaría el ámbito afectado.

El otro proyecto es de infraestructuras de uso público para la recuperación de sistemas dunares en Las Conchas. Se trata de la restauración de la dinámica eólica del sistema dunar, eliminando los impactos originados por la compactación del sustrato de arena que se produce por el pisoteo continuo de los visitantes.

El informe es desfavorable porque se trataría de una transformación “sensible” de la realidad que dificultaría la conservación

Se construiría una pasarela y una tarima de madera como itinerario peatonal desde el aparcamiento actual hasta una plataforma que funcionaría a modo de mirador y área de descanso y que sería accesible para personas con movilidad reducida.

La actuación ocuparía unos 670 metros cuadrados y el mirador sería de siete metros de ancho por 22 de largo. Haría falta  llevar a cabo una excavación de hasta cinco metros de profundidad y colocar 197 zapatas construidas con hormigón.

La actuación, según el Gobierno de Canarias, afectaría al hábitat natural de las dunas. Señala el informe en relación con la dinámica sedimentaria que no se dan entradas de arena importantes como para mantener un sistema de dunas móviles pero, tampoco hay signos de erosión, según la tesis doctoral de Carolina Peña Alonso.

Además, el mirador interrumpiría las arenas movilizadas justo en el entorno donde se localizan ejemplares de traganum moquinii, una planta arbustiva. Otros estudios realizados en Baleares en pasarelas sobre sistemas dunares parcialmente estables señalan que se generan más impactos que los que se pretenden corregir.

También se tiene en cuenta la “espectacularidad del paisaje natural y el fondo escénico que se contempla sin infraestructuras artificiales que lo contaminen y rebajen su calidad paisajística” y por eso señala el informe que el impacto visual de la plataforma degradaría este valor y, por tanto, se debería optar por actuaciones con otros medios constructivos más ligeros y con menos obras.

El informe es desfavorable porque se trataría de una transformación “sensible” de la realidad física, geológica y biológica, que dificultaría el objetivo de garantizar la conservación del patrimonio natural y de la biodiversidad.