Lanzarote: Análisis crítico de un paisaje con 400 rotondas
La Reserva de la Biosfera presenta el documento Biocrit, un análisis crítico sobre el paisaje. Sus autores reclaman un fuerte liderazgo del Cabildo en las políticas del paisaje con que se construye el territorio

Biocrit es un documento, un análisis crítico sobre el paisaje de Lanzarote, que surge como una propuesta de la Reserva de la Biosfera del Cabildo de Lanzarote “con la intención de abrir un debate sobre la situación actual del paisaje insular y generar un diagnóstico sobre la evolución de su calidad y sus posibles distorsiones”.
No se trata de un documento cerrado, como no lo es el paisaje, que “no es una foto fija y está en constante evolución”, tal y como señaló una de sus redactoras, la arquitecta Flora Pescador, que ha hecho este trabajo junto a Vicente Mirallave y Jin Taira. El resultado ya se ha presentado en varias ocasiones y se volvió a presentar en la sede de la UNED en Arrecife.
Al inicio del acto, el responsable del Observatorio de la Reserva de la Biosfera, Quino Miguélez, señaló que el paisaje fue un criterio esencial en la apuesta estratégica que se inició en 1991 con el Plan Insular de Lanzarote y que siguió con el galardón de Reserva de la Biosfera. “Decir Lanzarote es decir paisaje -señaló a continuación Flora Pescador-, es el principal recurso de la Isla”.
Así, el trabajo se propuso detectar aquellos elementos que construyen el paisaje, pero también aquellos que lo destruyen. Y el de Lanzarote es un paisaje original, por varios motivos: “La originalidad del volcán es el componente que mejor define a la Isla”, pero también la originalidad de la interpretación de César Manrique.
“En Lanzarote hubo políticas pioneras de construcción del paisaje”, dijo Pescador, que señaló que gracias a los recursos limitados de la Isla se creó una gran inteligencia de recursos por parte de la población. La ordenación de Lanzarote, que se hizo a partir de sus unidades de paisaje, además, marcó hitos en el resto de las islas.
¿Y dónde estamos ahora? Biocrit analiza cinco aspectos: movilidad, estructura, espacios libres, arquitectura e infraestructuras. En primer lugar, las carreteras, señaló Pescador, son “los verdaderos miradores del paisaje”. Apuntó que se debería hacer una mayor apuesta por el transporte público y que las carreteras “se están tecnificando” con elementos que son iguales que en otras partes, como los hitos de arista. Lo que se construye a su lado no habla del paisaje sino de la carretera “y el respeto al paisaje merece otra solución técnica”.
También apuntó la proliferación de rotondas. Los autores del estudio han contado casi 400: “No sé si hay una isla con más rotondas”, a las que se añaden, se “artificializan”, a cada una de ellas, una escultura u otras instalaciones. Playa Blanca es el paradigma de esta forma de hacer las cosas. A las rotondas se añade el resto de elementos que conforman su paisaje urbano, carente de toda coherencia, convertido en un lugar artificial, en una suma de urbanizaciones “con piscina en el medio”. A las rotondas hay que sumar las estaciones de servicio. Sólo en la zona entre Arrecife y el aeropuerto hay 42, con su gama de colores de gasolinera.
Los autores del estudio Biocrit, en la UNED.
En el otro lado de la balanza están los volcanes, como elemento estructurante, y la Isla también mantiene una cierta “coherencia en la arquitectura”, “la única que mantiene cierto rigor en Canarias”.
En ese mismo lado de la balanza está el paisaje rural, de gran belleza, y en el otro el urbano con “grandes desviaciones”, como las zonas industriales con sus grandes cadenas y sus imágenes corporativas exactamente iguales a las de cualquier otro lugar. Y las infraestructuras, necesarias, a las que no se puede renunciar, pero sobre las que hay pensar cómo abordarlas.
Todas esas desviaciones, ese ruido en el paisaje, los carteles, esos colores que se introducen en la mirada cotidiana hacen que “nos vayamos acostumbrando a este cromatismo y empecemos a admitirlos como normal”, y entonces ya empieza a cambiar la idea de paisaje. “Se produce -señaló Pescador- una deriva en la apreciación cultural del paisaje, nos convencemos que esto es posible”.
El mobiliario urbano también produce incoherencias en el paisaje y entre cada uno de los siete municipios, que optan por un mobiliario diferente. Por eso, según señaló Pescador, debe haber un fuerte liderazgo del Cabildo en las políticas del paisaje con que se construye el territorio. No consiste en censurar “pero sí distinguir lo que tiene calidad de lo que no la tiene, porque no todo vale”. “Esta isla -concluyó- tiene una gran interiorización social del paisaje, que es un valor pero puede desviarse”.
El camino del documento, con las futuras aportaciones, pretende finalizar en unas directrices que se acaben integrando en el Plan Insular de Ordenación o en otras normativas. Está previsto que en el mes de octubre ya estén listas y que sean, o bien indicativas o vinculantes.
Comentarios
1 Cuidado con Jin... Sáb, 31/03/2018 - 12:09
2 LIMPIEZA YA Sáb, 31/03/2018 - 12:23
3 Anónimo Sáb, 31/03/2018 - 14:46
4 Ana Sáb, 31/03/2018 - 16:49
5 facepalm Dom, 01/04/2018 - 13:59
6 Casi anónimo Dom, 01/04/2018 - 21:22
7 elmer Lun, 02/04/2018 - 07:41
8 DE PLAYA BLANCA Lun, 02/04/2018 - 08:18
9 elsardina Lun, 02/04/2018 - 17:16
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