La UD Lanzarote vio cortada en la mañana del domingo la buena dinámica de resultados de las últimas jornadas, cayendo por la mínima ante el Villa de Santa Brígida. El partido estuvo marcado por los dos penaltis rigurosos señalados a favor del conjunto visitante. El guardameta Alejandro paró el pitado en la primera parte y en el segundo Santi consiguió perforar la portería rojilla.

La primera parte del encuentro estuvo dominada por la UD Lanzarote, siendo el equipo que circulaba la pelota con un mayor criterio sobre el terreno de juego. La ocasión más clara para los locales llegó en el minuto 12, con una internada de Keita por la derecha, rematando Adrián Machín en el primer palo y deteniendo el guardameta visitante.

La jugada que pudo desnivelar el partido llegó en el minuto 24, cuando el colegiado señaló como penalti un forcejeo dentro del área entre Matheus y Santi. La rigurosa pena máxima fue ejecutada por el propio Santi, adivinando Alejandro la trayectoria del lanzamiento y deteniendo el portero rojillo el penalti.

La segunda parte del encuentro fue mucho más trabada, sabiendo el Villa de Santa Brígida maniatar el juego que trataba de desarrollar la UD Lanzarote. Los locales dispusieron de dos buenas acciones, con un disparo de Keita que se fue rozando el larguero y un lanzamiento de Miguel Gopar que se estrelló en el larguero.

Al filo de la media hora llegó el segundo penalti del encuentro a favor de la UD Villa de Santa Brígida, en esta ocasión por una mano de Dani González en el interior del área, aunque la acción venía precedida de una falta previa. Santi volvió a coger la responsabilidad y en esta ocasión si encontró la manera de batir a Alejandro.

Hasta el final del encuentro no encontró la UD Lanzarote la fórmula de hacerle daño a la defensa del Villa de Santa Brígida, careciendo de profundidad para finalizar las jugadas. Con el 0-1 se llegó al final del encuentro, rompiéndose una buena dinámica de resultados del equipo rojillo.