Los vecinos del núcleo costero denuncian las carencias básicas de la localidad, aseguran sentirse abandonados y reclaman la recuperación del molino y las pilas de lavar
La Caleta de Famara: “Además de surf y buen rollito, somos historia”
Los vecinos del núcleo costero denuncian las carencias básicas de la localidad, aseguran sentirse abandonados y reclaman la recuperación del molino y las pilas de lavar
En la Caleta de Famara se aprecia el contraste entre las bondades de una zona de veraneo y de pujante fortaleza turística y el descontento diario de vecinos que aseguran estar “desatendidos” por el Ayuntamiento de Teguise.
Feliciano Tavío, de 62 años, hijo del hombre de más edad del pueblo muestra el mal estado de las aceras, su inclinación y el alcantarillado al descubierto que existe delante de su casa, mientras destaca el “peligro” que supone que sus padres u otros vecinos puedan tropezar.
“Mi tía se ha caído cuatro o cinco veces. Me canso de llamar al concejal y no recibo respuesta”, insiste. “A mí no me arreglan esta acera pero, ¿al bar sí le permiten asfaltarla?, se pregunta. “Viene una ambulancia y no puede llegar a la puerta de mi casa por la inclinación, se tiene que quedar en la misma carretera”, aclara. En su opinión, “solamente se acuerdan de la Caleta de Famara en verano”.
Feliciano alerta de algunas prácticas de visitantes que pueden resultar peligrosas: “Ahora les da por acostarse en medio de la carretera y sacarse una foto. ¿Y si pasa una desgracia?”, se pregunta. También es crítico con las pegatinas que tienen algunas escuelas de surf en la calle principal del pueblo, en señales de tráfico como una de STOP. Una moda que puede generar despistes a los conductores.
Fernando Hernández y Belén García pertenecen a la Asociación de Vecinos de la Caleta de Famara (Avecafam). El colectivo surge como una representación de la localidad y tiene claro que “no todos los vecinos del municipio” de Teguise tienen “los mismos servicios”. Los de la Caleta, afirman, son “insuficientes”. Un ejemplo es el cuidado de la playa del pueblo, la más utilizada por los residentes.
“Solicitamos una mayor limpieza en la playa”, recalcan. “Ahora, en verano, traen a gente para limpiar la playa, las calles o pintar algunas zonas, pero durante todo el año somos los olvidados, pese a que Famara es la ventana del municipio”, señalan.
El colectivo vecinal ha encontrado en las redes sociales un altavoz para sus quejas, pero también para iniciativas y propuestas para el núcleo costero. Entre las principales reivindicaciones se encuentra la recuperación de elementos que marcan la memoria de la Caleta, como rehabilitar el molino o desenterrar las pilas donde se lavaba la ropa.
Otro de los aspectos que la asociación de vecinos plantea es la rehabilitación del muelle. “No queremos una obra faraónica”, insisten Belén y Fernando. “Lo único que pedimos es regresar a la esencia del pueblo pesquero que éramos antes”, subrayan los portavoces de la asociación, que recalcan la importancia de que se abran procesos de participación y que los vecinos puedan decidir.
“A mí no me arreglan esta acera, pero ¿al bar sí le permiten asfaltarla?
Un ejemplo de las carencias del muelle se pudo apreciar este pasado mes de julio: llegó una patera con 28 personas a bordo que se tuvo que amarrar al muelle “como se pudo”, ya que no reúne las condiciones para amarrar ningún barco. En el pueblo consideran que si se mejorasen mínimamente las instalaciones, jóvenes del pueblo podrían optar por retomar la actividad pesquera.
De los últimos años, en el colectivo vecinal se muestran orgullosos de que las fiestas de la Caleta de Famara –que llegó a concentrar a miles de personas durante el fin de semana de celebración- se han reconducido y recuperado su esencia. “Volvieron las noches de parrandas, la procesión marítima o la romería”, resaltan. “Hace años tuvimos que pedir recursos, ya que el pueblo durante las fiestas se masificaba y se debían traer más efectivos” de las fuerzas de seguridad, recuerdan.
Rogelio y Francisca, abuelos de Fernando.
Ordenación
Por otro lado, Avefacam realiza algunas peticiones que considera importantes para que la Caleta mejore. Es el caso de regular la cartelería en los negocios, principalmente por estética y para que la identidad del pueblo no se desvirtúe. También plantean que se estudie la regulación del tráfico. Cualquiera que visita la Caleta puede observar cómo el aparcamiento en muchas zonas no está definido, especialmente en las calles Montaña Clara y Rociega. “Es preciso buscar un proyecto para la ordenación de las calles, porque aquí se aparca como se quiere”, apuntan Belén y Fernando.
Eso sí, todas las propuestas que el colectivo pone encima de la mesa quieren que se debatan y se llegue a “un consenso entre los vecinos”. “Queremos ser sostenibles y combinar la evolución con la esencia de nuestro pueblo”, explican. Si hay que tomar decisiones, no quiere que las tome simplemente un técnico, sino que “colaboren también los vecinos” y tengan voz.
Otra propuesta de Avecafam es que se establezca un punto de vaciado para los caravanistas, como se puede encontrar en Mozaga o Arrieta, y que “los usuarios, cuando vengan o pasen por el pueblo, depositen los residuos ahí y no en otros lugares no permitidos”, destacan.
Los vecinos quieren recuperar las pilas de lavar del pueblo.
Reliquias escondidas
La recuperación de las antiguas pilas de lavar y la rehabilitación del molino a la entrada del pueblo son otras de las preocupaciones del colectivo vecinal. “Además de surf y buen rollito, somos historia”, cuenta Hernández. Fernando y Belén recuerdan con nostalgia las máquinas del agua, el molino, las pilas y los pozos que había en Famara. “Con las máquinas del agua, por ejemplo, se pudo hacer un centro de interpretación y no se hizo”.
El pozo de Famara fue uno de los más importantes, que tanta agua suministró para la subsistencia de los vecinos y para otras actividades, como el sector primario. Del mismo modo, también lo fue Chafariz en el municipio de Haría.
El molino, uno de los elementos de interés patrimonial de Famara, está en mal estado y casi semienterrado por la arena. En cuanto a las pilas, si no se sabe que están ahí, ni se aprecian, ya que están totalmente enterradas. Sirvieron para lavar la ropa durante muchos años.
Todos estos elementos tan característicos de la Caleta, ahora en situación de abandono, formaron parte, una vez, de la vida cotidiana de los caleteros. “No queremos que se pierda la historia de la Caleta”, recalcan los vecinos sobre unas tradiciones que formaron parte del legado de muchas familias. “Lo único que queremos es que nuestro ayuntamiento nos tenga en cuenta y nos haga caso”, concluyen.
Comentarios
1 A trabajar Mar, 10/08/2021 - 08:16
2 Conejero Mar, 10/08/2021 - 08:44
3 Educación Mar, 10/08/2021 - 10:49
4 De famara Mar, 10/08/2021 - 13:12
5 De famara Mar, 10/08/2021 - 13:14
6 De aqui Mar, 10/08/2021 - 13:21
7 MARY Mar, 10/08/2021 - 17:27
8 gus Mar, 10/08/2021 - 18:20
9 Yo Mié, 11/08/2021 - 11:19
Añadir nuevo comentario