La asociación cultural Pueblo Maho de Lanzarote denuncia a través de su perfil público de Facebook de manera “pública y enérgica” el “alto grado de deterioro” de las instalaciones con las que se protegen las diferentes unidades arquitectónicas aborígenes excavadas en el yacimiento arqueológico de Zonzamas.

Según indican en su comunicado, el daño que experimentan las estructuras que parcialmente envuelven los suelos excavados con las que se intenta proteger las construcciones indígenas repercute de forma negativa en la conservación de las edificaciones de piedra y barro levantadas por la población aborigen.

Igualmente, ello supone la “pérdida irremediable” de las diferentes capas de tegue y el registro arqueológico que permanece en los perfiles y las superficies que dejaron a la vista “sin protección alguna”, indican.

En los últimos años, prosigue la publicación, esta asociación cultural “ha sido testigo de los desperfectos ocasionados por descuidos, escasa vigilancia, malas prácticas y por pésima e inadecuada armazón que encierra al yacimiento, desde que se comenzara a trabajar de manera intermitente a partir de 2015 y se retiraran sus diferentes capas de tierra y geotextil que lo protegían”.

Para Pueblo Maho se trata de un “denso listado de errores y malas prácticas” desde vertidos de residuos oleaginosos ocasionadas por la maquinaria pesada utilizada durante determinados trabajos en el propio enclave arqueológico, inundaciones ocasionadas por el agua de lluvia que durante días y anualmente se han filtrado al interior depositándose sobre las capas de barro originales y que se disolvieron con el agua, el diseño “inadecuado” de la armadura trazada para preservar los diferentes elementos arquitectónicos, perfiles y niveles arqueológicos, el natural deterioro y el envejecimiento que experimentan los materiales utilizados para el cerramiento, el excesivo calor y su contraste con temperaturas más frías, entre otras causas, que “han ocasionado múltiples e irreparables daños al enclave histórico y por consiguiente ha mermado el derecho a saber de la ciudadanía, verdadera depositaria de este legado de sus ancestros”, dicen.

Esta “tónica de agresión al patrimonio común” por parte del Cabildo Insular “se sigue produciendo en la actualidad”, ya que en opinión de esta asociación cultural “no son efectivas las medidas adoptadas”.

“Cuando la alarma instalada suena, no significa que los rotos de las láminas plásticas se zurzan, ni que el asfixiante calor que pulveriza el barro se suavice, ya que solo añade ruido, nada efectivo al lugar, tal y como hemos comprobado”, relatan.

“El Cabildo Insular tiene la obligación ineludible de conservar y proteger el lugar para la memoria colectiva”, denuncian. Igualmente “ostenta el deber de investigar su potencial histórico, de guardar a buen recaudo el registro material, de exhibirlo públicamente facilitando la información necesaria para su comprensión por parte de la ciudadanía, y también tiene la responsabilidad de poner en valor el lugar y su historia. Lejos de cumplir con sus obligaciones, permite y potencia borrar los vestigios heredados que no le pertenecen -ya que son de propiedad común- ante una vergonzosa y denunciable pasividad”. Desde pueblo Maho también señalan que con esta actitud el Cabildo “pisotea parte de la historia más antigua que heredamos, privándonos con ello de un derecho inalienable de la ciudadanía”. 

Para la Asociación Cultural Pueblo Maho, las actuales imágenes que se pueden ver de la zona arqueológica de Zonzamas son más propias de “lugares de otra naturaleza y carentes de valor patrimonial” y no del enclave “aún considerado como el máximo exponente de la historia aborigen de Lanzarote”.

“No parece que al Cabildo Insular le baste con que Zonzamas esté incluida en la lista roja de lugares patrimoniales por su mal estado, sino que sigue poniendo el empeño necesario para que permanezca en ella”, concluyen.